Casi coronado
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 07 enero, 2013
No hay certeza del todo, pero Johnny Araya está bien posicionado
Casi coronado
Sus metas incluirían mayor poder a municipalidades y reducción de pobreza
Es temprano todavía para coronar a Johnny Araya como el próximo presidente de Costa Rica.
No obstante, el retiro el viernes pasado de Rodrigo Arias como aspirante, le abre un camino amplio al alcalde de San José para llegar a la presidencia en las elecciones de febrero de 2014.
Esto porque Araya representa a Liberación Nacional, que por mucho es el partido más popular del país.
Por otra parte, el hecho de que Araya esté más cerca que nunca de acceder a la silla presidencial, aclara en parte el camino que seguiría Costa Rica en los próximos años.
Por ejemplo, habría un impulso al mejoramiento urbano y a la descentralización del poder a favor de las municipalidades, entre otros proyectos.
En estos momentos, el principal reto para Araya no sería tanto llegar a Zapote, sino obtener un apoyo legislativo adecuado para lidiar con el entrabamiento que ha caracterizado a varias de las anteriores administraciones.
En lo que a la elección se refiere propiamente, es casi seguro que habrá varios candidatos concursando para la presidencia.
En el PLN propiamente, Fernando Berrocal todavía se está postulando como posible abanderado, mientras Otto Guevara del Movimiento Libertario, Juan Carlos Mendoza del PAC y Pedro Muñoz en el PUSC, entre otros, siguen con sus pretensiones electorales y de coalición política.
No obstante, todos los partidos de oposición juntos no alcanzan la simpatía electoral que tienen los costarricenses por el PLN, pues los verdiblancos gozan de un 33% de apoyo, contra un 22% de los demás partidos. Eso sí, hay que tomar en cuenta que el resto de los nacionales no quiere sabe nada de la política.
Por otra parte, el alcalde capitalino es la figura política más popular en Costa Rica, con un 61% de opiniones favorables, de acuerdo con la encuesta de CID Gallup para LA REPUBLICA del mes pasado.
Tomando en cuenta esas cifras, es probable que este año, la lucha política más intensa se encuentre dentro del PLN.
Muchos de los demás aristas ahora se acercarán a Araya, para ver qué tipo de puesto se encontrarían en un futuro gobierno, o quizás una diputación de buen nivel.
Sin embargo, no será nada fácil, dado que los que han apoyado a Araya desde el inicio de su campaña, ya tendrían sus cargos asegurados.
Entre los partidarios de Araya están Antonio Alvarez, que sería el primer diputado liberacionista, así como su esposa, Nuria Marín, eventual canciller de la República. En esta lista privilegiada también estaría su hermano Rolando Araya.
Otros cercanos colaboradores como Luis Gerardo Villanueva, Xinia Espinoza, Edgardo Araya y Maureen Ballestero tendrían participación en el futuro gobierno.
En cuanto al perfil de una eventual administración arayista, el alcalde ha indicado de manera preliminar algunas de sus principales metas.
Entre ellas está la devolución de una mayor cuota de poder a los municipios, la reforma de un ineficiente Estado y la reducción de la pobreza.
Asimismo, el mejoramiento de las finanzas nacionales es otro tema que ha tocado Araya, pues cree que se deben cobrar mejor los impuestos y hacer otros ajustes fiscales.
Para llegar a esta y otras metas, el desafío para Araya sería contar con un apoyo legislativo de al menos 29 diputados y de esta forma aprobar sus iniciativas sin el concurso de la oposición.
No obstante, desde los tiempos de Rafael Angel Calderón en 1994, ningún presidente ha logrado llegar a esta cifra.
En las últimas dos campañas, los candidatos verdiblancos Oscar Arias y luego Laura Chinchilla se lanzaron en esa cruzada sin obtener éxito.
Otros de los retos para Araya está relacionado con contener a la oposición en su contra.
En mayo de 2010 cuando Rodrigo Arias se autoproclamó de forma temprana como aspirante a la Presidencia, se convirtió irremediablemente en el pararrayos de Liberación Nacional.
En ese sentido, el propio Arias reconoció el viernes pasado que fue víctima de “una campaña virulenta por parte de la oposición”, solo por el hecho de ser candidato.
Ahora, tras la renuncia de Arias, el enemigo a vencer por parte de la oposición es el alcalde capitalino, al cual atacarán ferozmente en los próximos meses.
En ese sentido, el tiempo no está a favor de Araya, porque todavía queda más de un año para los comicios generales.
Otro de los problemas de Araya es la cuota de “arismo” que tendrá en su gobierno.
Por un lado, la clave de su éxito es haberse alejado de las tendencias neoliberales que representaban Oscar y Rodrigo Arias, pero a la hora de la verdad, Araya no puede dejar por fuera a esta tendencia del futuro gobierno, pues el “arismo” tiene un gran peso a lo interno del PLN y pelearse con ellos, sería negativo para su administración.
Fortalezas y retos
A un año de las elecciones nacionales, Johnny Araya debe explotar sus fortalezas y cuidarse de sus debilidades, con el objetivo de mantener el apoyo de los costarricenses y así convertirse en el próximo presidente.
Fortalezas
Es un político con carisma, que se percibe como capaz de planificar y ejecutar proyectos
Representa una corriente dentro del PLN que busca retomar sus raíces y difiere del neoliberalismo que representan los Arias
Durante sus dos décadas al frente del municipio ha mejorado San José notablemente
Debido a su labor, está constantemente bajo la mira de la prensa, por lo que su gestión es dada a conocer de forma gratuita
Pertenece a una familia política con gran arraigo nacional
La oposición está muy fragmentada, por lo que en principio ganaría fácilmente
Retos
Unir al PLN para llegar a la elección como partido fuerte y consolidado
Lograr un mínimo de 29 diputados para impulsar sus proyectos en el Congreso
Defenderse adecuadamente de los dardos que la oposición le lanzará durante todo un año
Disminuir las luchas internas que se generarán en el PLN en la repartición de puestos y cuotas de poder para las respectivas tendencias, incluido el “arismo”
Luchar contra el abstencionismo y obtener un 40% de votos válidos en los comicios para declararse ganador sin ir a una segunda ronda
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net