Zapatero ofrece diálogo en segundo mandato
| Sábado 12 abril, 2008
Zapatero ofrece diálogo en segundo mandato
Presidente del gobierno español solo contó con el apoyo de sus copartidarios
Madrid
EFE
El socialista José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido el viernes presidente del Gobierno español para un segundo mandato en una votación en el Parlamento, en la que obtuvo una mayoría simple, solo con el respaldo de los diputados de su grupo.
Zapatero recibió 169 votos a favor, 158 en contra y 23 abstenciones, lo que le convierte en el primer jefe del Ejecutivo español que tras ganar su partido las elecciones no es ratificado en el Congreso de los Diputados por mayoría absoluta (176 votos de un total de 350 escaños).
Pese a ello, declaró sentirse “más contento” que hace cuatro años cuando fue investido con mayoría absoluta tras pactar los apoyos que le faltaban con la coalición de tendencia comunista Izquierda Unida y con los independentistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
La falta de una mayoría absoluta en el Parlamento le obligará a buscar apoyos puntuales con las demás fuerzas políticas, aunque no descartó tampoco llegar con alguna a un acuerdo estable.
Al igual que en la primera ronda, el viernes votaron en contra todos los diputados del conservador Partido Popular (PP), el principal de la oposición con 154 escaños, los tres representantes de ERC y Rosa Díez, la ex socialista que se estrena en el Parlamento como la única diputada del nuevo partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD).
El resto de grupos minoritarios, incluidos los nacionalistas catalanes (CiU) y vascos (Partido Nacionalista Vasco), tercera y cuarta fuerza parlamentarias, se abstuvieron.
Tras proclamar que en este segundo mandato pretende llevar a la practica su “idea de España”, con el dialogo como “su pauta esencial de comportamiento”, Rodríguez Zapatero, de 47 años, propuso a las demás fuerzas políticas la consecución de pactos en asuntos esenciales, con una mención especial al PP, como “principal partido de la oposición”.
En esa búsqueda de acuerdos, incluyó a todas las fuerzas políticas, también a las que el viernes votaron “no” a su investidura.
El reelegido presidente del Gobierno dijo que buscará pactar “una estrategia antiterrorista compartida por todos para vencer a ETA”, la renovación de los órganos de la Justicia, los principales asuntos de la Presidencia española de la Unión Europea en 2010, y la modernización de la Administración de Justicia.
Y se comprometió a hacer frente a los efectos de la crisis económica mundial “con urgencia, con medidas de alcance coyuntural y reformas y medidas a más largo plazo” a través de un dialogo con los empresarios y los sindicatos.
Mariano Rajoy, líder de la oposición conservadora, recogió el guante lanzado por Zapatero de cara a eventuales pactos.
“Mi grupo quiere acuerdos de Estado, estamos dispuestos a hacerlos, no solo estamos dispuestos sino que pedimos que se hagan en materia de terrorismo para derrotar a ETA”, en el modelo de Estado, en materia de política exterior y Presidencia española de la Unión Europea, protección social y justicia.
La receptividad mostrada por Rajoy tuvo también un reflejo en los otros grupos minoritarios, como los nacionalistas vascos del PNV, que aunque se abstuvieron en la votación, señalaron a través de su portavoz parlamentario, Josu Erkoreka, que seguirán “con la mano tendida y la voluntad firme de encontrar soluciones”.
Zapatero, que días antes de las votaciones sondeó la posibilidad de alcanzar un acuerdo estable con nacionalistas catalanes y vascos, advirtió en su discurso de investidura a los segundos que no se embarcará “en aventuras”.
El presidente regional vasco (lehendakari), Juan José Ibarretxe, del PNV, anunció en 2007 que en octubre de este año convocará un referéndum sobre las relaciones futuras del País Vasco con España.
La consulta no está contemplada dentro de la Constitución española que reserva ese derecho al Gobierno central.
La estrategia a seguir con la organización terrorista ETA, que desde hace más de 30 años busca la independencia del país vasco por las armas, y las reclamaciones nacionalistas han sido los dos asuntos que más han enfrentado en la anterior legislatura, de una gran dureza política, al Gobierno de Zapatero y al PP de Rajoy.
El líder conservador afronta grandes tensiones internas en su partido tras perder por segunda vez las elecciones y de cara al congreso que celebrará el próximo mes de junio en el que su liderazgo podría ser cuestionado por algunos sectores y en el que la presienta regional de Madrid, Esperanza Aguirre, reclama un debate de “ideas”.
Presidente del gobierno español solo contó con el apoyo de sus copartidarios
Madrid
EFE
El socialista José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido el viernes presidente del Gobierno español para un segundo mandato en una votación en el Parlamento, en la que obtuvo una mayoría simple, solo con el respaldo de los diputados de su grupo.
Zapatero recibió 169 votos a favor, 158 en contra y 23 abstenciones, lo que le convierte en el primer jefe del Ejecutivo español que tras ganar su partido las elecciones no es ratificado en el Congreso de los Diputados por mayoría absoluta (176 votos de un total de 350 escaños).
Pese a ello, declaró sentirse “más contento” que hace cuatro años cuando fue investido con mayoría absoluta tras pactar los apoyos que le faltaban con la coalición de tendencia comunista Izquierda Unida y con los independentistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
La falta de una mayoría absoluta en el Parlamento le obligará a buscar apoyos puntuales con las demás fuerzas políticas, aunque no descartó tampoco llegar con alguna a un acuerdo estable.
Al igual que en la primera ronda, el viernes votaron en contra todos los diputados del conservador Partido Popular (PP), el principal de la oposición con 154 escaños, los tres representantes de ERC y Rosa Díez, la ex socialista que se estrena en el Parlamento como la única diputada del nuevo partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD).
El resto de grupos minoritarios, incluidos los nacionalistas catalanes (CiU) y vascos (Partido Nacionalista Vasco), tercera y cuarta fuerza parlamentarias, se abstuvieron.
Tras proclamar que en este segundo mandato pretende llevar a la practica su “idea de España”, con el dialogo como “su pauta esencial de comportamiento”, Rodríguez Zapatero, de 47 años, propuso a las demás fuerzas políticas la consecución de pactos en asuntos esenciales, con una mención especial al PP, como “principal partido de la oposición”.
En esa búsqueda de acuerdos, incluyó a todas las fuerzas políticas, también a las que el viernes votaron “no” a su investidura.
El reelegido presidente del Gobierno dijo que buscará pactar “una estrategia antiterrorista compartida por todos para vencer a ETA”, la renovación de los órganos de la Justicia, los principales asuntos de la Presidencia española de la Unión Europea en 2010, y la modernización de la Administración de Justicia.
Y se comprometió a hacer frente a los efectos de la crisis económica mundial “con urgencia, con medidas de alcance coyuntural y reformas y medidas a más largo plazo” a través de un dialogo con los empresarios y los sindicatos.
Mariano Rajoy, líder de la oposición conservadora, recogió el guante lanzado por Zapatero de cara a eventuales pactos.
“Mi grupo quiere acuerdos de Estado, estamos dispuestos a hacerlos, no solo estamos dispuestos sino que pedimos que se hagan en materia de terrorismo para derrotar a ETA”, en el modelo de Estado, en materia de política exterior y Presidencia española de la Unión Europea, protección social y justicia.
La receptividad mostrada por Rajoy tuvo también un reflejo en los otros grupos minoritarios, como los nacionalistas vascos del PNV, que aunque se abstuvieron en la votación, señalaron a través de su portavoz parlamentario, Josu Erkoreka, que seguirán “con la mano tendida y la voluntad firme de encontrar soluciones”.
Zapatero, que días antes de las votaciones sondeó la posibilidad de alcanzar un acuerdo estable con nacionalistas catalanes y vascos, advirtió en su discurso de investidura a los segundos que no se embarcará “en aventuras”.
El presidente regional vasco (lehendakari), Juan José Ibarretxe, del PNV, anunció en 2007 que en octubre de este año convocará un referéndum sobre las relaciones futuras del País Vasco con España.
La consulta no está contemplada dentro de la Constitución española que reserva ese derecho al Gobierno central.
La estrategia a seguir con la organización terrorista ETA, que desde hace más de 30 años busca la independencia del país vasco por las armas, y las reclamaciones nacionalistas han sido los dos asuntos que más han enfrentado en la anterior legislatura, de una gran dureza política, al Gobierno de Zapatero y al PP de Rajoy.
El líder conservador afronta grandes tensiones internas en su partido tras perder por segunda vez las elecciones y de cara al congreso que celebrará el próximo mes de junio en el que su liderazgo podría ser cuestionado por algunos sectores y en el que la presienta regional de Madrid, Esperanza Aguirre, reclama un debate de “ideas”.