TLC con Perú avanza en el Capitolio
| Miércoles 26 septiembre, 2007
TLC con Perú avanza en el Capitolio
María Peña - Washington
EFE
El Tratado de Libre Comercio (TLC) con Perú superó ayer el segundo y último “voto de ensayo” en el Congreso de Estados Unidos, clave para su votación definitiva antes de fin de año, y los demócratas aseguraron que, ahora, la pelota la tiene la Casa Blanca.
El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer y a viva voz en una “votación simulada” el TLC con Perú, sin votos en contra, después de que la oposición demócrata se mostró satisfecha por la inclusión de importantes protecciones laborales y ambientales en el pacto.
En el mismo sentido se manifestó el viernes pasado el Comité de Finanzas del Senado, que aprobó el TLC en voto de ensayo con 18 votos a favor y tres en contra.
Los simulacros de voto quizá son un fenómeno extraño en las legislaturas de otros países pero, aunque no son vinculantes, son parte del proceso del Legislativo estadounidense y sirven para medir el apoyo a los convenios pendientes de ratificación.
Junto al de Perú, suscrito el 12 de abril de 2006, el Congreso también debe someter a votación los TLC pactados con Colombia, Panamá y Corea del Sur.
Charles Rangel, presidente del Comité, aseguró que el voto de es algo “histórico” hacia la liberalización comercial, un proceso “que está aquí para quedarse y va más allá de los partidos políticos y los sindicatos”.
Por su parte, Sander Levin, presidente del Subcomité de Comercio de la misma Cámara, subrayó que el TLC con Perú es el primero en incorporar de forma vinculante importantes protecciones laborales y ambientales.
Ambos legisladores se mostraron satisfechos con el liderazgo del presidente peruano, Alan García, respecto al tema laboral, pero expresaron serias dudas sobre el futuro de los TLC con Panamá y Colombia, por la situación política en ambos países.
Según Rangel, las recientes declaraciones de García dejan claro que Perú está dispuesto a demostrar liderazgo “para asegurar que cuando hablamos de comercio, hablamos no sólo de gente que trabaja sino también del ambiente en el que trabaja”.
En el caso de Colombia, Rangel dejó entrever que el TLC con ese país no reúne aún los votos necesarios para su aprobación.
En ese sentido, Rangel indicó que, en lo que se refiere a los tratados con Colombia y Panamá, todo dependerá de las acciones que tome el Ejecutivo porque, ahora, “la pelota la tiene la Casa Blanca”.
Se prevé que la Casa Blanca someta al Congreso el texto final sobre el TLC con Perú para su aprobación definitiva.
La Oficina de la Representante de Comercio Exterior (USTR), que junto a otras agencias del gobierno ha estado cabildeando a favor del TLC con Perú, no ha dado fecha para tal propósito.
Varios grupos del sector empresarial, como la Asociación Nacional de Manufactureros y la Asociación Nacional de Fabricantes de Artefactos Eléctricos, alabaron las bondades del TLC con Perú.
Mientras, el grupo “Public Citizen” afirmó que ese convenio “es mala política porque extiende muchas de las cláusulas dañinas contenidas” en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y en el pacto con Centroamérica.
“Ningún grupo clave de la base demócrata” apoya este acuerdo y decenas de sindicatos, y grupos cívicos, religiosos y comunitarios le han pedido al Congreso que lo rechace, así como dos federaciones laborales Perú, señaló “Public Citizen”.
María Peña - Washington
EFE
El Tratado de Libre Comercio (TLC) con Perú superó ayer el segundo y último “voto de ensayo” en el Congreso de Estados Unidos, clave para su votación definitiva antes de fin de año, y los demócratas aseguraron que, ahora, la pelota la tiene la Casa Blanca.
El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer y a viva voz en una “votación simulada” el TLC con Perú, sin votos en contra, después de que la oposición demócrata se mostró satisfecha por la inclusión de importantes protecciones laborales y ambientales en el pacto.
En el mismo sentido se manifestó el viernes pasado el Comité de Finanzas del Senado, que aprobó el TLC en voto de ensayo con 18 votos a favor y tres en contra.
Los simulacros de voto quizá son un fenómeno extraño en las legislaturas de otros países pero, aunque no son vinculantes, son parte del proceso del Legislativo estadounidense y sirven para medir el apoyo a los convenios pendientes de ratificación.
Junto al de Perú, suscrito el 12 de abril de 2006, el Congreso también debe someter a votación los TLC pactados con Colombia, Panamá y Corea del Sur.
Charles Rangel, presidente del Comité, aseguró que el voto de es algo “histórico” hacia la liberalización comercial, un proceso “que está aquí para quedarse y va más allá de los partidos políticos y los sindicatos”.
Por su parte, Sander Levin, presidente del Subcomité de Comercio de la misma Cámara, subrayó que el TLC con Perú es el primero en incorporar de forma vinculante importantes protecciones laborales y ambientales.
Ambos legisladores se mostraron satisfechos con el liderazgo del presidente peruano, Alan García, respecto al tema laboral, pero expresaron serias dudas sobre el futuro de los TLC con Panamá y Colombia, por la situación política en ambos países.
Según Rangel, las recientes declaraciones de García dejan claro que Perú está dispuesto a demostrar liderazgo “para asegurar que cuando hablamos de comercio, hablamos no sólo de gente que trabaja sino también del ambiente en el que trabaja”.
En el caso de Colombia, Rangel dejó entrever que el TLC con ese país no reúne aún los votos necesarios para su aprobación.
En ese sentido, Rangel indicó que, en lo que se refiere a los tratados con Colombia y Panamá, todo dependerá de las acciones que tome el Ejecutivo porque, ahora, “la pelota la tiene la Casa Blanca”.
Se prevé que la Casa Blanca someta al Congreso el texto final sobre el TLC con Perú para su aprobación definitiva.
La Oficina de la Representante de Comercio Exterior (USTR), que junto a otras agencias del gobierno ha estado cabildeando a favor del TLC con Perú, no ha dado fecha para tal propósito.
Varios grupos del sector empresarial, como la Asociación Nacional de Manufactureros y la Asociación Nacional de Fabricantes de Artefactos Eléctricos, alabaron las bondades del TLC con Perú.
Mientras, el grupo “Public Citizen” afirmó que ese convenio “es mala política porque extiende muchas de las cláusulas dañinas contenidas” en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y en el pacto con Centroamérica.
“Ningún grupo clave de la base demócrata” apoya este acuerdo y decenas de sindicatos, y grupos cívicos, religiosos y comunitarios le han pedido al Congreso que lo rechace, así como dos federaciones laborales Perú, señaló “Public Citizen”.