Avancemos, pero correctamente
Costa Rica necesita con urgencia salir de esta situación y adentrarse en una más seria, en la cual se hagan las cosas bien, oportunamente y en el menor tiempo posible
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 25 febrero, 2011
No sabemos qué insumos se les entregaron para que trabajaran a los extranjeros a quienes se les pidió, en la administración anterior, que establecieran nuevas tablas de tasación para el cobro de los impuestos territoriales en este país.
Lo que sí se sabía ya en aquel momento es que en el mundo se podría desatar una seria carestía de alimentos y que Costa Rica debía ponerse al día, porque se había descuidado mucho el aspecto de brindar apoyo al agro, especialmente a los pequeños productores que no pueden tener acceso a las transferencias de tecnología. Algo indispensable para salir adelante hoy en día.
Por otro lado, se sabía también que el crecimiento desordenado, sin adecuados planes reguladores, había producido el fenómeno de que a la par de un exitoso hotel o un nuevo centro comercial, entre otros productos del desarrollo caótico ocurrido, se mantuviera un campesino que sembraba su tierra obteniendo apenas lo necesario para la subsistencia de su familia, en algunos casos.
Los gobiernos locales, por su parte, en general no solo eran incapaces de regular y mantener bajo control un modelo de desarrollo de sus comunidades, sino que ni siquiera lograban ejecutar sus presupuestos para las múltiples necesidades sin atender de sus habitantes. Tampoco se había realizado un plan de actualización de estas entidades para capacitarlas.
Pensamos, por eso, que estas especiales circunstancias, desde luego deben haber estado entre los insumos con que trabajaron quienes hicieron la Nueva Plataforma de Valores para el cobro del impuesto territorial.
La pregunta es, entonces, ¿cómo es que no se dieron cuenta de que no podrían tasar del mismo modo a quienes habían comprado tierra y la dedicaban a un uso comercial con grandes beneficios económicos y a quienes apenas sobrevivían, en la misma zona, haciendo explotación agropecuaria a un pedazo de tierra?
¿Cómo entender que sea recién ahora, cuando las nuevas tablas de tasación de impuestos territoriales generan un grave problema a los pequeños agricultores del país, que se tenga que revisar de nuevo lo hecho para ver cómo se corrige lo pasado por alto?
¿Es que en Costa Rica no somos capaces de hacer algo bien desde el inicio, tomando en cuenta todo lo que hace falta? ¿Aquello que en muchos casos es más que obvio? Estos retrocesos para enmendar trabajos ya hechos son retrasos que cuestan dinero al país. Nada de esto es gratis en realidad.
Costa Rica necesita con urgencia salir ya de esta situación y adentrarse en una más seria, en la cual se hagan las cosas bien, oportunamente y en el menor tiempo posible.
El estilo actual de tener que echar atrás para corregir errores, no solo nos mantiene en el rezago sino que se come buena parte de los escasos recursos de que disponemos.