Banca de Desarrollo y su repercusión en la agricultura
| Viernes 29 agosto, 2008
Banca de Desarrollo y su repercusión en la agricultura
Con la creación del Sistema de Banca para el Desarrollo se salda una deuda atrasada con el sector productivo. Actualmente los emprendedores agrícolas deben tener paciencia franciscana para iniciar un trámite bancario en que se abruma al solicitante con estudios de factibilidad, flujos de caja, certificaciones, documentos notariales y referencias crediticias.
Recordemos que los microempresarios generan más del 75% de la productividad de este país, pero contradictoriamente, son flagelados por el vaivén de las ocurrencias políticas.
En muchas ocasiones, nuestros agricultores se debaten entre recoger la cosecha o perderla, pues no saben qué es menos malo para ellos. Aunque han demostrado ser muy buenos pagadores, en ocasiones les resulta imposible atender una deuda, quedando en brazos de los prestamistas, quienes terminan de hundirlos.
Ante este oscuro panorama, surge una esperanza: el Sistema de Banca para el Desarrollo, que intenta dar una oportunidad al productor costarricense. Esta Banca tendrá intereses asequibles y trámites sencillos para facilidad de quienes intenten poner a producir la tierra. Además, contará con gestores en tramitología y asesoría para que los emprendedores puedan concretar sus ideas.
También les dará seguimiento a los proyectos y contará con especialistas en las diferentes ramas que cubren el crédito: agrónomos, administradores de empresas, especialistas en costos, mercadotecnia e incluso profesionales para asesorar al cliente a colocar sus productos en el mercado nacional o extranjero.
Muy acertadamente se le encomendó al Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) liderar esta causa. Por eso se le inyectarán recursos provenientes de un grupo de fideicomisos relacionados con el agro y de otros programas ya existentes.
Es decir, se trata de una considerable cantidad de dinero que deberá estar dirigido a quienes lo necesitan y para ello hay que establecer mecanismos de control que garanticen tal propósito. A las puertas de aprobarse la agenda de Implementación del TLC, nacen grandes oportunidades para todos aquellos emprendedores que requieran el respaldo económico para concretar sus ideas productivas.
La política cortoplacista en materia de desarrollo agrícola que han propiciado ciertos gobernantes de turno, no ha estado dirigida a erradicar la pobreza, sino a administrarla. Desafortunadamente, en nuestro país todavía persisten muchos mercaderes de sueños, que en épocas políticas ganan así muchos votos con sus cantos envolventes de sirena.
Carlos Manuel Gutiérrez Gómez
Diputado Asamblea Legislativa
www.cartagolibertario.org
Con la creación del Sistema de Banca para el Desarrollo se salda una deuda atrasada con el sector productivo. Actualmente los emprendedores agrícolas deben tener paciencia franciscana para iniciar un trámite bancario en que se abruma al solicitante con estudios de factibilidad, flujos de caja, certificaciones, documentos notariales y referencias crediticias.
Recordemos que los microempresarios generan más del 75% de la productividad de este país, pero contradictoriamente, son flagelados por el vaivén de las ocurrencias políticas.
En muchas ocasiones, nuestros agricultores se debaten entre recoger la cosecha o perderla, pues no saben qué es menos malo para ellos. Aunque han demostrado ser muy buenos pagadores, en ocasiones les resulta imposible atender una deuda, quedando en brazos de los prestamistas, quienes terminan de hundirlos.
Ante este oscuro panorama, surge una esperanza: el Sistema de Banca para el Desarrollo, que intenta dar una oportunidad al productor costarricense. Esta Banca tendrá intereses asequibles y trámites sencillos para facilidad de quienes intenten poner a producir la tierra. Además, contará con gestores en tramitología y asesoría para que los emprendedores puedan concretar sus ideas.
También les dará seguimiento a los proyectos y contará con especialistas en las diferentes ramas que cubren el crédito: agrónomos, administradores de empresas, especialistas en costos, mercadotecnia e incluso profesionales para asesorar al cliente a colocar sus productos en el mercado nacional o extranjero.
Muy acertadamente se le encomendó al Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) liderar esta causa. Por eso se le inyectarán recursos provenientes de un grupo de fideicomisos relacionados con el agro y de otros programas ya existentes.
Es decir, se trata de una considerable cantidad de dinero que deberá estar dirigido a quienes lo necesitan y para ello hay que establecer mecanismos de control que garanticen tal propósito. A las puertas de aprobarse la agenda de Implementación del TLC, nacen grandes oportunidades para todos aquellos emprendedores que requieran el respaldo económico para concretar sus ideas productivas.
La política cortoplacista en materia de desarrollo agrícola que han propiciado ciertos gobernantes de turno, no ha estado dirigida a erradicar la pobreza, sino a administrarla. Desafortunadamente, en nuestro país todavía persisten muchos mercaderes de sueños, que en épocas políticas ganan así muchos votos con sus cantos envolventes de sirena.
Carlos Manuel Gutiérrez Gómez
Diputado Asamblea Legislativa
www.cartagolibertario.org