Academia de Líderes Católicos y Pacem in terris 60 años después
Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Lunes 31 julio, 2023
La recién pasada semana se reunió el Consejo General Directivo de la Academia de Líderes Católicos en su sesión presencial anual. Esta sesión aprovecha la realización de la etapa presencial del Diplomado Internacional sobre Doctrina Social de la Iglesia para reunir a sus integrantes que son expositores en esa actividad.
La Academia de Líderes Católicos es un centro internacional de formación en Doctrina Social de la Iglesia con más de 17 años de experiencia y presencia en 11 países de América y Europa, fundado en Santiago de Chile por un joven mexicano José Antonio Rosas que hoy es su Director General. Su sede actualmente se encuentra en México. Su misión es formar líderes desde una perspectiva católica, arraigados en la fe de la Iglesia, para transformar el mundo social, político y económico a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.
Siguiendo las orientaciones del Papa Francisco no busca la formación de partidos políticos católicos, sino formar a dirigentes con diferentes orientaciones dentro del espectro político, pero que compartan la visión basada en el amor que el Señor Jesús nos vino a dejar.
Opera en 11 países de América Latina en 38 diócesis, en EEUU actualmente con las comunidades hispanas de Chicago y Nueva York, y en Europa inicialmente en España.
En cada diócesis en alianza con el Sr. obispo se establece una Escuela de Doctrina Social de la Iglesia en la cual se imparten los cursos formativos, de conformidad con una malla curricular y una metodología aprobada y revisada mensualmente por un Consejo Académico de impresionantes credenciales.
La Academia de Líderes Católicos opera con el apoyo de 28 universidades católicas que certifican diversas de sus actividades, ha formado 11.987 alumnos presenciales y 35.142 mediante instrucción virtual, y en sus cursos han participado 433 expositores.
En Costa Rica la Academia de Lideres Católicos opera en la Diócesis de Ciudad Quesada con el patrocinio del Sr. Obispo de Ciudad Quesada y en la Arquidiócesis de San José bajo la égida del Sr. Arzobispo Monseñor José Rafael Quirós por medio de la Universidad Católica.
El diplomado internacional de este año se imparte junto con la Universidad La Salle - Chihuahua y con el apoyo de la Federación Internacional de Universidades Católicas y la Pontificia Comisión para América Latina.
Se dedicó a las condiciones actuales con los enfrentamientos geopolíticos que ha vuelto a dividir el mundo en bloque, con la invasión de Rusia a Ucrania y la guerra cruenta que causa dolor en esos dos países, y en el mundo entero. Esas dolorosas circunstancias se dan 60 años después de la carta encíclica del Papa San Juan XXIII Pacem in Terris.
Esa encíclica se emitió pocos meses después de la crisis de los misiles en Cuba, el momento en que el mundo ha estado más cerca de una catastrófica guerra nuclear, que hoy vuelve a acrecentar sus amenazas.
Ahora el Papa Francisco en su mensaje anual al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede de enero de 2023 señaló que la humanidad se vuelve a encontrar frente al riesgo de ‘la tercera guerra mundial de un mundo globalizado… una tercera guerra mundial a pedazos’ y ante ello, es necesario ‘restaurar el hilo de la paz’.
Volví a leer la encíclica de San Juan XXIII muchos años después de haberla estudiado y de haber admirado la sabiduría de sus conceptos. Me impresionó la claridad, la actualidad, la pertinencia de este mensaje del Santo Papa Bueno. Lo organiza alrededor de la concepción de que la paz se construyo con verdad, con justicia, con amor y con libertad.
Por eso quiero compartir con mis amables lectores algunos de sus conceptos:
“… entre las tareas más graves de los hombres de espíritu generoso hay que incluir, sobre todo, la de establecer un nuevo sistema de relaciones en la sociedad humana, bajo el magisterio y la égida de la verdad, la justicia, la caridad y la libertad: primero, entre los individuos; en segundo lugar, entre los ciudadanos y sus respectivos Estados; tercero, entre los Estados entre sí, y, finalmente, entre los individuos, familias, entidades intermedias y Estados particulares, de un lado, y de otro, la comunidad mundial”.
“Hay que indicar otro principio: el de que las relaciones internacionales deben ordenarse según una norma de libertad. El sentido de este principio es que ninguna nación tiene derecho a oprimir injustamente a otras o a interponerse de forma indebida en sus asuntos. Por el contrario, es indispensable que todas presten ayuda a las demás, a fin de que estas últimas adquieran una conciencia cada vez mayor de sus propios deberes, acometan nuevas y útiles empresas y actúen como protagonistas de su propio desarrollo en todos los sectores.”
“Sin embargo, para imbuir la vida pública de un país con rectas normas y principios cristianos, no basta que nuestros hijos gocen de la luz sobrenatural de la fe y se muevan por el deseo de promover el bien; se requiere, además, que penetren en las instituciones de la misma vida pública y actúen con eficacia desde dentro de ellas.”
“…es sobremanera necesario que en la sociedad contemporánea todos los cristianos sin excepción sean como centellas de luz, viveros de amor y levadura para toda la masa. Efecto que será tanto mayor cuanto más estrecha sea la unión de cada alma con Dios”.
60 años después, estas palabras vuelven a clamar proféticamente por nuestra acción. Cada persona, con independencia de nuestras condiciones y posibilidades, construimos paz si actuamos con verdad, con justicia con amor y somos respetuosos de la dignidad y libertad de cada otra persona.
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