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Una vida llena de retos

Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Lunes 09 marzo, 2015


Mauren Solano confesó que una de sus debilidades es la natación, debido a que en un inicio ni sabía nadar. Gerson Vargas/La República


Una vida llena de retos

Mauren Solano tiene como objetivo más próximo estar en el Mundial de Larga Distancia de Motala en Suecia

 

Es tan solo una joven de 20 años que sueña en grande, unos sueños que van de la mano con el deporte que ama: el triatlón.
Mauren Solano, con mucha dedicación, corazón y amor, busca abrirse un espacio dentro de esta disciplina deportiva, que cada día crece más en el país.
Poco a poco ha visto los resultados, pero para ella no son suficientes, quiere más y más.

Solano fue noticia meses atrás por ganar el triatlón de media distancia celebrado en La Habana (Cuba), un gran paso en sus aspiraciones.
La triatlonista nacional afirma que conoció la disciplina por una amiga y que hasta tuvo que aprender a nadar para poder desarrollarla.
“Inicié en enero de 2009 y fue muy de repente. Un día muy cerca de la casa en una conversación con una amiga que practicaba triatlón, yo ni sabía lo que era”, comentó Solano, quien es estudiante de educación física.
“Siempre le tuve respeto al agua, no sabía nadar y (mi amiga) me invitó a un entrenamiento, me enseñaron a nadar, a los dos meses ya me habían inscrito en un triatlón”.
Desde entonces fue involucrándose cada vez más en el deporte, hasta que se convirtió en una de las prioridades de su vida.
“Yo lo vi como un reto tanto físico como mental. La primera competencia no es nada fácil, pasar de la natación a montarse a la bicicleta o de la bici a correr”, explica.
Pero si algo le dejó esta experiencia fue que quedó completamente “enamorada” del triatlón —consiste en nadar, andar en bicicleta y correr—.
“Es un deporte que amo, que lo tengo clavado en el corazón. Dios me ha dado la bendición de ser buena en esto y cumplir metas”, aseguró.
Las rutinas de entrenamiento son fuertes, pero su dedicación y tenacidad no la hacen mirar atrás. Disfruta cada entrenamiento donde el ciclismo es la parte favorita.
“Es la disciplina con la que me desconecto del mundo. Puedo ir a cualquier lugar, observar paisajes maravillosos”.
Gracias a este deporte, Solano ya ha podido visitar países como Nicaragua, Panamá, Colombia, El Salvador, Honduras, Estados Unidos, Canadá y Cuba para competir.
Siendo su triunfo en Cuba uno de sus mejores momentos. “La idea era ir a dar lo mejor de mí, buscar el mejor resultado posible para sumar puntos para el Mundial y fue algo inesperado haber ganado”.
Ahora su objetivo principal es lograr la clasificación para el Mundial de Larga Distancia de Motala en Suecia, que se realizará el 30 de junio.

Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
@dvargasLR







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