¿Tiene la ley de bienestar animal penas desproporcionadas?
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 01 agosto, 2016
El establecimiento de hasta tres años de cárcel para quien mate un animal es una sanción que podría ser desproporcionada, llenando los tribunales con denuncias difíciles de comprobar y gastos excesivos en cada proceso, advierten algunos sectores.
Sin embargo, mantenerse en esa línea de pensamiento sería un estancamiento para Costa Rica en materia jurídica, en momentos en que existe una corriente mundial que considera los animales como “personas no humanas” y por tanto, sujetos de derechos legales.
Animalistas, exministros de Justicia, diputados, productores y actores judiciales se encuentran divididos por la ley de bienestar animal que se aprobó la semana pasada en primer debate.
Desde el punto de vista práctico, una vez que la ley entre en vigencia, cada juicio tendría un costo de unos ¢6 millones; además, se destinarán recursos de investigación para atender casos de crueldad o maltrato animal, en los que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) estaría obligado a practicar medicatura forense, incluyendo el levantamiento de cuerpos.
Por otra parte, cuando se comprueben las conductas penales por parte de un tribunal, el Ministerio de Justicia tendría que enviar a la cárcel a los infractores, agravando los problemas de hacinamiento que hoy tiene el sistema carcelario.{l1}533344707{/l1}
La preocupación por la falta de recursos para atender las nuevas obligaciones de la ley, ya fue planteada por José Manuel Arroyo, presidente de la Sala III; Wálter Espinoza, director del OIJ; Marta Iris Muñoz, directora de la Defensa Pública; la Corporación de Fomento Ganadero, la Cámara de Porcicultores y algunos diputados como Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional, y Otto Guevara, del Movimiento Libertario.
Sin embargo, quienes defiende los animales, son del criterio que Costa Rica no puede supeditar sus decisiones a la falta de dinero, sobre todo cuando la ley de bienestar animal surgió como una iniciativa popular, asevera Patricia Vega, exministra de Justicia.
El concepto de “persona no humana” se considera la nueva frontera en cuanto a los derechos de los animales y se circunscribe a aquellos seres vivos con ciertas capacidades cognitivas y notable inteligencia, además de haber sido domesticados de alguna forma.
En principio la acepción solo abarcaba chimpancés y orangutanes, pero poco a poco, se ha ido extendiendo a otras especies como orcas, delfines y elefantes, asimismo, los animalistas ya llevan luchas paralelas contra el maltrato animal de otras especies como gatos, perros y caballos.
Incluso, en varios países se han abierto causas judiciales basándose en el polémico concepto, incluidos Argentina, España y Estados Unidos.{l2}cientos_protestaran_contra_el_maltrato_animal__2015-05-02{/l2}
El respaldo a la ley de bienestar animal en el país ha venido creciendo en el último año, al darse a conocer casos de crueldad animal como el de un tucán, al que le cercenaron el pico.
El proyecto aprobado no sanciona la actividad productiva como ganadería, pesquería y la veterinaria, ni tampoco pena el autoconsumo o el sacrificio por piedad; sin embargo, prohíbe expresamente las peleas entre animales y pondría tras las rejas, a quien haga daño a un ser vivo con alevosía.