Avance rebelde detenido en Ras Lanuf
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 08 marzo, 2011
Avance rebelde detenido en Ras Lanuf
El avance rebelde hacia la ciudad de Sirte parece haberse atascado ayer en el enclave petrolero de Ras Lanuf de donde han salido decenas de familias con destino a Bengasi, segunda ciudad libia y principal bastión de la oposición rebelde.
“No sigáis avanzando, quedaos aquí, debemos proteger el petróleo”, repetían ayer los altavoces de un coche en el puesto de control de los milicianos en las puertas de Ras Lanuf, donde la aviación fiel a Gadafi bombardeó en varias ocasiones para amedrentar a los milicianos, como pudo constatar Efe.
Al menos en tres ocasiones las baterías antiaéreas de esta posición rebelde intentaron sin éxito derribar a los aviones que atacaron primero a varios kilómetros de la posición, después a cinco y finalmente a menos de mil metros de donde se concentraban unos dos centenares de jóvenes milicianos.
Con cada explosión el mismo ritual: gritos, disparos de las baterías antiaéreas, huidas despavoridas hacia el desierto y el retumbar de la polvorienta explosión.
Después, los inexpertos rebeldes vuelven a unirse y comienzan a celebrar que la explosión no ha caído sobre ellos disparando al aire sus pistolas y metralletas y cantando canciones patrióticas y contra el líder libio, Muamar el Gadafi.
“Son como niños con ropa nueva en un día de fiesta”, confiesa Ibrahim al Jodeiri, un ex militar de 50 años que abandonó el Ejército hace tres años tras sufrir una trombosis una vez cumplidos 21 años de servicio.
“Nadie dirige a nadie, cada grupo hace lo que quiere, avanza o retrocede, dispara o no, tienen armas, son suyas y hacen con ellas lo que quieren”, asegura Ahmed Fathi, que también ha estado cuatro años en el servicio militar y que asegura que ahora se ha unido a las filas rebeldes.
No obstante, insiste en que hay que reconocer que la necesidad ha hecho que muchos hayan aprendido en sólo 24 horas a manejar las armas.
Tanto Fathi como Jodeiri, que se encuentra en el puesto fronterizo de Brega, a 120 kilómetros al este de Ras Lanuf, como varios rebeldes consultados por Efe, creen que la intención de las brigadas de Gadafi no es otra que asustar a los rebeldes.
“No quiere una matanza de civiles, además hay periodistas. Lo que quiere es que no avancen, que retrocedan”, comenta Fathi.
Bengasi
EFE
El avance rebelde hacia la ciudad de Sirte parece haberse atascado ayer en el enclave petrolero de Ras Lanuf de donde han salido decenas de familias con destino a Bengasi, segunda ciudad libia y principal bastión de la oposición rebelde.
“No sigáis avanzando, quedaos aquí, debemos proteger el petróleo”, repetían ayer los altavoces de un coche en el puesto de control de los milicianos en las puertas de Ras Lanuf, donde la aviación fiel a Gadafi bombardeó en varias ocasiones para amedrentar a los milicianos, como pudo constatar Efe.
Al menos en tres ocasiones las baterías antiaéreas de esta posición rebelde intentaron sin éxito derribar a los aviones que atacaron primero a varios kilómetros de la posición, después a cinco y finalmente a menos de mil metros de donde se concentraban unos dos centenares de jóvenes milicianos.
Con cada explosión el mismo ritual: gritos, disparos de las baterías antiaéreas, huidas despavoridas hacia el desierto y el retumbar de la polvorienta explosión.
Después, los inexpertos rebeldes vuelven a unirse y comienzan a celebrar que la explosión no ha caído sobre ellos disparando al aire sus pistolas y metralletas y cantando canciones patrióticas y contra el líder libio, Muamar el Gadafi.
“Son como niños con ropa nueva en un día de fiesta”, confiesa Ibrahim al Jodeiri, un ex militar de 50 años que abandonó el Ejército hace tres años tras sufrir una trombosis una vez cumplidos 21 años de servicio.
“Nadie dirige a nadie, cada grupo hace lo que quiere, avanza o retrocede, dispara o no, tienen armas, son suyas y hacen con ellas lo que quieren”, asegura Ahmed Fathi, que también ha estado cuatro años en el servicio militar y que asegura que ahora se ha unido a las filas rebeldes.
No obstante, insiste en que hay que reconocer que la necesidad ha hecho que muchos hayan aprendido en sólo 24 horas a manejar las armas.
Tanto Fathi como Jodeiri, que se encuentra en el puesto fronterizo de Brega, a 120 kilómetros al este de Ras Lanuf, como varios rebeldes consultados por Efe, creen que la intención de las brigadas de Gadafi no es otra que asustar a los rebeldes.
“No quiere una matanza de civiles, además hay periodistas. Lo que quiere es que no avancen, que retrocedan”, comenta Fathi.
Bengasi
EFE