"Trufas", fiesta en el paladar
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Lunes 07 noviembre, 2011
Con Sumo
“Trufas”, fiesta en el paladar
Estamos acostumbrados a pensar en las famosas setas cuando hablamos de trufas. Son sinónimo de exquisita experiencia gastronómica y también, desde luego, de lujo, porque hay que pagar mucho por ellas. Sin embargo, ahora en Costa Rica tenemos la posibilidad de saborear “trufas” dulces que son un derroche de los más finos ingredientes y un despliegue de arte culinario.
Se trata, para los que aún no lo hayan descubierto o saboreado en el país, de un sofisticado producto hecho a base de chocolate, crema de leche y ron, entre otros ingredientes, que mediante cierto procedimiento adquiere sabor exquisito. Este original postre, originario de Bélgica, fue llamado “Trufa” según se dice, por su parecido en forma y textura con las setas del mismo nombre.
Ahora, la firma Britt, que las elabora aquí, las ofrece no solo en su caja normal sino en otra especial para la época navideña, con el objetivo de que podamos regalarlas. Y quien ya las ha probado sabe que serían un obsequio inolvidable porque no creo que haya paladar que se resista a disfrutarlas sin poder ya olvidarlas.
Cada caja de “Trufas”, contiene ocho variedades de sabores: tres especias (canela, clavo de olor y nuez moscada), jengibre, cardamomo, miel y almendra, menta, café, tres chocolates y té verde. Un verdadero caleidoscopio del sabor para ofrecer una fiesta al paladar.
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
“Trufas”, fiesta en el paladar
Estamos acostumbrados a pensar en las famosas setas cuando hablamos de trufas. Son sinónimo de exquisita experiencia gastronómica y también, desde luego, de lujo, porque hay que pagar mucho por ellas. Sin embargo, ahora en Costa Rica tenemos la posibilidad de saborear “trufas” dulces que son un derroche de los más finos ingredientes y un despliegue de arte culinario.
Se trata, para los que aún no lo hayan descubierto o saboreado en el país, de un sofisticado producto hecho a base de chocolate, crema de leche y ron, entre otros ingredientes, que mediante cierto procedimiento adquiere sabor exquisito. Este original postre, originario de Bélgica, fue llamado “Trufa” según se dice, por su parecido en forma y textura con las setas del mismo nombre.
Ahora, la firma Britt, que las elabora aquí, las ofrece no solo en su caja normal sino en otra especial para la época navideña, con el objetivo de que podamos regalarlas. Y quien ya las ha probado sabe que serían un obsequio inolvidable porque no creo que haya paladar que se resista a disfrutarlas sin poder ya olvidarlas.
Cada caja de “Trufas”, contiene ocho variedades de sabores: tres especias (canela, clavo de olor y nuez moscada), jengibre, cardamomo, miel y almendra, menta, café, tres chocolates y té verde. Un verdadero caleidoscopio del sabor para ofrecer una fiesta al paladar.
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net