Un alto a la violencia
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 25 noviembre, 2008
La movilización, este fin de semana, de miles de costarricenses por las calles josefinas, refleja que la violencia en cualquiera de sus ámbitos y la inseguridad se han convertido en serias preocupaciones de la población que requieren atención inmediata por parte del Gobierno. Es necesario pasar de las palabras y los diagnósticos a las acciones que verdaderamente se traduzcan en menos delincuencia.
Los costarricenses están temerosos de salir a la calle, cansados de ver cómo el malhechor se sale en muchos casos con las suya. Hemos convertido nuestras casas en prisiones y cada día es más difícil mirar a un niño jugar afuera. Esta será una Navidad y fin de año marcados por esa característica.
Se requiere tomar medidas urgentes. Pero no se trata únicamente de construir más cárceles y fortalecer leyes para castigar al ladrón o al asesino, sino de ir más allá y combatir el problema desde la raíz.
Una sociedad más justa, con mayores oportunidades de empleo y de superación personal, es sin duda el pilar para un país más pacífico.
Es aquí en donde los gobiernos deben poner su parte, garantizando oportunidades reales para todos, combatiendo las desigualdades y promoviendo un desarrollo justo.
En el núcleo familiar también se debe trabajar, promoviendo valores morales fuertes en nuestros hijos.
Hoy, en el Día contra la Violencia hacia las Mujeres, muchas de ellas continúan siendo víctimas de agresores. Este es un círculo que debe romperse definitivamente, para que nuestros hijos no sean testigos de esas actitudes incorrectas que puedan reproducir en el futuro.
El grito de auxilio de quienes han sido víctimas de una agresión en el hogar, de un hecho violento en la calle, o de un acto doloso de la delincuencia, debe ser escuchado por todos y todos debemos cumplir con nuestra obligación al respecto.
Que estos actos no se sigan repitiendo. Que no haya más madres llorando a sus hijos, más esposas lamentando la destrucción de sus familias, más estadísticas que año con año crecen sin cesar.
Que pueda sobrevivir la paz en este país.