Turnarounds
| Sábado 10 mayo, 2008
Turnarounds
Jorge Volio
Presidente de Volio Capital
jvolio@voliocapital.com
Distinto a los objetivos estratégicos que he considerado en mis columnas anteriores, existe un tipo de adquisición cuya táctica varía, ya que es motivada por objetivos más oportunistas. Me refiero a las adquisiciones con el propósito de “darle vuelta” a una compañía, conocidas en inglés como turnaround.
En los mercados desarrollados esta figura ha sido ampliamente propagada, e incluso se han creado inversionistas institucionales, tipo fondos de inversión, cuyo único objetivo de inversión son adquisiciones para turnaround. Los administradores de este tipo de fondos advierten que es la manera más excitante, descorazonada, lucrativa e intensiva de capital de todos los prototipos de adquisición.
En términos generales, en la industria de la banca de inversión se menciona que de cada cinco adquisiciones, una es muy exitosa, dos se quedan cortas en relación a las expectativas, y dos son un total fracaso. Personalmente, creo que en la región de Centroamérica estas estadísticas son más en el orden de tres exitosas, una corta versus expectativas, y una fracasada; probablemente sea porque es una práctica reciente en la estrategia de crecimiento de las compañías, y aún estamos tomando las mejores oportunidades de nuestros mercados.
Las compañías candidatas a turnarounds podrían clasificarse en varios tipos, por sus características: compañías sobre-endeudadas; compañías sub-capitalizadas (algunas veces se presentan ambos síntomas en un solo caso); compañías con una pobre administración, y compañías pertenecientes a industrias o mercados en transición.
En estos procesos los bancos acreedores juegan un rol clave; muchas veces son ellos los que toman la iniciativa de buscarle comprador a uno de sus clientes, y le “tuercen el brazo” con justificación a su cliente para que considere la venta; a veces la administración de la empresa en problemas e incluso sus socios, pueden percibir esta salida como un verdadero salvataje, que les permite recuperar algo antes de quebrar o liquidar. Compradores que ofrecen mejores perspectivas de administración y disponibilidad de capital, son bienvenidos por los bancos acreedores.
Desde la perspectiva de los inversionistas, el proceso de análisis es crítico para tomar buenas decisiones; muchas veces decimos que tienen buen “olfato”, sin embargo yo considero que son empresarios que dan importancia a pocos elementos, pero que son los factores clave de su inversión.
En un ambiente espinoso como el que estamos viviendo hoy, será más común ver este tipo de oportunidades de adquisición en nuestros mercados.
Jorge Volio
Presidente de Volio Capital
jvolio@voliocapital.com
Distinto a los objetivos estratégicos que he considerado en mis columnas anteriores, existe un tipo de adquisición cuya táctica varía, ya que es motivada por objetivos más oportunistas. Me refiero a las adquisiciones con el propósito de “darle vuelta” a una compañía, conocidas en inglés como turnaround.
En los mercados desarrollados esta figura ha sido ampliamente propagada, e incluso se han creado inversionistas institucionales, tipo fondos de inversión, cuyo único objetivo de inversión son adquisiciones para turnaround. Los administradores de este tipo de fondos advierten que es la manera más excitante, descorazonada, lucrativa e intensiva de capital de todos los prototipos de adquisición.
En términos generales, en la industria de la banca de inversión se menciona que de cada cinco adquisiciones, una es muy exitosa, dos se quedan cortas en relación a las expectativas, y dos son un total fracaso. Personalmente, creo que en la región de Centroamérica estas estadísticas son más en el orden de tres exitosas, una corta versus expectativas, y una fracasada; probablemente sea porque es una práctica reciente en la estrategia de crecimiento de las compañías, y aún estamos tomando las mejores oportunidades de nuestros mercados.
Las compañías candidatas a turnarounds podrían clasificarse en varios tipos, por sus características: compañías sobre-endeudadas; compañías sub-capitalizadas (algunas veces se presentan ambos síntomas en un solo caso); compañías con una pobre administración, y compañías pertenecientes a industrias o mercados en transición.
En estos procesos los bancos acreedores juegan un rol clave; muchas veces son ellos los que toman la iniciativa de buscarle comprador a uno de sus clientes, y le “tuercen el brazo” con justificación a su cliente para que considere la venta; a veces la administración de la empresa en problemas e incluso sus socios, pueden percibir esta salida como un verdadero salvataje, que les permite recuperar algo antes de quebrar o liquidar. Compradores que ofrecen mejores perspectivas de administración y disponibilidad de capital, son bienvenidos por los bancos acreedores.
Desde la perspectiva de los inversionistas, el proceso de análisis es crítico para tomar buenas decisiones; muchas veces decimos que tienen buen “olfato”, sin embargo yo considero que son empresarios que dan importancia a pocos elementos, pero que son los factores clave de su inversión.
En un ambiente espinoso como el que estamos viviendo hoy, será más común ver este tipo de oportunidades de adquisición en nuestros mercados.