100 días de aventuras

Rodrigo Chaves brindó el reporte sobre sus primeros 100 días de gobierno el 16 de octubre pasado, un discurso que enfatizó la perspectiva de escenarios futuros que planea desde el Poder Ejecutivo.

La explicación incluyó temas de educación, salud, transporte y, por supuesto fiscal.

Este último es importante para nosotros los empresarios, debemos reflexionar sobre desde adónde suenan las campanas.

La estrategia fiscal del gobierno se consolida en cuatro pilares:

1. Ingreso Tributario

2. Gasto Publico

3. Gestión de la deuda

4. Venta de activos del Estado

Sin duda alguna, la venta de activos del Estado ha generado la mayor discusión en los últimos días, se trata de dos entidades financieras y el 49% del capital accionario del INS, la aseguradora más grande de Centroamérica. El tema da muchísimo de qué hablar, sin duda, pero nos distrae de asuntos más inmediatos como el ingreso tributario.

Vamos, puede que simplemente hayamos obviado al propio esa parte, ya sea por el nivel de tecnicismo del tema o porque simplemente es feo hablar de impuesto. Lo que es cierto es que lo señalado por Rodrigo Chaves debe analizarse.

Tengamos en cuenta que la deuda país una vez más está corriendo riesgo. Estamos en un escenario de alta inflación, un descontrol de información debido al hackeo y un gobierno costarricense que realmente requiere ingresos.

La mejoría en ingresos va sobre los siguientes puntos:

a. Mejorar la fiscalización

Las mejoras en fiscalización van de la mano con el proyecto de Hacienda Digital. El presidente deseaba ejecutarlo siendo Ministro de Hacienda de la anterior administración y no hay razón para que lo demore más.

Rodrigo también mencionó mejoras en los controles de impuestos actuales para evitar la evasión y elusión fiscal. Estas mejoras pueden ser desde la implementación de declaraciones pendientes históricamente, como la de Precios de transferencia hasta la aplicación de minería de datos para lograr fiscalizaciones más agresivas.

En el discurso mencionó la integración de datos, es decir, las fiscalizaciones cruzadas serán una realidad.

b. Mejorar la recaudación

El presidente buscará medios más rápidos para las declaraciones. Habló de mejorar los medios de conectividad. Al aumentar la conectividad, mejora la recaudación de datos que podrían ser utilizados en las fiscalizaciones.

c. Modificación del sistema de renta

Por último, habló de la transformación de nuestro sistema cedular de integración de rentas en utilidades a un sistema de renta global. Buscará integrar las diferentes cédulas de renta que hoy concurren en nuestra normativa tributaria.

El proyecto de Ley de renta global presentado en el gobierno pasado fue cesado, en su momento porque, según dijeron, debían evaluar la situación y analizar la aplicación de la norma presentada por el Gobierno de Carlos Alvarado. Es decir, intuimos que el actual gobierno presentará su propio proyecto de renta global.

El cambio tributario llegará, sin duda, al mismo tiempo que un aumento en la agresividad de la Administración Tributaria.

Si se ve en frio, del plan estratégico fiscal del gobierno, prácticamente todos recaen en una Asamblea Legislativa que no necesariamente consigna con el Poder Ejecutivo. Mientras que, de las pocas herramientas de batalla que corren por la Administración Tributaria, está el nivel de intensidad en fiscalización que le permita recaudar más y traer recursos frescos al Gobierno.

En guerra avisada no muere soldado así que a ponernos en orden, los sonidos de tambor ya se escuchan en Zapote.