Costa Rica y el compromiso democrático
| Sábado 01 febrero, 2014
Está claro que el compromiso democrático entraña el querer algo que beneficie a todos y no a intereses particulares
Costa Rica y el compromiso democrático
La democracia es la piedra angular de la sociedad costarricense y por lo tanto su fortalecimiento y promoción de la buena gobernabilidad es una de sus principales tareas, para garantizar la paz, la seguridad, el desarrollo y la sostenibilidad de la misma.
La Constitución Política de Costa Rica indica claramente las condiciones en que impera la ley, iguales para todos los ciudadanos, y la dirección del Estado se construye a partir de la representatividad y la participación de la población.
Lo que supone que la democracia además de sistema, es también un espacio de reglas y de juego político que permite organizar un conjunto de individuos, en el cual el poder no radica en una sola persona sino que se distribuye entre todos los ciudadanos, en otras palabras en la opinión de la mayoría.
Se entiende a la democracia como un conjunto de relaciones sumamente frágil y en continuo peligro. El cumplimiento de sus objetivos depende de todos los actores políticos, y de todos los ciudadanos para que esta se asiente y perdure.
Está claro que el compromiso democrático entraña el querer algo que beneficie a todos y no a intereses particulares. Lo que implica fortalecer los mecanismos y procesos políticos encaminados a lograr ampliar la legitimidad del sistema.
Está cerca la hora en que los y las costarricenses reafirmen esta condición, pero seamos conscientes y exigentes y aspiremos a un país en donde el congreso tenga capacidad de control sobre el poder ejecutivo, en donde haya rendición de cuentas, transparencia y demandemos respuestas a la falta de trabajo, inseguridad ciudadana, a la lucha contra el narcotráfico y la corrupción en el sector público.
La larga transición política de Costa Rica debe continuar por la senda de la consolidación de la democracia y no en su distorsión, que pone en peligro la libertad, justicia y la participación ciudadana.
Mañana los costarricenses reafirmamos nuestra vocación al sistema de gobierno basado en la democracia representativa, participativa, y pluralista en la que el pueblo “ejerce el poder público” mediante el sufragio tal como lo establece la constitución política.
La lucha por el poder solo tiene sentido si ella busca ideales más amplios y si su propósito esencial es la competencia entre visiones alternativas sobre la mejor forma de organizar la sociedad. La democracia implica competencia por el poder, pero esa competencia no puede ser fruto de la vanidad de las elites sino resultado de visiones alternativas para el futuro.
Finalmente, Costa Rica está paralizada por la inacción, la corrupción, y el desempleo, y una tarea para el próximo gobierno, en un país de tradición democrática, será abrir canales de tolerancia, respeto, e ideas para avanzar y corregir los rezagos sociales que nos afectan, porque la función pública implica un servicio y no un lugar de privilegio, y menos de enriquecimiento.
Luis Fernando Allen Forbes
Director Ejecutivo
Asociación Salvemos El Río Pacuare
Lfaf05@yahoo.com