Tensión no baja en Perú
| Miércoles 18 junio, 2008
Tensión no baja en Perú
Pobladores de Moquegua liberaron a policías heridos, pero al menos 50 más se mantenían retenidos
Lima
EFE
Medio centenar de policías continuaba ayer retenido por los pobladores en una iglesia de la localidad de Moquegua, epicentro de los bloqueos y las protestas que se registran desde hace ocho días en el sur de Perú, en demanda de un reparto más equitativo del canon minero.
La que comenzó como una pacífica huelga regional el pasado 9 de junio en Moquegua, a 1.225 kilómetros al sur de Lima, desembocó el lunes en fuertes enfrentamientos entre policías y pobladores que causaron cien heridos, según el Ministerio de Salud.
El conflicto se desató cuando las fuerzas del orden trataron de reabrir el bloqueado puente Montalvo, principal vía de entrada a la región vecina de Tacna.
Los pobladores pretendían así presionar al Gobierno central para que se haga una repartición equitativa del canon minero entre Moquegua y Tacna, región esta última que, según la distribución actual, se lleva un 79 por ciento de la renta de ese sector.
La superioridad numérica decantó los enfrentamientos a favor de los pobladores, quienes, piedras y palos en mano, desarmaron a los policías y retuvieron a más de 60 miembros de esa institución, entre ellos el jefe de la región, el general Alberto Jordán, en el interior del templo.
Jordán fue obligado a pedir perdón público por el uso de gas lacrimógeno, así como a enarbolar una bandera blanca, mientras intercambiaba su casco reglamentario por el sombrero de uno de los campesinos, en un intento por relajar la tensión.
Pero esa declaración no le sirvió para ser liberado por los pobladores, quienes lo devolvieron, junto al resto de policías, a la casa parroquial de la iglesia de Santo Domingo, en el centro de la ciudad de Moquegua, donde recibieron atención médica.
Ayer, tras la liberación durante la mañana de los 12 policías que presentaban las heridas más graves, en su mayoría fracturas, otros 48 continuaban en el interior de la casa parroquial, donde son atendidos por el obispado y la Defensoría del Pueblo.
La fiscal Miluska Velasco anunció que el Ministerio Público denunciará por el delito de secuestro a los responsables de la retención de los policías, informó la agencia estatal Andina.
Los bloqueos prosiguieron en el puente Montalvo, mientras la tensa calma dominaba a Moquegua, donde solo algunos comercios se dispusieron a vender las pocas latas de conserva que les quedan, en un ambiente de carestía de alimentos y combustibles.
La situación es similar en la región vecina de Tacna, fronteriza con Chile y totalmente aislada debido al cierre del puente Montalvo, donde hoy muchas estaciones de servicio se mantenían cerradas.
Mientras, la población llevó a cabo manifestaciones para exigir al Gobierno una solución a la crisis, anunció el presidente de la región, Hugo Ordóñez, a los periodistas en Lima.
Ordóñez y su homólogo de Moquegua, Jaime Rodríguez, fueron recibidos ayer en Lima por el primer ministro, Jorge del Castillo, quien dijo que no habrá diálogo mientras prosiga la retención de los policías.
El ministro del Interior, Luis Alva Castro, rompió hoy el silencio que había mantenido para hacer un llamado al diálogo y asegurar que su objetivo es "agotar hasta el último momento la vía y el camino del diálogo y de la paz", al insistir en que la primera meta es la liberación de los policías.
La fuente del conflicto es el reparto del canon minero que abona la empresa Southern Perú, la segunda principal empresa del país y que extrae cobre en las regiones de Moquegua y Tacna.
Esta minera pagó en 2007 al Estado 1.800 millones de nuevos soles (623,8 millones de dólares) en calidad de impuesto por el trabajo de explotación.
El 50 % de estos fondos debe ser entregado directamente a las zonas productivas, pero el Ministerio de Energía y Minas reparte ese monto entre las dos regiones en conflicto en función del metal extraído.
Los moqueguanos piden que se reparta de acuerdo a las toneladas de producto final, lo que variaría el actual 21 por ciento del total que reciben por un 52%. Tacna, por su parte, se niega.
Pobladores de Moquegua liberaron a policías heridos, pero al menos 50 más se mantenían retenidos
Lima
EFE
Medio centenar de policías continuaba ayer retenido por los pobladores en una iglesia de la localidad de Moquegua, epicentro de los bloqueos y las protestas que se registran desde hace ocho días en el sur de Perú, en demanda de un reparto más equitativo del canon minero.
La que comenzó como una pacífica huelga regional el pasado 9 de junio en Moquegua, a 1.225 kilómetros al sur de Lima, desembocó el lunes en fuertes enfrentamientos entre policías y pobladores que causaron cien heridos, según el Ministerio de Salud.
El conflicto se desató cuando las fuerzas del orden trataron de reabrir el bloqueado puente Montalvo, principal vía de entrada a la región vecina de Tacna.
Los pobladores pretendían así presionar al Gobierno central para que se haga una repartición equitativa del canon minero entre Moquegua y Tacna, región esta última que, según la distribución actual, se lleva un 79 por ciento de la renta de ese sector.
La superioridad numérica decantó los enfrentamientos a favor de los pobladores, quienes, piedras y palos en mano, desarmaron a los policías y retuvieron a más de 60 miembros de esa institución, entre ellos el jefe de la región, el general Alberto Jordán, en el interior del templo.
Jordán fue obligado a pedir perdón público por el uso de gas lacrimógeno, así como a enarbolar una bandera blanca, mientras intercambiaba su casco reglamentario por el sombrero de uno de los campesinos, en un intento por relajar la tensión.
Pero esa declaración no le sirvió para ser liberado por los pobladores, quienes lo devolvieron, junto al resto de policías, a la casa parroquial de la iglesia de Santo Domingo, en el centro de la ciudad de Moquegua, donde recibieron atención médica.
Ayer, tras la liberación durante la mañana de los 12 policías que presentaban las heridas más graves, en su mayoría fracturas, otros 48 continuaban en el interior de la casa parroquial, donde son atendidos por el obispado y la Defensoría del Pueblo.
La fiscal Miluska Velasco anunció que el Ministerio Público denunciará por el delito de secuestro a los responsables de la retención de los policías, informó la agencia estatal Andina.
Los bloqueos prosiguieron en el puente Montalvo, mientras la tensa calma dominaba a Moquegua, donde solo algunos comercios se dispusieron a vender las pocas latas de conserva que les quedan, en un ambiente de carestía de alimentos y combustibles.
La situación es similar en la región vecina de Tacna, fronteriza con Chile y totalmente aislada debido al cierre del puente Montalvo, donde hoy muchas estaciones de servicio se mantenían cerradas.
Mientras, la población llevó a cabo manifestaciones para exigir al Gobierno una solución a la crisis, anunció el presidente de la región, Hugo Ordóñez, a los periodistas en Lima.
Ordóñez y su homólogo de Moquegua, Jaime Rodríguez, fueron recibidos ayer en Lima por el primer ministro, Jorge del Castillo, quien dijo que no habrá diálogo mientras prosiga la retención de los policías.
El ministro del Interior, Luis Alva Castro, rompió hoy el silencio que había mantenido para hacer un llamado al diálogo y asegurar que su objetivo es "agotar hasta el último momento la vía y el camino del diálogo y de la paz", al insistir en que la primera meta es la liberación de los policías.
La fuente del conflicto es el reparto del canon minero que abona la empresa Southern Perú, la segunda principal empresa del país y que extrae cobre en las regiones de Moquegua y Tacna.
Esta minera pagó en 2007 al Estado 1.800 millones de nuevos soles (623,8 millones de dólares) en calidad de impuesto por el trabajo de explotación.
El 50 % de estos fondos debe ser entregado directamente a las zonas productivas, pero el Ministerio de Energía y Minas reparte ese monto entre las dos regiones en conflicto en función del metal extraído.
Los moqueguanos piden que se reparta de acuerdo a las toneladas de producto final, lo que variaría el actual 21 por ciento del total que reciben por un 52%. Tacna, por su parte, se niega.