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¡Y lo mejor está por venir!

Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Viernes 27 junio, 2008




¡Y lo mejor está por venir!

La furia española asusta y hace soñar

Luis Rojas
lrojas@larepublica.net

La frase del Xavi Alonso, “Lo mejor está por venir”, ayer al finalizar la semifinal en la que España pasó por encima de Rusia 3-0 y se clasificó para la final de la Eurocopa, lo dice todo; los ibéricos están casi tocando la gloria, a la que quieren abrazar con furia, porque desde hace tiempo que en ese país no acarician un éxito de la magnitud de una Eurocopa.
El partido fue de un primer tiempo como se esperaba, cerrado e intenso, y una complementaria que fue como transformar a Cenicienta en princesa; que ni los mismos españoles esperaban, porque de seguro imaginaban un partido tortuoso y, cuidado si no, con penales y alargue.
Pero no, España no fue lo mismo; quienes creían que había llegado muy lejos, tras superar la barrera de los cuartos, se equivocaron. Los españoles, principalmente en la segunda mitad, fueron claros, contundentes, felices; dejaron material para soñar y firmaron un doloroso regreso ruso a su país después de un espejismo que todos supusimos realidad, tras su espectacular victoria sobre Holanda.
No todo parecía dorado para España ayer, cuando al min. 33, su goleador David Villa, abandonó el campo de juego después de cobrar una falta y lesionarse. Los españoles entonces masticaban viejos y amargos recuerdos d
e eliminaciones pasadas.
Antes de esa desgracia, Iker Casillas había salvado su meta con una espectacular acción en la que apenas pudo rozar un balón para enviarlo al tiro de esquina.
No obstante, en los momentos más difíciles es cuando aparecen los grandes jugadores y ese fue Cesc Fábregas, quien impuso su estilo y le devolvió la posesión de balón a su equipo.
La complementaria fue toda alegría para España. Primero Xavi se entendió con Iniesta que supo ponérsela para que el primero abriera el marcador. Segundo Cesc, el más joven de España, fue el que llenó de imaginación el partido; primero encontró a Güiza y más tarde a Silva con lo que su selección firmó la victoria.
Para Rusia todo había terminado. El técnico holandés Guus Hiddink solo atinó a decir que regresan a su país con orgullo y destacar que al frente tuvieron a un rival muy fuerte.
Por su parte, un orgulloso Luis Aragonés no quiso tirar campanas al aire, más bien fue austero en su relato diciendo que el objetivo estaba logrado, porque era llegar a la final y que de ahí en adelante jugará el cara o cruz.
¿Cara o cruz? Lo dudo, porque Aragonés y sus muchachos tienen muy claro que España quiere, anhela, necesita celebrar, y hoy más que está muy cerca de lograrlo. El momento es ahora.






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