Un nuevo paradigma económico
| Miércoles 25 mayo, 2011
Un nuevo paradigma económico
En un seminario de emprendedurismo en micro y pequeñas empresas realizado hace siete años en Taiwán, se analizó el tema sobre en cuales aspectos de la economía taiwanesa el Estado estaba dispuesto a mantener la soberanía y en cuáles se podría globalizar.
Solo ingresando a ese interesante país llama la atención cómo en plena ciudad se observan pequeñas parcelas de arroz y soya, cultivos sobre los cuales gira mucha de su cultura. Para ellos la cosa está muy clara, se exportan tecnologías y accesorios, pero se mantiene la soberanía alimentaria y del conocimiento.
Un escritor brasileño señalaba en un artículo, que de existir la visión y voluntad política, Brasil reunía los elementos básicos para generar un nuevo paradigma económico, y para ello el país debería asegurarse de conservar sus fuentes de agua, la biodiversidad de sus bosques y el conocimiento de sus pueblos indígenas, para generar ingresos por la neutralización del carbono a través de sus bosques, extraer los genomas de su inmensa y variada cantidad de plantas medicinales, y de ser poseedor de la riqueza hídrica más grande del planeta, envidia actual de los países más ricos del mundo.
Sin necesidad de ser pretencioso y con el solo requisito de ser visionario, tal y como se ha hecho con el desarrollo de especialización en áreas como la tecnología, los servicios cibernéticos, la medicina, el turismo y la educación, se puede afirmar que Costa Rica tiene también todos los elementos necesarios para convertirse en una pequeña gran potencia en temas como soberanía hídrica, alimentaria y de la biodiversidad.
El único requisito es que tanto el gobierno como la empresa privada apunten hacia ese rumbo, lo que significa no más tala de árboles, ni contaminación de ríos ni crecimiento sin planificación de las urbes; y enfocarnos más en la cultura del reciclaje, el uso de motores eléctricos, definir las fronteras agrícolas, explotar nuestra biodiversidad y conservar y explotar inteligentemente nuestro recurso hídrico.
Un turista inglés que con frecuencia nos visita, me comentaba sumamente preocupado el franco deterioro de nuestra riqueza hídrica y su repercusión en las áreas protegidas; él me señalaba que si en los parques de atracciones en Estados Unidos nos cobran $20 por navegar en un río tropical de mentiras y semejar una sabana africana, los ticos perfectamente podríamos explotar más nuestra riqueza natural, pero para ello el requisito fundamental es ser congruentes en todas la áreas.
Mynor Retana
Ingeniero
En un seminario de emprendedurismo en micro y pequeñas empresas realizado hace siete años en Taiwán, se analizó el tema sobre en cuales aspectos de la economía taiwanesa el Estado estaba dispuesto a mantener la soberanía y en cuáles se podría globalizar.
Solo ingresando a ese interesante país llama la atención cómo en plena ciudad se observan pequeñas parcelas de arroz y soya, cultivos sobre los cuales gira mucha de su cultura. Para ellos la cosa está muy clara, se exportan tecnologías y accesorios, pero se mantiene la soberanía alimentaria y del conocimiento.
Un escritor brasileño señalaba en un artículo, que de existir la visión y voluntad política, Brasil reunía los elementos básicos para generar un nuevo paradigma económico, y para ello el país debería asegurarse de conservar sus fuentes de agua, la biodiversidad de sus bosques y el conocimiento de sus pueblos indígenas, para generar ingresos por la neutralización del carbono a través de sus bosques, extraer los genomas de su inmensa y variada cantidad de plantas medicinales, y de ser poseedor de la riqueza hídrica más grande del planeta, envidia actual de los países más ricos del mundo.
Sin necesidad de ser pretencioso y con el solo requisito de ser visionario, tal y como se ha hecho con el desarrollo de especialización en áreas como la tecnología, los servicios cibernéticos, la medicina, el turismo y la educación, se puede afirmar que Costa Rica tiene también todos los elementos necesarios para convertirse en una pequeña gran potencia en temas como soberanía hídrica, alimentaria y de la biodiversidad.
El único requisito es que tanto el gobierno como la empresa privada apunten hacia ese rumbo, lo que significa no más tala de árboles, ni contaminación de ríos ni crecimiento sin planificación de las urbes; y enfocarnos más en la cultura del reciclaje, el uso de motores eléctricos, definir las fronteras agrícolas, explotar nuestra biodiversidad y conservar y explotar inteligentemente nuestro recurso hídrico.
Un turista inglés que con frecuencia nos visita, me comentaba sumamente preocupado el franco deterioro de nuestra riqueza hídrica y su repercusión en las áreas protegidas; él me señalaba que si en los parques de atracciones en Estados Unidos nos cobran $20 por navegar en un río tropical de mentiras y semejar una sabana africana, los ticos perfectamente podríamos explotar más nuestra riqueza natural, pero para ello el requisito fundamental es ser congruentes en todas la áreas.
Mynor Retana
Ingeniero