Todos podrán “ver” los billetes
| Lunes 12 agosto, 2013
“Tarjeta escalonada” es única en Centroamérica
Todos podrán “ver” los billetes
BAC dona 18 mil dispositivos de lectura para invidentes
Personas con problemas visuales o totalmente ciegas podrán identificar el valor de cada uno de los billetes de una manera más precisa gracias a un dispositivo llamado tarjeta escalonada, creado por Erik Hidalgo, director de la Escuela de Artes Plásticas de la UCR.
Este aparato plástico, parecido a una tarjeta con escalones, se puede sostener con una mano y con la otra se coloca el billete desde atrás hacia delante, al doblarlo, el billete más corto que es el de ¢1 mil, será el que llegue al escalón más bajo, mientras que el de ¢50 mil que es el más largo llegará al último. Así una persona invidente o con problemas visuales podrá cuantificar los pagos recibidos o los que piensa dar, incluyéndolos de una manera más activa a la economía nacional.
Este es el primer producto centroamericano diseñado para este fin y fue elaborado en la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova) de la UCR.
Los primeros 18 mil dispositivos serán distribuidos, de forma gratuita, a la población invidente económicamente activa del país como parte de los programas de responsabilidad social de Grupo BAC Credomatic.
“Nuestro objetivo es democratizar el uso del dispositivo que permitirá a esta población manejar sus finanzas y reducir el riesgo de ser víctimas de estafa”, manifestó Elena Galante, gerente de Responsabilidad Social de BAC Credomatic.
Las tarjetas se entregarán a través del Patronato Nacional de Ciegos (Panaci) en el territorio nacional, y la UCR se encargará de coordinar la distribución para la población invidente universitaria.
Desde 2006 la población con problemas visuales ha estado en una constante lucha por lograr su inclusión en el sistema económico nacional, la cual pasa por poder dar y recibir pagos.
Su primera conquista fue que el Banco Central realizara el diseño e impresión de toda una nueva familia de billetes cuyos tamaños diferenciados, colores contrastantes y marcas táctiles posibilitaron una mejor identificación del numerario y el uso de dispositivos como el mencionado.
Anteriormente con todos los billetes del mismo tamaño los invidentes que se dedican a actividades como la venta de lotería eran constantemente estafados, necesitaban la asistencia de una persona sin problemas visuales y, aunque lo hubieran tenido, ningún dispositivo de este tipo podría haberse aplicado para identificar los pagos.
Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net