Por eventual mandato débil y falta de gente

Obligado PAC a buscar líderes de afuera

Nuevo presidente deberá hacer más de 800 nombramientos

En caso de ganar la presidencia de la República, el PAC estaría obligado a buscar gente de otros partidos para llenar los 800 puestos que se requieren para gobernar.

Esto, debido a la imposibilidad de contar a lo interno con los suficientes hombres y mujeres para llenar todas las plazas y al mismo tiempo, por la clara división del electorado que no le daría un mandato contundente a partir de mayo.
Así lo entiende su candidato Luis Guillermo Solís, quien prefiere hablar en estos momentos de un gobierno de unidad, en vez de un gobierno del PAC, para ir acercando sectores, partidos y líderes a su proyecto.
El rojiamarillo ya dio pruebas de esa apertura desde el puro inicio de la campaña, al nombrar a sus dos vicepresidentes.
Se trata de Helio Fallas y Ana Helena Chacón, dos “adoptados” que militaron por años en el PUSC y que salieron de esa agrupación tras los escándalos de corrupción.
Más recientemente, al ganar su derecho a participar en una segunda ronda electoral, Solís profundizó su mensaje de unidad y ya reconoce que su eventual gobierno tendrá una base rojiamarilla, pero sin ser excluyente.
“Aun teniendo la mejor gente imaginable en el PAC, no es la mejor idea cerrar las puertas a personas de otros partidos o sectores. En ese sentido, buscaremos a las personas mejor calificadas y ya estamos pensando en ellas aunque no son de nuestro partido”, expresó Solís.
En ese sentido, el aspirante del PAC deja claro que su gobierno no sería un rejuntado como si fuera una mejenga en la Sabana, sino el producto de un proceso serio que requiere una articulación, “donde la gente que participe en él tendrá coincidencias en principios, valores y proyectos”.
Hasta el momento, Solís no ha querido soltar prenda sobre otras figuras políticas externas que lo puedan acompañar en el gobierno.
Antes de llegar a Zapote el nuevo presidente de la República debe hacer una gran cantidad de nombramientos de confianza.
Entre ellos, se encuentran todos los ministros, presidentes ejecutivos y embajadores con su respectivo personal.
Asimismo, se deben agregar los representantes gubernamentales en diversas juntas directivas y todas las instituciones, por lo que el número a final de cuentas asciende a poco más de 800 nombramientos, de acuerdo con José Joaquín Arguedas, director del Servicio Civil.
La inexperiencia del PAC en la función pública y la falta de figuras capacitadas para gobernar, no necesariamente sería algo negativo para ese partido.
No solo porque se presenta como una agrupación libre de los errores y la corrupción de administraciones anteriores, sino que también tiene la posibilidad de atraer a su eventual proyecto a gente calificada de otros partidos, explica Gustavo Araya, analista político.
“No es que el PAC no tenga la gente para llenar todos los puestos, la pregunta es si tiene la gente calificada para hacerlo. El llamado de apertura que está haciendo Luis Guillermo responde un poco a esa lógica y a la necesidad de adecuar el partido al entorno político, económico y social, en el que existe mucha división. En caso de no hacerlo y mirar únicamente a lo interno, sería una soberbia que se pagaría caro”, concluyó Araya.
La apertura del PAC a gente de afuera es un fenómeno de esta contienda electoral, pues en los tres procesos anteriores bajo la guía de Ottón Solís, los rojiamarillos no aceptaron a nadie que no fuera de su agrupación.
La división a la que se refiere Araya está relacionada con las últimas elecciones, en las que ninguno de los partidos políticos logró más de 18 diputados.
En el caso del PAC, el número no pasará de 13 como máximo.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
@earrietaLR