Un respiro necesario
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Lunes 20 febrero, 2012
Un respiro necesario
La Liga venció 3-1 a Limón en casa para sacar tres puntos fundamentales
La Liga decidió aprovechar los vientos del Caribe para respirar profundo y sumar tres puntos que le urgían.
En medio de una “crisis”, como lo llamó su propio entrenador Oscar Ramírez, los manudos llegaron al Morera Soto necesitados del sabor de la victoria.
Al frente tenía un equipo como Limón, que siempre le gusta complicar a los llamados grandes.
Con el brasileño Everton y Walter Chévez encargados de la conducción del equipo los locales, con ayuda de Cristian Oviedo, aunque también el “Machillo” volvía a salir sin un delantero nato, puesto que ocupó Armando Alonso.
Limón le regaló el balón a los alajuelenses que comenzaron a tocar, buscando abrir espacio entre el muro verde y poco a poco comenzarían a tocar la puerta de Lewis.
La opción más clara de la Liga sería en los botines de Oviedo, que sin dejar que el esférico se ensuciara disparó un largo centro de Ramírez que hizo cimbrar el poste.
En todos los primeros 45 minutos, Limón nada más inquietaría con un centro de Francis.
Para el complemento quedaron los goles y por ende la mayor cantidad de emociones.
Chévez entró más conectado y comenzó a generar más, dejando a Sancho frente al marco sin embargo como que eso de hacer goles no es el punto fuerte del manudo en estos días.
Y luego respondió Limón, escapada de Lemark que termina en la cabeza de Furtado y aparece García para negarle el tanto.
Tanta falta y centro le dio resultado a la Liga, Oviedo cobró la defensa rechaza y en el segundo poste aparece Soto para poner el primero.
Los locales aprovechan para seguir tocando y en una descolgada de Ramírez deja a Ovideo solo para el 2-0.
Todo pintaba perfecto para Alajuelense, manejaba el partido, tenía el control en el marcador, pero un error de Davis que se duerme y Francis le roba el balón para escaparse y García lo bota en el área. Penal y roja.
La Liga tiene que acudir a su cuarto portero, un joven con cara de niño, Esteban Carrillo. Se dieron cita experiencia y juventud y ganó la experiencia de Bernard.
Limón acortó y presionó, comenzó a apretar con los ocho minutos de reposición, pero ahí terminó de matar la Liga con otro tanto de Oviedo desde el manchón blanco.
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
La Liga venció 3-1 a Limón en casa para sacar tres puntos fundamentales
En medio de una “crisis”, como lo llamó su propio entrenador Oscar Ramírez, los manudos llegaron al Morera Soto necesitados del sabor de la victoria.
Al frente tenía un equipo como Limón, que siempre le gusta complicar a los llamados grandes.
Con el brasileño Everton y Walter Chévez encargados de la conducción del equipo los locales, con ayuda de Cristian Oviedo, aunque también el “Machillo” volvía a salir sin un delantero nato, puesto que ocupó Armando Alonso.
Limón le regaló el balón a los alajuelenses que comenzaron a tocar, buscando abrir espacio entre el muro verde y poco a poco comenzarían a tocar la puerta de Lewis.
La opción más clara de la Liga sería en los botines de Oviedo, que sin dejar que el esférico se ensuciara disparó un largo centro de Ramírez que hizo cimbrar el poste.
En todos los primeros 45 minutos, Limón nada más inquietaría con un centro de Francis.
Para el complemento quedaron los goles y por ende la mayor cantidad de emociones.
Chévez entró más conectado y comenzó a generar más, dejando a Sancho frente al marco sin embargo como que eso de hacer goles no es el punto fuerte del manudo en estos días.
Y luego respondió Limón, escapada de Lemark que termina en la cabeza de Furtado y aparece García para negarle el tanto.
Tanta falta y centro le dio resultado a la Liga, Oviedo cobró la defensa rechaza y en el segundo poste aparece Soto para poner el primero.
Los locales aprovechan para seguir tocando y en una descolgada de Ramírez deja a Ovideo solo para el 2-0.
Todo pintaba perfecto para Alajuelense, manejaba el partido, tenía el control en el marcador, pero un error de Davis que se duerme y Francis le roba el balón para escaparse y García lo bota en el área. Penal y roja.
La Liga tiene que acudir a su cuarto portero, un joven con cara de niño, Esteban Carrillo. Se dieron cita experiencia y juventud y ganó la experiencia de Bernard.
Limón acortó y presionó, comenzó a apretar con los ocho minutos de reposición, pero ahí terminó de matar la Liga con otro tanto de Oviedo desde el manchón blanco.
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net