Volver a la oficina: ¿sí o sí?
Nicolás Morera redaccion@larepublica.net | Jueves 09 junio, 2022
Nicolás Morera
Director de Estrategia de God Branding
La pandemia nos obligó como empresas, y a las personas que trabajan en ellas, a cambiar nuestro estilo de vida para bien, por lo que descubrimos nuevas formas de hacer las cosas.
A los temerosos de las tecnologías la pandemia les dio valentía para atreverse a conectar a través de una pantalla; a los escépticos del teletrabajo les regaló un gran “yo me quedo en casa”, mientras que a los controladores les dio una buena dosis de descontrol.
Todos entendimos que las cosas sí se pueden hacer diferente. Nos acostumbramos también a trabajar desde el sillón, a que nuestro uniforme sea la pijama y a convertir nuestra casa en un espacio de trabajo donde además compartimos con los bebés, los perros y los gatos.
Es en este escenario donde resulta importante preguntarse: ¿Para qué volver si todo está espectacular tal cual está?
La nueva realidad invita a las grandes compañías a aprovechar este parte aguas para transformarse más allá del espacio de trabajo y rediseñar el modo de laborar hoy. Este cambio acerca a las compañías a entender lo valioso que es el aporte de las personas y evidencia como el escucharlas, entender sus necesidades y cuidarlas, tiene un impacto profundo y directo sobre los resultados del negocio.
La vuelta a la oficina debe diseñarse desde una óptica ordenada y estratégica, y aunque sabemos que no existe una fórmula exacta o correcta podemos tomar algunos puntos en consideración. Por ejemplo, la experiencia en la oficina representa únicamente un porcentaje en la experiencia de trabajo total. Diseñar una experiencia adecuada integra a la oficina, la experiencia en la casa o el espacio secundario de trabajo y la tecnología.
Diseñamos pensando en la persona colaboradora, escuchamos sus preocupaciones y necesidades e intentamos incluir soluciones en nuestro plan de experiencia. Entendemos que la experiencia de trabajo representa para la persona no solo una plataforma de estabilidad, si no una oportunidad para desarrollar su potencial humano a nivel integral.
Definimos la razón del porqué regresar a la oficina. Al entender las razones del porqué, también podemos mejorar el diseño de los espacios de trabajo y las prácticas dentro de ellos. Un cambio de estilo de vida laboral implica además un cambio de cultura organizacional. No podemos cambiar de hábitos si nuestra cultura organizacional no nos impulsa al cambio.
¿Entonces para qué ir a la oficina y para qué quedarse en casa?
La vida después de la pandemia ha puesto en evidencia la importancia la experiencia laboral desde una perspectiva más humana, recordándonos lo valiosos que son los lugares y espacios en los que trabajamos, vivimos y nos entretenemos para nuestro bienestar integral.
La vida continúa y el negocio también, vayamos a la oficina por intención y no por tradición.