Una propuesta nacional para la recesión
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 29 marzo, 2008
Urge analizar cuánto podría durar la recesión para ver la medida en que nos afectará y las iniciativas que deberían implementarse para sobrevivir a la dolencia con el menor sufrimiento
Una propuesta nacional para la recesión
Aunque técnicamente no se defina aún así en Estados Unidos, el mundo habla ya de recesión en ese país y lo prueba el desgaste fácilmente y una consecuencia también visible: el desplome en la confianza del consumidor.
La enfermedad que azota a la potencia económica producirá contagio y dolencias en otras economías que se verán en mayor o menor medida resentidas.
En Costa Rica, aparentemente, el fenómeno podría no afectar tanto como en otros países debido a la diversificación de las exportaciones, sin que pueda decirse que estaremos libres del problema.
Lo urgente ahora es analizar cuánto puede durar la recesión porque de ello dependerán la medida en que nos afecte y las iniciativas que deberían implementarse para sobrevivir a la dolencia.
La circunstancia de la campaña político electoral que se desarrolla simultáneamente en Estados Unidos, es un factor importante que afecta de uno u otro modo a la recesión y esta, a su vez, a los partidos y candidatos que luchan por el poder. Es un movimiento de causa y efecto de doble vía que puede modificar la duración de la recesión dependiendo del acierto de las posibles fórmulas que propongan el candidato y los precandidatos a la presidencia de la nación.
En ese sentido, habrá que esperar a que se clarifiquen propuestas y ver qué grado de aceptación tengan. Las últimas declaraciones de la candidata demócrata Hillary Clinton apuntan a crear un panel de expertos bipartidista que pudiera recomendar leyes y otras iniciativas para ayudar a recuperar la confianza en la economía.
Las más recientes declaraciones del candidato también demócrata Obama, señalan a la guerra de Irak, el conflicto más costoso con excepción de la Segunda Guerra Mundial, como un impacto directo sobre la economía del país, sobre los precios del petróleo y en minar las posibilidades de la Guardia Nacional para ayudar en la recuperación de catástrofes naturales.
El candidato republicano John McCain, por su parte, pidió anteayer que las empresas respondan a la crisis hipotecaria con la misma actitud que tuvieron tras los atentados del 11 de setiembre de 2001 y sugirió convocar a una reunión nacional a las principales entidades hipotecarias que deberían proveer apoyo a los afectados por la crisis de crédito.
Mientras tanto, Costa Rica debería estudiar algún cálculo, quizás partiendo de la mayor duración que se estimara a la recesión, para tomar las medidas que internamente ayuden al país y a los costarricenses a enfrentar con el menor sufrimiento posible la enfermedad.
Una propuesta nacional para la recesión
Aunque técnicamente no se defina aún así en Estados Unidos, el mundo habla ya de recesión en ese país y lo prueba el desgaste fácilmente y una consecuencia también visible: el desplome en la confianza del consumidor.
La enfermedad que azota a la potencia económica producirá contagio y dolencias en otras economías que se verán en mayor o menor medida resentidas.
En Costa Rica, aparentemente, el fenómeno podría no afectar tanto como en otros países debido a la diversificación de las exportaciones, sin que pueda decirse que estaremos libres del problema.
Lo urgente ahora es analizar cuánto puede durar la recesión porque de ello dependerán la medida en que nos afecte y las iniciativas que deberían implementarse para sobrevivir a la dolencia.
La circunstancia de la campaña político electoral que se desarrolla simultáneamente en Estados Unidos, es un factor importante que afecta de uno u otro modo a la recesión y esta, a su vez, a los partidos y candidatos que luchan por el poder. Es un movimiento de causa y efecto de doble vía que puede modificar la duración de la recesión dependiendo del acierto de las posibles fórmulas que propongan el candidato y los precandidatos a la presidencia de la nación.
En ese sentido, habrá que esperar a que se clarifiquen propuestas y ver qué grado de aceptación tengan. Las últimas declaraciones de la candidata demócrata Hillary Clinton apuntan a crear un panel de expertos bipartidista que pudiera recomendar leyes y otras iniciativas para ayudar a recuperar la confianza en la economía.
Las más recientes declaraciones del candidato también demócrata Obama, señalan a la guerra de Irak, el conflicto más costoso con excepción de la Segunda Guerra Mundial, como un impacto directo sobre la economía del país, sobre los precios del petróleo y en minar las posibilidades de la Guardia Nacional para ayudar en la recuperación de catástrofes naturales.
El candidato republicano John McCain, por su parte, pidió anteayer que las empresas respondan a la crisis hipotecaria con la misma actitud que tuvieron tras los atentados del 11 de setiembre de 2001 y sugirió convocar a una reunión nacional a las principales entidades hipotecarias que deberían proveer apoyo a los afectados por la crisis de crédito.
Mientras tanto, Costa Rica debería estudiar algún cálculo, quizás partiendo de la mayor duración que se estimara a la recesión, para tomar las medidas que internamente ayuden al país y a los costarricenses a enfrentar con el menor sufrimiento posible la enfermedad.