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Una década sin justicia

Bruno Stagno bstagno@gmail.com | Lunes 31 diciembre, 2012


Una década sin justicia

El 25 de abril 2013 se cumplirá una década desde el osado y coordinado ataque sorpresa del Ejército de Liberación de Sudán (SLA por sus siglas en inglés) contra las fuerzas armadas de Sudán en las capitales departamentales de El Fasher y Nyala en el semi-desértico Darfur. Dicho ataque no atrajo mayor atención a nivel internacional —entonces concentrada en la guerra en Irak— pero impactó profundamente al régimen del Frente Nacional Islámico, el cual ya tenía una década de estar batallando contra el Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA por sus siglas en inglés) en el sur.
Este ciertamente no fue el detonante del actual conflicto en Darfur, el cual tiene múltiples orígenes, pero causó tal pánico en Jartum que el presidente Omar Hassan Ahmed Al-Bashir ordenó una guerra sin cuartel contra los habitantes del lejano oeste. La violencia desatada por el gobierno contrastó con la violencia episódica, y comparativamente de baja intensidad, que se había apoderado de Darfur desde inicios de la década de 1980, o incluso antes producto de las tradicionales razias (ghazwa) para robar camellos o esclavos. Ahora sería planificada, sistematizada y mecanizada, empleando bombardeos aéreos desde los Antonov An-12 de la fuerza aérea, ráfagas indiscriminadas desde vehículos todoterreno artillados, y todo tipo de exacciones de parte de las hordas de mercenarios a caballo o camello (janjaweed) que terminaban la tarea. Además adquiriría un carácter abiertamente racista al buscar la destrucción de los zurga (negros) o los kuffar (apóstatas), creando una falsa división entre los awlad al-Bahar (los hijos del río Nilo) y los awlad al-ghard (los hijos del oeste).
Durante meses, las tumbas se llenaron en Darfur ante la indiferencia o inconsciencia de todos, hasta que Mukesh Kapila, el más alto responsable de las Naciones Unidas en Sudán, rompió el silencio el 14 de marzo 2004. Poco a poco la indiferencia se hizo tardíamente incómoda, como usualmente sucede en tales situaciones. En el tercer aniversario de los ataques a El-Fasher y Nyala, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó la resolución 1672 sancionando a cuatro supuestos altos responsables de las matanzas perpetradas por el gobierno en Darfur. A esas alturas, ya se habían producido la mayoría de las 141.800 muertes estimadas por el Center for Research on the Epidemology of Disasters (CERD), una de las fuentes más científicas, entre setiembre 2003 y junio 2005. Desde entonces, si bien la intensidad y visibilidad de las matanzas han disminuido, las tumbas se siguen llenando y las víctimas de Darfur aún están a la espera de que se haga justicia. La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido órdenes de arresto contra cuatro otros altos responsables, incluyendo al presidente Bashir, pero todos los imputados siguen en libertad.
En 2013, al cumplirse el décimo aniversario de las matanzas en Darfur, espero que llegue una justicia que aunque no pronta sea cumplida.

Bruno Stagno Ugarte

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