Vargas: “Este Gobierno del PAC es una transición a la izquierda”
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Sábado 29 noviembre, 2014
Frente Amplio considera que ganará presidencia en 2018
Vargas: “Este Gobierno del PAC es una transición a la izquierda”
De la mano de Luis Guillermo Solís, país gira hacia la solidaridad, indica diputado
Gerardo Vargas es un sacerdote poco tradicional metido en la política.
Hace casi diez años pidió una dispensa a la Iglesia católica, colgó los hábitos y aceptó el ofrecimiento de José Merino para unirse al Frente Amplio.
Primero como asesor de ese partido hace cuatro años y ahora como jefe de fracción. En seis meses, Vargas y su bancada no han pasado inadvertidos.
La alianza política con el PAC ha devenido poco a poco para algunos, en un cogobierno que Vargas rechaza.
A seis meses de haber asumido la curul, el legislador por Limón cree que el presidente Luis Guillermo Solís dio un giro al país hacia la izquierda.
Sin embargo, lo más importante para él es que estos cuatros años son una transición para que en 2018, una agrupación comunista o izquierdista, como quiera que le llamen al Frente Amplio, ganará las elecciones.
¿Representa el gobierno de Luis Guillermo Solís un cambio hacia la izquierda?
Durante estos cuatro años, don Luis tiene una gran oportunidad para que el Estado gire hacia la izquierda, porque la gente ya dijo que está harta de la derecha. En ese sentido, esperamos que aproveche el tiempo.
Que mejore la condición de vida de los trabajadores, que haya mayor seguridad, que superemos la brecha estudiantil y la sociedad sea más justa. Eso es lo que espero de este Gobierno.
¿En qué aspectos puntuales ha demostrado voluntad el Presidente para girar hacia un gobierno progresista?
Lo veo en el caso de los trabajadores y los aumentos de salarios y lo percibo también en los programas sociales del PANI y el IMAS.
Asimismo, vemos con buenos ojos los cuestionamientos que se hacen en los procesos de concesiones.
Hay signos de que él quiere virar hacia a la izquierda, aunque todavía es muy pronto para juzgar si le va dar una mayor importancia al tema solidario o no.
¿Ven ustedes en este Gobierno una transición para que Costa Rica sea un país izquierdista en 2018?
A nosotros no nos interesa que Luis Guillermo salga mal, pues en el Frente Amplio sabemos que si al Gobierno le va mal, al pueblo le va mal.
Por otra parte, el hecho de que haya ganado el PAC es un paso para que la izquierda costarricense gobierne en 2018. Somos un partido joven que está creciendo y estamos trabajando de lleno en toda Costa Rica. Estamos convencidos de que ganaremos las elecciones.
En estos seis meses, ¿cuánto ha podido influir el Frente Amplio en la agenda de trabajo del presidente Solís?
Tuvimos voz en la discusión de Banca para el Desarrollo, en el presupuesto de 2015 y en la contención del aumento de los salarios de los diputados. Sin embargo, lo más importante es que queremos mantener esa voz, ahora, por ejemplo, estamos exigiendo el levantamiento del veto para la reforma procesal laboral.
Hay quienes consideran que el Frente Amplio y el Gobierno están metidos en un concubinato escandaloso, ¿hay algo de cierto en eso, están en un cogobierno?
Una vez que Luis Guillermo ganó, el Frente Amplio tomó la decisión de ayudarle, sin embargo, esto no quiere decir que seamos un cheque en blanco, pues cuando tengamos que denunciar algo lo haremos.
No hay un cogobierno, lo único que hemos hecho es poner los votos para que Luis Guillermo tomara el directorio, pero nosotros no tomamos las decisiones. Lo bueno o malo que él haga, es su responsabilidad.
En este momento, ¿qué no les satisface del Gobierno?
Hubiéramos esperado, por ejemplo, más beligerancia en temas ambientales.
Asimismo, nos hubiera gustado que la agenda de derechos humanos tuviera más importancia.
¿Cuál es la visión del Frente Amplio?
Nacimos como un partido de izquierda y actualmente lo somos. Nuestro objetivo es proteger el Estado social de derecho y las instituciones del país, asimismo, trabajamos por la justicia social y por la equidad de este país.
Somos una izquierda costarricense, construida desde lo tico, y por tanto, no acepta ni posiciones, ni modelos de otros países, pues queremos construir nuestro propio camino.
¿Se consideran comunistas?
En este país, gobernado por la derecha toda la vida, decir comunismo es hacer una asociación negativa.
Bajo esa premisa, durante la campaña nos acusaron de ser comunistas, de ser peligrosos, de ser malos y de esta forma, despertar en el inconsciente colectivo un miedo al Frente Amplio.
Si ellos hubieran utilizado la palabra izquierda en campaña, las cosas hubieran sido diferentes, pues ese adjetivo tiene otra connotación.
Al final, es un asunto de percepción, sobre el término comunismo hay una acepción peyorativa en este país, que se usó para desprestigiar a José María Villalta y al Frente Amplio, lo mejor es que al final la gente no les creyó.
¿Cuál es la diferencia entre un partido comunista y uno izquierdista entonces?
Los partidos comunistas tradicionales son los que trataron de implementar un modelo de Estado, en el cual, todo pertenecía al Estado. El ejemplo más claro de esta ideología fue el modelo ruso.
Por otra parte, la izquierda se construye de forma diferente, nosotros nacimos para construir un modelo nuevo con justicia social, con capacidades y propuestas propias.
¿Entonces son menos radicales?
Si entendemos el comunismo como un Estado o un partido que se esfuerza para luchar, para que todas las personas tengan los mismos derechos y deberes y las mismas oportunidades, yo podría decir que asocio el comunismo y la izquierda, porque buscamos los mismos objetivos, pero no en el sentido peyorativo que se usó en campaña para decir que queremos fuera a las empresas extranjeras y que aquí íbamos a nacionalizar todo.
Esteban Arrieta
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