Y nosotros: ¿qué haríamos contra los ciberataques?
| Sábado 02 julio, 2011
Y nosotros: ¿qué haríamos contra los ciberataques?
Desde el año anterior ha salido a la luz pública una serie de información confidencial del Gobierno de Estados Unidos que ha comprometido su política exterior y aún más preocupante que atenta contra su seguridad pública. Y, como consecuencia de dicha situación, diferentes diarios del mundo informan acerca del plan estratégico de Estados Unidos para defenderse de los delitos que cometan los hackers, y de inmediato pensé en cuál sería nuestro plan como empresarios en caso de ser el blanco de un ciberataque.
El tema es serio y no cabe duda que la seguridad cibernética es clave para el presidente Obama que, a raíz de lo ocurrido el año anterior con la divulgación de temas sensibles a través de Wikileaks, conformó en El Pentágono la unidad especial denominada “Cyber Command” para proteger las redes informáticas y la información que contienen estas.
La nueva estrategia de El Pentágono cataloga el sabotaje de sistemas informáticos como una posible razón de guerra y, en caso de que un ciberataque cause víctimas mortales, daños materiales o una amplia perturbación de la vida pública en Estados Unidos, el Departamento de Defensa se reservará el derecho de responder “con medios militares convencionales”, según información del diario The Wall Street Journal. En resumen: defenderán su información a cualquier costo.
Ante dicha situación yo me pregunto: ¿qué estamos haciendo nosotros en Latinoamérica para proteger la seguridad virtual y la propiedad intelectual de nuestras empresas? Y también muy importante: ¿cómo responderíamos ante una crisis de estas?
Echemos mano a nuestros recursos. Se dice que en Latinoamérica el 28% de los ciberdelitos ha afectado a las pequeñas y medianas empresas que han denunciado robo de información y fraudes, porque los atacantes saben que dicho sector empresarial suele tener menos protección para sus transacciones financieras e información. En Chile, por ejemplo, el número de ataques creció en un 300% en estos últimos seis meses en comparación con el año anterior.
El gran problema está en que no tenemos la práctica y tampoco hemos interiorizado la idea de que la información de nuestras empresas es nuestro bien más preciado y, a pesar de esto, el tema de proteger los activos intangibles de nuestras firmas no se ha tomado con la seriedad del caso; peor aún, muchas de las empresas también participan en la cadena de la piratería, pues utilizan softwares sin licencias lo que les impide hacer las actualizaciones de seguridad correspondientes a nivel virtual.
Ante dicho panorama, debemos recordar que para reducir riesgos es clave complementar la gestión de seguridad virtual con una adecuada educación de protección de los activos intangibles de la empresa. Proteger la información ante un registro público, le permite probar que esa información es suya para así defender su derecho de propiedad intelectual. Registrar las marcas y los signos distintivos, proteger los secretos comerciales, las bases de datos de los clientes, educar a los empleados en el uso responsable de la información y crear contratos de confidencialidad, son algunas de las opciones con las que contamos en Costa Rica para proteger la información de una empresa.
Todavía no hay vacunas para los fraudes virtuales, y por el contrario esta problemática está en ascenso, por lo que es necesario tomar medidas individuales y proteger nuestros recursos intelectuales haciendo uso de las herramientas que ya tenemos.
Arnaldo Bonilla Quesada
Abogado especialista en negocios
Desde el año anterior ha salido a la luz pública una serie de información confidencial del Gobierno de Estados Unidos que ha comprometido su política exterior y aún más preocupante que atenta contra su seguridad pública. Y, como consecuencia de dicha situación, diferentes diarios del mundo informan acerca del plan estratégico de Estados Unidos para defenderse de los delitos que cometan los hackers, y de inmediato pensé en cuál sería nuestro plan como empresarios en caso de ser el blanco de un ciberataque.
El tema es serio y no cabe duda que la seguridad cibernética es clave para el presidente Obama que, a raíz de lo ocurrido el año anterior con la divulgación de temas sensibles a través de Wikileaks, conformó en El Pentágono la unidad especial denominada “Cyber Command” para proteger las redes informáticas y la información que contienen estas.
La nueva estrategia de El Pentágono cataloga el sabotaje de sistemas informáticos como una posible razón de guerra y, en caso de que un ciberataque cause víctimas mortales, daños materiales o una amplia perturbación de la vida pública en Estados Unidos, el Departamento de Defensa se reservará el derecho de responder “con medios militares convencionales”, según información del diario The Wall Street Journal. En resumen: defenderán su información a cualquier costo.
Ante dicha situación yo me pregunto: ¿qué estamos haciendo nosotros en Latinoamérica para proteger la seguridad virtual y la propiedad intelectual de nuestras empresas? Y también muy importante: ¿cómo responderíamos ante una crisis de estas?
Echemos mano a nuestros recursos. Se dice que en Latinoamérica el 28% de los ciberdelitos ha afectado a las pequeñas y medianas empresas que han denunciado robo de información y fraudes, porque los atacantes saben que dicho sector empresarial suele tener menos protección para sus transacciones financieras e información. En Chile, por ejemplo, el número de ataques creció en un 300% en estos últimos seis meses en comparación con el año anterior.
El gran problema está en que no tenemos la práctica y tampoco hemos interiorizado la idea de que la información de nuestras empresas es nuestro bien más preciado y, a pesar de esto, el tema de proteger los activos intangibles de nuestras firmas no se ha tomado con la seriedad del caso; peor aún, muchas de las empresas también participan en la cadena de la piratería, pues utilizan softwares sin licencias lo que les impide hacer las actualizaciones de seguridad correspondientes a nivel virtual.
Ante dicho panorama, debemos recordar que para reducir riesgos es clave complementar la gestión de seguridad virtual con una adecuada educación de protección de los activos intangibles de la empresa. Proteger la información ante un registro público, le permite probar que esa información es suya para así defender su derecho de propiedad intelectual. Registrar las marcas y los signos distintivos, proteger los secretos comerciales, las bases de datos de los clientes, educar a los empleados en el uso responsable de la información y crear contratos de confidencialidad, son algunas de las opciones con las que contamos en Costa Rica para proteger la información de una empresa.
Todavía no hay vacunas para los fraudes virtuales, y por el contrario esta problemática está en ascenso, por lo que es necesario tomar medidas individuales y proteger nuestros recursos intelectuales haciendo uso de las herramientas que ya tenemos.
Arnaldo Bonilla Quesada
Abogado especialista en negocios