CULTURA

Esferas precolombinas más cerca de ser Patrimonio de la Humanidad

Cortesía Museo Nacional/La República

El proyecto que busca que sitios con esferas precolombinas costarricenses sean declarados como Patrimonio Cultural de la Humanidad, dio un nuevo paso esta semana.
El viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que otorga ese título, aceptó el expediente de Candidatura, que permitiría la eventual declaratoria.
El país envió el documento al organismo internacional el 31 de enero pasado e incluye cuatro espacios arqueológicos en los que hay piedras precolombinas: Batambal, Finca 6, Grijalba y El Silencio, ubicado en el cantón de Osa.
La noticia fue dada a conocer el mismo viernes por la presidenta Laura Chinchilla, Cristian Kandler, director del Museo Nacional y el escultor costarricense Jorge Jiménez Deredia, en conferencia de prensa.
El expediente es el resultado de un proceso de investigación que lleva más de diez años y es un primer paso en el proceso de declaratoria.
Ahora un grupo de expertos se dedicará a hacer un estudio profundo de los documentos presentados, para ver si los cuatro sitios arqueológicos que tienen esferas propuestos, cumplen con los requisitos para concursar por el título.
Incluso podrían hacer una visita al país para verificar toda la información que se consignó en el expediente, afirmó el director del Museo Nacional.
La evaluación profunda será hecha por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), que tiene tiempo para dar su dictamen sobre la propuesta hasta mayo de 2014.
Ese organismo entregará sus evaluaciones y recomendaciones a la Secretaría del Centro de Patrimonio Mundial de UNESCO, y este último tomará la decisión en junio del próximo año.
Esta es la primera vez que la UNESCO acepta un expediente de Costa Rica con respecto a sitios de carácter cultural, ya que anteriormente todas las declaratorias que tiene el país han sido de carácter natural y una de patrimonio cultural inmaterial, que es la tradición del Boyero y la Carreta.

Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net