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EDITORIAL


Alto a la destrucción del humedal

Los humedales tienen una gran diversidad biológica y su alta productividad les permite albergar numerosas poblaciones. Son inigualable fuente de vida

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 22 noviembre, 2010


Editorial 22 de noviembre 2010


Acostumbrados como estamos en Costa Rica a vivir en medio de una exuberante naturaleza, no es frecuente que nos detengamos a pensar en la importancia de un humedal.

Por eso, es necesario ahora tener muy claro que la invasión realizada por el gobierno de Nicaragua a nuestro territorio, está afectando seriamente uno de estos ricos y productivos sistemas que tradicionalmente aquí hemos llamado suampos.

Humedal, como la palabra lo indica, es una zona húmeda, sumamente importante para conservar las fuentes de agua, para darle estabilidad al hábitat y para proteger contra huracanes e inundaciones entre otras cosas.

Los humedales son de una gran belleza escénica pero además son primordiales para alimentar los acuíferos subterráneos y muy valiosos por la cantidad de alimento que presentan para las especies en desarrollo y las adultas.

Si el mundo quiere mitigar el cambio climático, lo menos que debe hacer es permitir que se destruyan humedales, porque estos tienen tantas plantas fotosintéticas que contribuyen en gran medida a incorporar CO2 al ambiente. Sin duda, son de la mayor importancia los procesos hidrológicos y ecológicos que en aquellos ocurren.

Los humedales tienen una gran diversidad biológica y su alta productividad les permite albergar numerosas poblaciones. Son inigualable fuente de vida.

Durante siglos se consideró que este tipo de tierras debían ser drenadas o “recuperadas”. Hoy, que tenemos conciencia de este error y sabemos que el abastecimiento de agua dulce en el mundo es uno de los problemas más graves que enfrenta la humanidad, entendemos que se deben cuidar con celo los humedales, librándolos de cualquier acción humana que los deteriore.

Costa Rica está clara en la urgencia de proteger el humedal de Isla Calero hoy víctima de la devastación. Necesitamos que los organismos internacionales nos acompañen en esta lucha por recobrar el suelo que fue invadido por Nicaragua y con ello recuperemos la posibilidad de preservar esa valiosa fuente de riqueza natural.







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