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ACCIÓN


Violencia que asusta

Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Martes 28 septiembre, 2010




Violencia que asusta
¿Garantizan los equipos la seguridad de los aficionados en los estadios?

Las escenas que mostró el pasado domingo la televisión desde el estadio Carlos Ugalde, de San Carlos, sirvieron sin duda como una voz de alerta para muchos aficionados al fútbol sobre lo peligroso que puede resultar ir al estadio, principalmente cuando juegan los equipos a los que siguen las llamadas barras bravas.
Lo grave del asunto fue el fallo rotundo, aceptado incluso por autoridades de UNAFUT, del dispositivo de seguridad que se había aprobado para ese partido, ya que fácilmente miembros de las barras invadieron el terreno de juego para pelearse adentro y luego siguieron el zafarrancho en las graderías.
Tras lo sucedido, surge la pregunta de si los organizadores de estos espectáculos ofrecen a los aficionados las garantías básicas de protección, para evitar verse involucrados en altercados con estos grupos, entre los que incluso se infiltran delincuentes que aprovechan los tumultos para adueñarse de lo ajeno.
José Revollo, vicepresidente de UNAFUT y miembro de la comisión encargada del aspecto de seguridad en estadios, expresó ayer que el dispositivo en San Carlos fue un rotundo fracaso y que deberá realizarse una investigación, aparte de las sanciones que dicten los reglamentos, para determinar los motivos que provocaron que se diera la falla de seguridad.
Revollo aseguró que está certificado que en el estadio había 43 efectivos, 20 privados y 23 públicos, y que ese partido se jugó bajo un plan previamente aprobado por la sección de Planes y Operaciones de Seguridad Pública.
Los partidos en que juegan Heredia, Saprissa, Alajuela y Cartago son considerados de clase A, en cuanto a seguridad, indicó Revollo, quien no descartó la posibilidad de que “se haya bajado la guardia” con respecto a este juego, debido a lo que mostraron las cámaras de televisión
Sobre la evidente falta de intervención por parte de ciertos efectivos durante el momento del altercado, Revollo coincidió en que “la intervención de la seguridad privada y algunos de la pública fue pésima” y agregó que el número de miembros de la seguridad que había era correcto, pero lo que hicieron, o más bien, lo que no hicieron, fue lo que facilitó que se diera el altercado, ya que la barra de Heredia, que según este funcionario ha provocado la mayoría de incidentes en este campeonato, debió haber estado custodiada por un anillo policial.
Consultado sobre la posibilidad de que algunos equipos no estén pagando empresas de seguridad, sino contratando gente eventual, para que le realice esta función durante los partidos, Revollo respondió que “ahora existen regulaciones para que quienes brindan este servicio estén debidamente certificados y si alguien no lo está, que nos lo demuestren para tomar cartas en el asunto”.
Para dirigente de la UNAFUT el país necesita una legislación como la que tienen en otros países donde se han aprobado leyes penales en contra de quienes provocan actos violentos en espectáculos públicos y privados.
Anoche el tribunal Disciplinario de la UNAFUT le impuso al equipo de San Carlos una multa de ¢636 mil por los hechos sucedidos en su estadio, y de repetirse se le aplicará el veto a la cancha por un partido.

Luis Rojas
lrojas@larepublica.net






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