ASI LOS VIMOS
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 17 mayo, 2010
ASI LOS VIMOS
GAPARI
SAPRISSA
Navas: paradón a Vargas en el primer palo y después, a celebrar.
Loaiza: la figura del juego, muy seguro de su fútbol le atraé el balón, no le quema y además: golazo.
Drummond: fungió como capitán y desapareció del mapa a Solís.
Mena: sólido, sobrio, demuestra porqué es el favorito de Rónald González.
Robinson: me encanta este jugador; duro en marca, rápido, alegre; fue el que empezó la torta.
Balladares: topó mucho con Sánchez cuando este cambiaba de sector. Partido de trámite.
Guzmán: futbolista muy táctico; interesantísimo; típico del que las gradas no ven, pero su entrenador lo siente.
Barrantes: no le gustó que le quitaran el remate del segundo penal y no supo disimularlo. Segundo tiempo espectacular.
Centeno: el rey morado hizo de las suyas; todas las suyas, las geniales y las antipáticas.
Alonso: le tocó bailar con la más fea; curiosamente, apellido Bello.
Martínez: a base de olfato y ubicación, patrimonio de los goleadores, liquidó la final temprano.
Paniagua: siguió el trabajo de David, exacto.
Alemán: Myers lo premió con la estadística y le dio el penal.
Arrieta: pidió el penal que Bello le cometió y no hubo de piña.
SAN CARLOS
Grant: muy buen partido; impidió que el rosario aumentara.
Harris: se fajó en ofensiva; subió varias veces; loable.
Alvarado: los pases largos a su espalda resultaron letales.
Bello: bien amarrando a Alonso; flojo para cortar los filtros largos.
Mora: perdió el carril con Loaiza por “nocaut”.
Segura: desde el arranque le entró al Paté con agresividad; lució muy ansioso.
Acosta: la falta de ritmo se nota; poco de aquel candado seguro que incluso llegó a la Selección.
Pérez: desaprovechó oportunidades en tiros libres, colocándolos muy mal.
Sánchez: le encerraron el talento y no pasó de los costados.
Cunninghan: alegró el partido, no por virtudes, sino por las rechiflas de los fanáticos morados a su accionar.
Solís: atrapado por Jervis.
Russell: excelente relevo; desde luego que tardío.
Vargas: el único que probó las tenazas de Navas.
Venegas: ¿qué te habías hecho, Luis?
GAPARI
SAPRISSA
Navas: paradón a Vargas en el primer palo y después, a celebrar.
Loaiza: la figura del juego, muy seguro de su fútbol le atraé el balón, no le quema y además: golazo.
Drummond: fungió como capitán y desapareció del mapa a Solís.
Mena: sólido, sobrio, demuestra porqué es el favorito de Rónald González.
Robinson: me encanta este jugador; duro en marca, rápido, alegre; fue el que empezó la torta.
Balladares: topó mucho con Sánchez cuando este cambiaba de sector. Partido de trámite.
Guzmán: futbolista muy táctico; interesantísimo; típico del que las gradas no ven, pero su entrenador lo siente.
Barrantes: no le gustó que le quitaran el remate del segundo penal y no supo disimularlo. Segundo tiempo espectacular.
Centeno: el rey morado hizo de las suyas; todas las suyas, las geniales y las antipáticas.
Alonso: le tocó bailar con la más fea; curiosamente, apellido Bello.
Martínez: a base de olfato y ubicación, patrimonio de los goleadores, liquidó la final temprano.
Paniagua: siguió el trabajo de David, exacto.
Alemán: Myers lo premió con la estadística y le dio el penal.
Arrieta: pidió el penal que Bello le cometió y no hubo de piña.
SAN CARLOS
Grant: muy buen partido; impidió que el rosario aumentara.
Harris: se fajó en ofensiva; subió varias veces; loable.
Alvarado: los pases largos a su espalda resultaron letales.
Bello: bien amarrando a Alonso; flojo para cortar los filtros largos.
Mora: perdió el carril con Loaiza por “nocaut”.
Segura: desde el arranque le entró al Paté con agresividad; lució muy ansioso.
Acosta: la falta de ritmo se nota; poco de aquel candado seguro que incluso llegó a la Selección.
Pérez: desaprovechó oportunidades en tiros libres, colocándolos muy mal.
Sánchez: le encerraron el talento y no pasó de los costados.
Cunninghan: alegró el partido, no por virtudes, sino por las rechiflas de los fanáticos morados a su accionar.
Solís: atrapado por Jervis.
Russell: excelente relevo; desde luego que tardío.
Vargas: el único que probó las tenazas de Navas.
Venegas: ¿qué te habías hecho, Luis?