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Ayude a su hijo a bajar de peso

Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Martes 15 noviembre, 2011




Ayude a su hijo a bajar de peso
Durante la adolescencia muchos jóvenes deciden bajar de peso, pero se estima que la mayoría lo hace con métodos inapropiados

Llegar a la adolescencia es un proceso complicado, tanto para los padres como para los hijos, especialmente cuando se tratan temas delicados en los cuales los adultos deben pensar bien como guiarlos.
Precisamente en esta época es cuando la vanidad se puede presentar con más fuerza, lo que impulsa a los jóvenes a bajar de peso.
Tomando esto en cuenta, un estudio reciente decidió abordar los métodos mediante los cuales los adolescentes bajan de peso y concluyó que la mayoría podría estar haciéndolo de manera inadecuada.
La investigación, realizada por la Universidad Temple de Estados Unidos, determinó que los adolescentes con obesidad tienen mucho interés en llegar a su peso ideal; sin embargo, los resultados arrojaron que en lugar de incrementar el consumo de comida saludable, los jóvenes presentaron comportamientos poco saludables contrarios a la pérdida de peso, indica el sitio cnn.com.
Entre esos hábitos estuvo el incremento en el consumo de gaseosas especialmente en las mujeres, algo que según los investigadores podría estar en el hábito adquirido en el hogar.
Además se estima que las mujeres con obesidad reportaron realizar 60 minutos de actividad física diaria, mientras que los hombres dedicaron tres horas diarias a los juegos de vídeo.
Otras investigaciones determinaron que un 70% de los adolescentes obesos, se convierten en adultos obesos, según indicó la nutricionista Paula Díaz, con base en un estudio publicado por la Asociación Americana de Dietistas.
“Las estrategias para el control de peso se clasificaron en comportamientos saludables, los cuales incluyen consumir menos calorías al día, aumentar el ejercicio físico, tomar más agua y pesarse con regularidad, entre otros”, según comentó.
Otras de las clasificaciones fueron los comportamientos no saludables, que incluye la ingesta de laxantes; diuréticos, fumado y el ayuno; cambios extremos en los que se menciona el uso de suplementos líquidos y aumento de consumo de proteína; así como los comportamientos estructurados que incluyen el contabilizar las calorías y asesoría profesional.
“Un alto porcentaje de los adolescentes que perdieron peso, reportaron la incorporación de seis o más comportamientos saludables comparados con los que no bajaron de peso. Pocos adolescentes reportaron el uso de comportamientos estructurados. Lo rescatable de este estudio es que se confirma una vez más que con un estilo de vida saludable, en el que se incorpore el consumo de más frutas y vegetales no harinosos, se disminuya la cantidad de grasa no saludable y los hábitos sedentarios, se puede bajar y mantener el peso. No existen las soluciones mágicas”, informó Díaz.

Para los padres


No minimice el problema Si su hijo expresa interés por perder peso, y tiene una buena razón, no le diga de inmediato que está bien tal como es. Ponga atención a lo que tiene que decir y ayúdele a buscar soluciones. Aproveche la oportunidad para expresar preocupación, para darle al tema seriedad.

No lo aísle

Lo peor que puede hacer un padre es crear un ambiente saludable solo para el hijo con sobrepeso. Comprarle comida aparte, prepararle una cena diferente, etc.

Sea su amigo

No critique, sermonee u obligue a comer de alguna forma o a seguir un plan. Si ya tomaron la decisión de controlar su peso, necesita un amigo no una persona autoritaria que le esté diciendo por qué y qué es lo que debe hacer.

Fuente: saborysalud.com

Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net







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