América Latina hoy
América Latina hoy
A pesar de contar con una historia con crisis recurrentes, América Latina es una de las regiones que mejor han sorteado la crisis económica, una de las principales razones se debe a que el mercado financiero-bursátil no es tan profundo ni tan desarrollado como el estadounidense y que el otorgamiento de crédito fue más selectivo. En la región la exposición a activos tóxicos fue más baja o prácticamente nula, los productos estructurados no estaban tan ligados al mercado hipotecario de mala calidad y el otorgamiento de crédito se dio con menos exposición de riesgo.
Es por eso que hasta el momento ninguna institución financiera ha quebrado, ni siquiera ha habido retiros masivos de depósitos (más allá del normal “vuelo a la calidad”), tampoco parece que los bancos hayan comprado activos tóxicos. Es cierto que las bolsas han caído, el riesgo país ha aumentado y los tipos de cambio se han depreciado, pero no más que en Asia emergente a pesar de lo conocido de sus fortalezas.
El motivo principal de este buen desempeño latinoamericano a pesar de la situación es el menor apalancamiento de estas economías, ya que tanto el sector público como el privado han controlado su deuda. En momentos como este, en que la liquidez escasea, deber poco o nada es seguramente la clave del éxito.
El mercado costarricense ha sido afectado por la crisis actual, el principal dolor de cabeza de los puestos de bolsa se ha centrado en las posiciones apalancadas, pues al restringirse la liquidez las contrapartes de las recompras escasearon poniendo en aprietos las renovaciones de esas operaciones; por otra parte, al darse la corrección en el precio de los activos que garantizaban esos apalancamientos, muchos inversionistas tuvieron que correr para poder contar con el porcentaje de garantía exigido para estas operaciones.
En todo caso, cualquier predicción económica está sujeta a un cierto grado de incertidumbre, especialmente en situaciones tan complejas como la actual. El riesgo de que América Latina no converja con el resto del mundo (es decir que su PIB se desacelere más que el de los demás) depende fundamentalmente de dos factores más allá de las idiosincrasias nacionales, que no se desplomen los precios de las materias primas más allá de la caída que ya hemos experimentado en los últimos meses y que el costo del capital externo no aumente ulteriormente y se mantenga así durante un largo periodo de tiempo.
Marcelo Chaín Pizarro
Miembro de la junta directiva de ACAB y agente corredor de bolsa autorizado
A pesar de contar con una historia con crisis recurrentes, América Latina es una de las regiones que mejor han sorteado la crisis económica, una de las principales razones se debe a que el mercado financiero-bursátil no es tan profundo ni tan desarrollado como el estadounidense y que el otorgamiento de crédito fue más selectivo. En la región la exposición a activos tóxicos fue más baja o prácticamente nula, los productos estructurados no estaban tan ligados al mercado hipotecario de mala calidad y el otorgamiento de crédito se dio con menos exposición de riesgo.
Es por eso que hasta el momento ninguna institución financiera ha quebrado, ni siquiera ha habido retiros masivos de depósitos (más allá del normal “vuelo a la calidad”), tampoco parece que los bancos hayan comprado activos tóxicos. Es cierto que las bolsas han caído, el riesgo país ha aumentado y los tipos de cambio se han depreciado, pero no más que en Asia emergente a pesar de lo conocido de sus fortalezas.
El motivo principal de este buen desempeño latinoamericano a pesar de la situación es el menor apalancamiento de estas economías, ya que tanto el sector público como el privado han controlado su deuda. En momentos como este, en que la liquidez escasea, deber poco o nada es seguramente la clave del éxito.
El mercado costarricense ha sido afectado por la crisis actual, el principal dolor de cabeza de los puestos de bolsa se ha centrado en las posiciones apalancadas, pues al restringirse la liquidez las contrapartes de las recompras escasearon poniendo en aprietos las renovaciones de esas operaciones; por otra parte, al darse la corrección en el precio de los activos que garantizaban esos apalancamientos, muchos inversionistas tuvieron que correr para poder contar con el porcentaje de garantía exigido para estas operaciones.
En todo caso, cualquier predicción económica está sujeta a un cierto grado de incertidumbre, especialmente en situaciones tan complejas como la actual. El riesgo de que América Latina no converja con el resto del mundo (es decir que su PIB se desacelere más que el de los demás) depende fundamentalmente de dos factores más allá de las idiosincrasias nacionales, que no se desplomen los precios de las materias primas más allá de la caída que ya hemos experimentado en los últimos meses y que el costo del capital externo no aumente ulteriormente y se mantenga así durante un largo periodo de tiempo.
Marcelo Chaín Pizarro
Miembro de la junta directiva de ACAB y agente corredor de bolsa autorizado