Vía a San Ramón cayó en la telaraña
Un contrato de concesión no debería otorgarse si ambas partes (Estado y empresa) no están listas para aportar lo que les corresponde, al momento de firmarlo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 20 julio, 2010
Como lo explica una nota de este medio hoy, la ampliación de la vía a San Ramón es un proyecto de alta importancia para el país. Además de que incluye la ruta General Cañas, la más transitada, con más de 90 mil autos por día, a su margen se ha desatado un boom comercial, industrias, desarrollos urbanísticos y zonas francas.
A pesar de esto, ese proyecto enfrenta obstáculos de tal complejidad que el Consejo Nacional de Concesiones no se atreve a dar una fecha estimada de cuando podrían comenzar las obras para ampliar esa, la principal vía del país.
Resulta que la concesión fue otorgada hace ya cinco años. Sin embargo, el atraso en las expropiaciones, la dificultad de la empresa concesionaria Autopistas del Valle para conseguir los recursos económicos y ahora un problema de precarismo, como consecuencia de los retrasos anteriores, comenzaron a tejer la ya tradicional telaraña que hace que en Costa Rica las obras públicas parezcan pesadillas.
La lógica indica que un contrato de concesión no debería otorgarse si las condiciones de ambas partes (Estado y empresa aspirante a la concesión) no están listas para aportar lo que les corresponde, al momento de la firma del contrato.
En este caso, se trataba de las expropiaciones para disponer de los terrenos necesarios para la ampliación de la vía, por parte del Estado, y la condición financiera necesaria por parte de la empresa Autopistas del Valle.
No obstante, se firmó el contrato y luego comenzaron los retrasos que sumaron cinco años en los cuales los terrenos, aun los que ya habían sido rescatados de los precaristas, fueron nuevamente invadidos.
Esto ocurre, además, porque no hubo medidas de resguardo y vigilancia preventivos para evitar que precaristas invadieran tierras que ya estaban destinadas a las obras de la ampliación de carretera que se habían concesionado.
A la fecha, la complejidad de acciones y soluciones para recuperar esas tierras es de tal magnitud que el país debe soportar, nuevamente, una demora exagerada en la ampliación de esta vía, lo que impide al sector productivo obtener los beneficios que de ello se esperan.