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Realidad, cruda Realidad

Humberto Pacheco humberto.pacheco@pachecocoto.com | Martes 23 octubre, 2012



TROTANDO MUNDOS
Realidad, cruda Realidad


Volvamos a la realidad local, el fútbol. Lo único que interesa a los ticos. Una vez más, con un masoquismo enfermizo, la Sele pasa de round dejando los pelos en el alambre, y todo es felicidad. No nos referimos al partido con Guyana, que dibujó el rumbo que debió seguir desde el principio un equipo verde, como dijo su propio entrenador, pues ese abultado triunfo solo nos dice que unas islas del Caribe siguen jugando crickett, no fútbol.
Algunos descubrieron en el reciente juego contra El Salvador- en el que a duras penas le sacamos a un equipito (con respeto pero con realidad) una victoria de un gol- lo obvio de este proceso: Bryan Ruiz derrotó a El Salvador; es el único jugador de grandes ligas que tenemos en la actualidad, muy superior al resto del montón que lo acompaña. Hay quienes quieren, en la desesperación, rescatar algo del segundo tiempo basados en el esfuerzo que pusieron “los demás”. Pero romperse el alma en completo “disarray” no sirve y eso fue lo que vimos. Pretender otra cosa es ser un optimista empedernido y eso nubla la razón.
Hemos repetido hasta la saciedad que el fútbol es un juego de conjunto. La longevidad de los entrenadores en los equipos exitosos y el tiempo que a esas selecciones le dedican los jugadores, lo confirma ampliamente. Basta con ver las eliminatorias de Europa y las ligas nacionales, todo lo cual está disponible a diario en la tele local, para entender que en América- particularmente en Costa Rica- nos hemos quedado muy atrás. Para ser más específicos, el área centroamericana nada tiene que ver con ese nivel de fútbol, ni aún valiéndose de algunos escuálidos legionarios y de una que otra ocasional estrella que, a falta del “resto del equipo” que lo acompaña en Europa, no logra mayor cosa.
Sí a eso le sumamos el mal hábito de Costa Rica de nombrar una docena de experimentos de entrenador durante el proceso, permitiéndole al último solo unas pocas semanas para intentar el milagro- conjuntar al equipo- no se requiere un Máster de INCAE para entender hacia adonde vamos.
Ya lo dijimos con los atletas que en Londres hicieron casi todos un desteñido y lleno de excusas pobre papel. La improvisación, y luego sentirnos “pobreciticos”, es marca de fábrica tica. No logra más que acostumbrar a algunos a justificar la mediocridad. Lo que dirijan mediocres tiene la visión de mediocres (lo mismo se ve en las obras públicas por todos lados, mediocridad). No se puede pedir peras al olmo.
Conste que no culpamos al entrenador. No recordamos haberlo hecho muchas veces porque la verdad es que ninguno tiene la varita mágica para producir el milagros tico de los peces y los panes. Bora, que tuvo fue firmeza para secuestrar a los jugadores por un tiempo para que se dedicaran en serio a su quehacer, algo logró.
¿En Brasil qué esperamos hacer que no sea el ridículo? ¿No será otra vez muy tarde?

Lic. Humberto Pacheco A., M.C.L.
vikocr@racsa.co.cr

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