Para qué leyes si las incumplimos
| Viernes 04 mayo, 2012
Una cosa es tener buena y suficiente legislación para este país, y otra muy diferente que la misma se cumpla
Para qué leyes si las incumplimos
Escuchamos con frecuencia que la Asamblea Legislativa debe ser más productiva, que se deben aprobar más leyes y, en general algunos suponen que mediante eso se podrían solucionar muchos problemas de la sociedad.
Es verdad que urge la aprobación de algunas leyes. Pero resulta indispensable distinguir que una cosa es tener buena y suficiente legislación para este país, y otra muy diferente que la misma se cumpla. Y en muchos casos ese y no otro es el problema.
Si las leyes se incumplen de nada sirvió haberlas aprobado y ejemplos de esto son parte de nuestro día a día. Salir de este círculo vicioso requiere comprender las razones por las cuales los costarricenses son proclives a burlar sus leyes y qué ha faltado para cambiar este mal hábito en el país.
Lo primero es analizar por qué tenemos una mala cultura en este sentido. Si el costarricense se traslada al exterior de inmediato adopta la cultura del país en que se encuentre. Sabe que hay vigilancia y que si incumple recibirá un castigo.
Esto denota un problema en la educación y otro en el aparato represivo. Ni nos educan para ser responsables de nuestros actos ni nos castigan cuando incumplimos las leyes. Parece que adquirimos muy poco en nuestros procesos educativos de algo tan importante como la disciplina.
La pregunta es: ¿sirve de algo una enorme cantidad de leyes, algunas de las cuales ni siquiera tienen señalada la sanción por su incumplimiento, si no existe vigilancia alguna para que se respeten y no hay castigo para quien no lo haga?
Del incumplimiento de las leyes no es responsable el legislador, excepto cuando aprueba normas sin señalar sanción por no acatarlas. Corresponde al Poder Ejecutivo y al Judicial que se respete la legislación. Pero es en este aspecto donde tenemos problemas.
Parece urgente estudiar el estado de incumplimiento de nuestras leyes y por ende de las obligaciones de quienes tienen como deber vigilar su cumplimiento.
En Costa Rica igual se botan basuras a las calles, aceras o ríos como se incumple el pago de los impuestos. Se saltan luces de semáforo, se desacatan las normas para las instalaciones eléctricas de las viviendas provocando incendios, se conduce sin licencia o con ella vencida, se parquea en zonas prohibidas, y una lista interminable de asuntos para los cuales hay suficiente legislación.
Está claro que Costa Rica no solo necesita de algunas nuevas leyes. Necesitamos con urgencia que se tomen medidas para el cumplimiento de las existentes. El orden y una disciplina que no tenemos actualmente pueden cambiar no solo la cultura, para bien, sino la imagen que ofrecemos como país.