Yemen, una bomba de tiempo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 29 marzo, 2011
Yemen, una bomba de tiempo
Ali Abdullah Saleh, presidente de Yemen, dijo que no ofrecerá más concesiones a sus opositores y advirtió que el país afronta un caos creciente en tanto un alto oficial militar y ex aliado del asediado líder le pidió que dejara el cargo.
“Yemen es una bomba de tiempo”, dijo Saleh en una entrevista emitida por la televisión Al Arabiya, según una transcripción publicada el domingo por la agencia de noticias estatal Saba. “Cada uno se pondrá del lado de su tribu y entonces acabaremos con una guerra civil destructiva”.
Docenas de legisladores, así como también altos oficiales militares, ministros del Gabinete, diplomáticos y líderes tribales abandonaron el Congreso General Popular gobernante de Saleh desde el 18 de marzo, cuando la policía y francotiradores mataron a 46 manifestantes en la capital en la peor violencia desde que comenzó la agitación hace dos meses. Saleh ha sido un aliado estadounidense clave en la lucha contra los grupos islámicos militantes en la región como al Qaeda.
En un discurso pronunciado el domingo a través de un portavoz a miles de manifestantes en Sana’a, Ali Mohsen al-Ahmar, el comandante de la Primera División Blindada de Yemen, dijo que Saleh debería respetar las demandas del pueblo y “alejarse de la presidencia pacíficamente”.
El discurso de Al-Ahmar, en el que prometió apoyar la “revolución pacífica de los jóvenes, sea cual fuere el costo”, fue pronunciado después de que el partido gobernante acordó que Saleh continuaría en el poder hasta completar su mandato en 2013, según un comunicado de prensa publicado en su sitio Web.
Desde que las protestas comenzaron hace más de dos meses, Saleh ha tratado de apaciguar a los manifestantes con concesiones que van de la propuesta de un gobierno de unidad nacional hasta promesas de que ni él ni su hijo intentarán ocupar el poder después de 2013.
El presidente yemení dijo el domingo en un discurso ante el comité permanente del partido que “de aquí en más no habrá más concesiones”, informó Saba.
El discurso muestra que “está en contacto con la realidad y que luchará por conservar el poder”, dijo Theodore Karasik, director del Instituto de Análisis sobre Oriente Medio y el Golfo con sede en Dubai. “Eso es peligroso. Podría utilizar más violencia para alcanzar sus objetivos ya que las concesiones al parecer no le sirvieron”.
Saleh destituyó ayer a Mohammed Ali Mohsen, un comandante militar de la región oriental del país, a una semana de haber desertado a favor de los manifestantes, dijo el ministerio de Defensa en un comunicado en su sitio Web ayer.
El secretario de Defensa estadounidense Robert Gates dijo el domingo que la posible caída de Saleh es “un verdadero problema”. Estados Unidos ha colaborado en la lucha del gobierno contra al Qaeda en la Península Arábiga, el grupo con sede en Yemen responsable de enviar dos paquetes bomba a sinagogas estadounidenses en octubre y del atentado contra un avión con destino a Detroit.
Sanaa
Ali Abdullah Saleh, presidente de Yemen, dijo que no ofrecerá más concesiones a sus opositores y advirtió que el país afronta un caos creciente en tanto un alto oficial militar y ex aliado del asediado líder le pidió que dejara el cargo.
“Yemen es una bomba de tiempo”, dijo Saleh en una entrevista emitida por la televisión Al Arabiya, según una transcripción publicada el domingo por la agencia de noticias estatal Saba. “Cada uno se pondrá del lado de su tribu y entonces acabaremos con una guerra civil destructiva”.
Docenas de legisladores, así como también altos oficiales militares, ministros del Gabinete, diplomáticos y líderes tribales abandonaron el Congreso General Popular gobernante de Saleh desde el 18 de marzo, cuando la policía y francotiradores mataron a 46 manifestantes en la capital en la peor violencia desde que comenzó la agitación hace dos meses. Saleh ha sido un aliado estadounidense clave en la lucha contra los grupos islámicos militantes en la región como al Qaeda.
En un discurso pronunciado el domingo a través de un portavoz a miles de manifestantes en Sana’a, Ali Mohsen al-Ahmar, el comandante de la Primera División Blindada de Yemen, dijo que Saleh debería respetar las demandas del pueblo y “alejarse de la presidencia pacíficamente”.
El discurso de Al-Ahmar, en el que prometió apoyar la “revolución pacífica de los jóvenes, sea cual fuere el costo”, fue pronunciado después de que el partido gobernante acordó que Saleh continuaría en el poder hasta completar su mandato en 2013, según un comunicado de prensa publicado en su sitio Web.
Desde que las protestas comenzaron hace más de dos meses, Saleh ha tratado de apaciguar a los manifestantes con concesiones que van de la propuesta de un gobierno de unidad nacional hasta promesas de que ni él ni su hijo intentarán ocupar el poder después de 2013.
El presidente yemení dijo el domingo en un discurso ante el comité permanente del partido que “de aquí en más no habrá más concesiones”, informó Saba.
El discurso muestra que “está en contacto con la realidad y que luchará por conservar el poder”, dijo Theodore Karasik, director del Instituto de Análisis sobre Oriente Medio y el Golfo con sede en Dubai. “Eso es peligroso. Podría utilizar más violencia para alcanzar sus objetivos ya que las concesiones al parecer no le sirvieron”.
Saleh destituyó ayer a Mohammed Ali Mohsen, un comandante militar de la región oriental del país, a una semana de haber desertado a favor de los manifestantes, dijo el ministerio de Defensa en un comunicado en su sitio Web ayer.
El secretario de Defensa estadounidense Robert Gates dijo el domingo que la posible caída de Saleh es “un verdadero problema”. Estados Unidos ha colaborado en la lucha del gobierno contra al Qaeda en la Península Arábiga, el grupo con sede en Yemen responsable de enviar dos paquetes bomba a sinagogas estadounidenses en octubre y del atentado contra un avión con destino a Detroit.
Sanaa