Visión desconsoladora
| Jueves 30 octubre, 2008
Visión desconsoladora
• Fernando Meirelles asume el difícil reto de llevar al cine una novela metafórica de José Saramago
Ceguera
(Blindness)
Dirección: Fernando Meirelles. Reparto: Julianne Moore, Mark Ruffalo, Alice Braga, Danny Glover. Duración: 2.00. Origen: Canadá-Brasil-Japón 2008.
Calificación: 7.
El prestigioso escritor portugués José Saramago, galardonado con el Premio Nobel de Literatura, publicó “Ensayo sobre la ceguera” en 1995. En esta novela metafórica, Saramago imagina las consecuencias de un fenómeno inexplicable, que azota a la humanidad entera.
El libro siempre fue considerado imposible de filmar. El cineasta brasileño Fernando Meirelles asume el difícil reto, contando con un sólido presupuesto, un respetable reparto internacional y un guion (de Don McKellar) que proporciona cambios oportunos, manteniéndose a la vez fiel al texto original.
Un mal desconocido hace que algunos individuos pierdan el don de la vista de un momento a otro. Para detener el contagio, las autoridades encierran a los infectados en hospitales-prisiones, donde cada uno debe cuidarse a sí mismo. La esposa de un oftalmólogo, inmune al virus, finge ser ciega y acompaña a su marido hasta un centro de detención. Aquí las condiciones sanitarias empeoran día tras día, ante la llegada de nuevos pacientes.
Sostenida en una robusta interpretación de Julianne Moore, “Ceguera” es una realización interesante, aunque no del todo satisfactoria. El director pretende ampliar las posibilidades expresivas del lenguaje fílmico. La necesidad de visualizar la “ceguera blanca” que constituye el eje de la trama, lo lleva a buscar soluciones estilísticas al borde de lo experimental, renunciando casi por completo a los colores y recurriendo a toda clase de artimañas: objetos desenfocados, imágenes sin definición que se tornan abstractas y tomas inundadas de luz pura.
Al principio, tanto virtuosismo formal despierta curiosidad y admiración, pero al rato, resulta reiterativo, cansado y hasta contraproducente: más que nada, representa una brusca distracción. La visión desconsoladora de un colapso social de carácter universal, funciona como alegoría del empobrecimiento espiritual de la gente, pero no convence mucho como relato de ciencia ficción.
Ciertas situaciones, relacionadas con la presencia de una persona sana en un mundo de invidentes, carecen de credibilidad. Hay concesiones efectistas, concebidas para chocar superficialmente al público. Ni hablar de la innecesaria inclusión de una voz narrante, que a lo sumo, sirve para subrayar lo obvio. Es un recurso literario, que contradice el planteamiento estético del filme.
Por otra parte, no se puede negar la fuerza simbólica del argumento, y su capacidad de indagar la naturaleza del hombre, en sus infinitas contradicciones.
• Fernando Meirelles asume el difícil reto de llevar al cine una novela metafórica de José Saramago
Ceguera
(Blindness)
Dirección: Fernando Meirelles. Reparto: Julianne Moore, Mark Ruffalo, Alice Braga, Danny Glover. Duración: 2.00. Origen: Canadá-Brasil-Japón 2008.
Calificación: 7.
El prestigioso escritor portugués José Saramago, galardonado con el Premio Nobel de Literatura, publicó “Ensayo sobre la ceguera” en 1995. En esta novela metafórica, Saramago imagina las consecuencias de un fenómeno inexplicable, que azota a la humanidad entera.
El libro siempre fue considerado imposible de filmar. El cineasta brasileño Fernando Meirelles asume el difícil reto, contando con un sólido presupuesto, un respetable reparto internacional y un guion (de Don McKellar) que proporciona cambios oportunos, manteniéndose a la vez fiel al texto original.
Un mal desconocido hace que algunos individuos pierdan el don de la vista de un momento a otro. Para detener el contagio, las autoridades encierran a los infectados en hospitales-prisiones, donde cada uno debe cuidarse a sí mismo. La esposa de un oftalmólogo, inmune al virus, finge ser ciega y acompaña a su marido hasta un centro de detención. Aquí las condiciones sanitarias empeoran día tras día, ante la llegada de nuevos pacientes.
Sostenida en una robusta interpretación de Julianne Moore, “Ceguera” es una realización interesante, aunque no del todo satisfactoria. El director pretende ampliar las posibilidades expresivas del lenguaje fílmico. La necesidad de visualizar la “ceguera blanca” que constituye el eje de la trama, lo lleva a buscar soluciones estilísticas al borde de lo experimental, renunciando casi por completo a los colores y recurriendo a toda clase de artimañas: objetos desenfocados, imágenes sin definición que se tornan abstractas y tomas inundadas de luz pura.
Al principio, tanto virtuosismo formal despierta curiosidad y admiración, pero al rato, resulta reiterativo, cansado y hasta contraproducente: más que nada, representa una brusca distracción. La visión desconsoladora de un colapso social de carácter universal, funciona como alegoría del empobrecimiento espiritual de la gente, pero no convence mucho como relato de ciencia ficción.
Ciertas situaciones, relacionadas con la presencia de una persona sana en un mundo de invidentes, carecen de credibilidad. Hay concesiones efectistas, concebidas para chocar superficialmente al público. Ni hablar de la innecesaria inclusión de una voz narrante, que a lo sumo, sirve para subrayar lo obvio. Es un recurso literario, que contradice el planteamiento estético del filme.
Por otra parte, no se puede negar la fuerza simbólica del argumento, y su capacidad de indagar la naturaleza del hombre, en sus infinitas contradicciones.