Urge plan regulador para Turrialba
| Lunes 13 julio, 2009
Urge plan regulador para Turrialba
El plan regulador es un instrumento estratégico que les permite a las municipalidades establecer las reglas para planificar el desarrollo urbano y de infraestructura, que garantice a sus habitantes un lugar más seguro y agradable.
Los objetivos que persigue el plan regulador están relacionados con la identificación de problemas que afectan el cantón y sus distritos, entre ellos se puede mencionar la prevención de desastres, exigiendo por ley no construir en zonas de riesgo, por ejemplo en áreas de frecuentes inundaciones, influencia volcánica, deslizamientos o de hundimiento.
También se busca ubicar los servicios de salud, educación y transporte en lugares accesibles, de acuerdo con la demanda, y finalmente es necesario controlar la contaminación de los ríos, quebradas y aguas subterráneas que provocan las construcciones, en áreas no adecuadas.
Concretamente, el plan regulador se utiliza para hacer buen uso de los recursos del cantón, de manera que se obtenga el mejor provecho de ellos, tanto para futuras construcciones como para las presentes, con la finalidad de que las comunidades puedan acceder a los servicios de agua, electricidad, teléfonos, hospitales, centros de salud, escuelas, etc.
El cantón de Turrialba ha crecido de manera desordenada y poco densa, es decir, no se ha aprovechado el terreno al máximo, factor que no ha contribuido para una buena administración de tierras de parte del gobierno local, y más bien ha convertido este terruño en una ciudad costosa y difícil de ordenar.
A pesar del aumento de la población, el plan regulador debe contemplar otros aspectos relacionados con el crecimiento, por ejemplo un plan de manejo ambiental que oriente y eduque para la conservación de los recursos naturales, el manejo de los desechos sólidos, tratamiento de aguas residuales, jabonosas y de servicios sanitarios.
La importancia del plan regulador es de gran trascendencia para el desarrollo del cantón, porque pretende controlar el crecimiento desordenado del área urbana, ubicándola en lugares donde sea más fácil y económico brindar los servicios actuales y construir los futuros.
No se justifica que Turrialba no cuente con un plan regulador, porque todas las municipalidades tienen la potestad por ley de planificar y dirigir cómo van a administrar y distribuir sus recursos. Cuentan con el apoyo de las universidades así como de organizaciones sin fines de lucro, con mucho conocimiento en la ejecución de proyectos, capacitaciones y acciones puntuales.
Finalmente, en Turrialba, muchos de los proyectos relacionados con el ambiente, plan regulador, o residuos sólidos etcétera, han respondido más al entusiasmo y planificación de algunos funcionarios municipales, que a políticas articuladas desde instancias superiores.
Luis Fernando Allen Forbes
Director ejecutivo
Asociación Salvemos el Río Pacuare
El plan regulador es un instrumento estratégico que les permite a las municipalidades establecer las reglas para planificar el desarrollo urbano y de infraestructura, que garantice a sus habitantes un lugar más seguro y agradable.
Los objetivos que persigue el plan regulador están relacionados con la identificación de problemas que afectan el cantón y sus distritos, entre ellos se puede mencionar la prevención de desastres, exigiendo por ley no construir en zonas de riesgo, por ejemplo en áreas de frecuentes inundaciones, influencia volcánica, deslizamientos o de hundimiento.
También se busca ubicar los servicios de salud, educación y transporte en lugares accesibles, de acuerdo con la demanda, y finalmente es necesario controlar la contaminación de los ríos, quebradas y aguas subterráneas que provocan las construcciones, en áreas no adecuadas.
Concretamente, el plan regulador se utiliza para hacer buen uso de los recursos del cantón, de manera que se obtenga el mejor provecho de ellos, tanto para futuras construcciones como para las presentes, con la finalidad de que las comunidades puedan acceder a los servicios de agua, electricidad, teléfonos, hospitales, centros de salud, escuelas, etc.
El cantón de Turrialba ha crecido de manera desordenada y poco densa, es decir, no se ha aprovechado el terreno al máximo, factor que no ha contribuido para una buena administración de tierras de parte del gobierno local, y más bien ha convertido este terruño en una ciudad costosa y difícil de ordenar.
A pesar del aumento de la población, el plan regulador debe contemplar otros aspectos relacionados con el crecimiento, por ejemplo un plan de manejo ambiental que oriente y eduque para la conservación de los recursos naturales, el manejo de los desechos sólidos, tratamiento de aguas residuales, jabonosas y de servicios sanitarios.
La importancia del plan regulador es de gran trascendencia para el desarrollo del cantón, porque pretende controlar el crecimiento desordenado del área urbana, ubicándola en lugares donde sea más fácil y económico brindar los servicios actuales y construir los futuros.
No se justifica que Turrialba no cuente con un plan regulador, porque todas las municipalidades tienen la potestad por ley de planificar y dirigir cómo van a administrar y distribuir sus recursos. Cuentan con el apoyo de las universidades así como de organizaciones sin fines de lucro, con mucho conocimiento en la ejecución de proyectos, capacitaciones y acciones puntuales.
Finalmente, en Turrialba, muchos de los proyectos relacionados con el ambiente, plan regulador, o residuos sólidos etcétera, han respondido más al entusiasmo y planificación de algunos funcionarios municipales, que a políticas articuladas desde instancias superiores.
Luis Fernando Allen Forbes
Director ejecutivo
Asociación Salvemos el Río Pacuare