Warsteiner se divierte a costa de su rival, Beck’s
Bloomberg | Martes 07 julio, 2015
Warsteiner se divierte a costa de su rival, Beck’s
El fabricante de cerveza alemán Warsteiner se está divirtiendo a expensas de su rival Beck’s.
La empresa de capital cerrado puso un cartel digital en Nueva York donde hace alarde de sus credenciales alemanas luego de que Anheuser-Busch InBev NV fuera acusada de diluir los orígenes de su cerveza Beck’s.
“Warsteiner. Cerveza Premium Alemana de, usted sabe, Alemania” es el slogan del cartel digital de 15 pisos de alto en la esquina de la 46 y la 7 en Times Square, Nueva York.
“Necesitábamos asegurarle a los consumidores que cada gota de nuestra cerveza en Estados Unidos es embotellada y elaborada en Alemania”, dijo Brian Elliott, máximo responsable ejecutivo de Amsterdam Worldwide, la empresa de publicidad contratada por Warsteiner, con sede en Warstein, Alemania, que empezó a exportar a los Estados Unidos en los años 1980.
AB InBev, la mayor cervecera del mundo, llegó a un acuerdo por una demanda colectiva contra Beck’s en Estados Unidos. Slogans como “creada en Alemania” llevaron a algunos consumidores a pensar que la cerveza era embotellada en Europa, mientras que Beck’s en los EE.UU. se produce en una fábrica en Missouri.
Un juez federal en Miami dio una aprobación preliminar el 23 de junio a un acuerdo en el cual los consumidores de Beck’s tendrán derecho a ser reembolsados si pueden proveer recibos con fecha anterior a 2011.
“Creemos que nuestras etiquetas, envases y publicidad de Beck’s siempre fueron verídicos, transparentes y en cumplimiento con todos los requerimientos legales”, dijo en un correo electrónico Jorn Socquet, que trabaja para AB InBev. La compañía también fabrica las cervezas Budweiser y Stella Artois.
“A nuestros consumidores les interesa el origen y es importante, por lo que estamos tratando de asegurarles que nada ha cambiado sobre dónde hacemos nuestra cerveza”, dijo Laura Sprengard, directora de marca de la unidad estadounidense de Warsteiner.
La cerveza alemana se vende a precios altos en los EE.UU. debido a los costos de importación, su patrimonio cultural y la llamada “ley de pureza”, que data de hace casi 500 años y permite fermentar solo agua, malta de cebada, lúpulos y ahora levadura de cerveza.
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