Un proyecto-país ambiguo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 25 octubre, 2008
En estos días ha sobresalido, entre otros, el tema de la tala de árboles, la contaminación, la conservación de los recursos naturales esenciales.
Es normal que el tema despierte ese interés. Dichos recursos son el mayor patrimonio con que cuenta el país.
Hay dos visiones enfrentadas de la situación. La que piensa prioritariamente en la urgente necesidad de conservar los más importantes recursos naturales y la que da primacía más bien al desarrollo, que puede generar fuentes de trabajo y lo que consideran mejores condiciones de vida para el ser humano, aunque en algunos casos causa un impacto sobre el ambiente que pone en peligro o destruye la naturaleza.
Ambas cosas deben ser atendidas y la solución debería provenir de un sentimiento común que une a quienes han nacido en este país. El rasgo más importante de la identidad costarricense quizás sea su amor a la naturaleza.
No obstante, está claro que los habitantes de esta tierra no han sido capaces de definir con la fuerza y la determinación necesarias el proyecto-país que quieren impulsar para que sea ese proyecto el que convierta a Costa Rica en un hito mundial de conservación de recursos naturales.
Por otra parte, lograr esto implica también demostrar la existencia de una población que no solo camina unida hacia ese objetivo sino que lo hace con responsabilidad, honestidad y apegada a los más valiosos principios.
Si esto se definiera y se actuara firme y decididamente en forma coherente y transparente en ese sentido, cabría la posibilidad de atraer los recursos del exterior para impulsar, paralelamente, el ansiado desarrollo dentro de un modelo que garantice mantener intacto el principal patrimonio nacional: la riqueza naturaleza.
En nuestra indefinición, en la ambigüedad de nuestro proyecto-país radica el mal que genera los interminables conflictos que se dan en torno a desarrollo y naturaleza. Y es ahí también en donde reside la mayor debilidad para argumentar cuando pidamos apoyo al mundo desarrollado.