Andrea Vargas hinca a potencias mundiales

“Esto es trabajo, es lograr llegar donde cuesta demasiado. Ya por lograrlo una vez, la segunda vez cuesta más. Se trabajó durante todo el año y la consigna fueron los Juegos Panamericanos y lo logramos con una buena estrategia. Andrea es muy fuerte, capaz, una gran atleta y con una buena estrategia alcanzamos la meta que nos propusimos”, palabras textuales de Dixiana Mena, mamá y entrenadora de la bicampeona de oro Panamericana en 400 metros con vallas, Andrea Vargas.

Doña Dixiana lloró tras el triunfo de su hija; “estoy sensible, ha sido un año muy difícil. La muerte de mamá, Gerardina a los 84 años, afectó el entorno familiar. No pude acompañar físicamente a Andrea en los entrenamientos; mi hija padeció de muchas lesiones los últimos tres años, su esposo ha tenido problemas de salud y el fallecimiento de su abuelita la afectó muchísimo.

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La planificación para ganar el oro en los Panamericanos de Lima hace cuatro años fue muy diferente a la de ahora. La pandemia, la enfermedad de mamá, el cúmulo de lesiones de Andrea, nos obligó a preparar la estrategia para Chile con entrenamientos virtuales. La fuerza, la disciplina, la fe de Andrea, logró que triunfara nuestra estrategia que era atacar desde el inicio de la prueba y mantener la punta, meta muy, muy difícil. Lo logramos.

Hemos derrotado a atletas que son potencias mundiales en esta especialidad 400 con vallas de Estados Unidos, Cuba, Brasil, Canadá, Venezuela y otros países, con excelentes tiempos”, dijo la mamá de Andrea.

Para ganar el oro, la puriscaleña que hace cuatro años reside en Portland, Estados Unidos con su familia, donde entrenó en horas de la madrugada con temperaturas bajo cero preparándose para el frío de Chile, paró el cronómetro en 13.06, pero en la eliminatoria para clasificarse a la final, Andrea hizo su mejor marca: 12.78, solo un centésima más que la marca que se ocupa para clasificar a las Olimpiadas de París 2024, que es 12.77.

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Doña Dixiana opina que su hija pudo lograr el tiempo para la Olimpiada, en la final de Santiago, pero el frío y el viento la perjudicaron, pero no duda y menos Andrea que van a lograrlo.

Con una carrera espectacular, con antecedentes en su preparación casi que dramáticos, Andrea Vargas escribió de nuevo el nombre de Costa Rica en el medallero de los Panamericanos, en el renglón dorado, como toda ella: una atleta dorada.

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