Expulsión de políticos, única vía para salvar la Caja
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 24 mayo, 2012
Debacle financiera se debe a mala gestión
Expulsión de políticos, única vía para salvar la Caja
Intervención y concurso público para nombramientos de jerarcas, recomiendan diputados
Expulsar a los políticos de la institución o permitir una intervención por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es a criterio de los diputados, la única forma de salvar la Caja Costarricense de Seguro Social de la ruina financiera.
A pocas semanas de que finalice la investigación política que llevaron a cabo los legisladores, esas son algunas de sus principales recomendaciones.
Sin hacer aún señalamientos directos, los legisladores concluyen que fueron los políticos los que llevaron a la institución a una posible ruina.
Bajo esa premisa, lo mejor sería despolitizar la institución, ya sea revocando los nombramientos de la presidencia ejecutiva, la junta directiva y todas las gerencias.
Esto, con el objeto de que mediante un concurso público, fiscalizado por la sociedad civil, preferiblemente, se nombre a los nuevos responsables de la institución.
La otra salida es acudir a la ayuda internacional, para que la OPS se haga cargo de la institución, mientras vuelve a tener salud financiera.
“Lamentablemente, la Caja ha sido manejada con criterio político, anteponiendo otras cosas que no son necesariamente el interés público. Creo que la solución pasa por expulsar los políticos de la institución para salvarla”, expresa José María Villalta, diputado del Frente Amplio.
En julio pasado la OPS determinó en un estudio, que la Caja debía congelar el crecimiento de plazas y salarios, para evitar una debacle financiera, la cual ascendería a más de ¢300 mil millones en pérdidas para 2015.
Entre 2005 y 2010, se crearon 10 mil puestos de trabajo en esa institución, de acuerdo con el informe, lo cual generó el desequilibrio financiero y lo peor de todo, es que no se solventaron los problemas de citas y largas filas.
Durante más de siete meses, los legisladores se han abocado a realizar una investigación sobre el tema, la cual tiene como objeto, entre otras cosas, impulsar reformas a la ley y señalar a los culpables.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
Expulsión de políticos, única vía para salvar la Caja
Intervención y concurso público para nombramientos de jerarcas, recomiendan diputados
A pocas semanas de que finalice la investigación política que llevaron a cabo los legisladores, esas son algunas de sus principales recomendaciones.
Sin hacer aún señalamientos directos, los legisladores concluyen que fueron los políticos los que llevaron a la institución a una posible ruina.
Bajo esa premisa, lo mejor sería despolitizar la institución, ya sea revocando los nombramientos de la presidencia ejecutiva, la junta directiva y todas las gerencias.
Esto, con el objeto de que mediante un concurso público, fiscalizado por la sociedad civil, preferiblemente, se nombre a los nuevos responsables de la institución.
La otra salida es acudir a la ayuda internacional, para que la OPS se haga cargo de la institución, mientras vuelve a tener salud financiera.
“Lamentablemente, la Caja ha sido manejada con criterio político, anteponiendo otras cosas que no son necesariamente el interés público. Creo que la solución pasa por expulsar los políticos de la institución para salvarla”, expresa José María Villalta, diputado del Frente Amplio.
En julio pasado la OPS determinó en un estudio, que la Caja debía congelar el crecimiento de plazas y salarios, para evitar una debacle financiera, la cual ascendería a más de ¢300 mil millones en pérdidas para 2015.
Entre 2005 y 2010, se crearon 10 mil puestos de trabajo en esa institución, de acuerdo con el informe, lo cual generó el desequilibrio financiero y lo peor de todo, es que no se solventaron los problemas de citas y largas filas.
Durante más de siete meses, los legisladores se han abocado a realizar una investigación sobre el tema, la cual tiene como objeto, entre otras cosas, impulsar reformas a la ley y señalar a los culpables.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net