Totalitarismo alemán
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Lunes 27 junio, 2016
“El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania", dijo Gary Lineker, jugador inglés en el Mundial del 90.
Tres goles de la selección alemana fueron la dosis letal que le inyectó a Eslovaquia para avanzar a cuartos.
El clímax de esta película se adelantó, en los primeros 15 minutos sucedió de todo. Al minuto 8, un tiro de esquina alemán fue rechazado por un zaguero y sin dejarla ensuciar, Jerome Boateng desde la media luna castigó la pelota con rencor y la hundió en la cabaña eslovaca que se quemaba muy temprano.
Cinco minutos más tarde, un penal sobre Muller parecía dar sentencia antes de tiempo pero el meta eslovaco detuvo el lanzamiento de Ozil desde los once pasos.
El único remate a marco de Eslovaquia llegó al 41’, Neuer con su 1.93 metros de altura se estiró para detener un cabezazo que parecía ser la igualada.
Del posible empate se pasó al segundo tanto de Alemania. Draxler por la izquierda asistió a Mario Gomez que no perdonó para el 2-0 antes del descanso.
En la segunda etapa los eslovacos comenzaron a jugar, pero no pudieron competir. Draxler al 63’ de media bolea dentro del área, puso fin al monopolio alemán.