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Tendencia a los extremos: un arma de doble filo para la salud

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 25 diciembre, 2023


Cristina Bazo


Cristina Bazo

Nutricionista, Clínica Gente Nutriendo Gente

En el año 2023, una época de mayor conectividad y acceso a la información, nos enfrentamos a enemigos particularmente peligrosos: las noticias falsas y la confusión entre lo verdadero y lo falso en medio de un torrente de datos. Un día, podemos escuchar que cierto alimento es perjudicial, pero al día siguiente, nos sugieren que dejar de consumirlo podría ser igualmente dañino, generando confusión en las decisiones que tomamos en torno a nuestra alimentación.

Ante este panorama surgen varias preocupaciones en cuanto a temas de salud, no solo es perjudicial el exceso de información falsa, también resulta alarmante cuán lejos podemos llegar al idealizar lo que vemos en las redes sociales. Tomemos, por ejemplo, el seguimiento de cuentas dedicadas a la salud y el fitness, aunque podríamos pensar que promueven un estilo de vida saludable, un artículo titulado "Influencia del uso de Instagram sobre la conducta alimentaria y los trastornos emocionales", escrito por David García Puertas, menciona que se asocian con la internalización del ideal de delgadez, la vigilancia corporal y el fomento de la conducta de querer perder peso.

Hoy en día, como sociedad, se siguen tendencias y se adoptan posturas extremas: todo o nada. Depositamos nuestra confianza en videos en línea y blogs de fuentes no confiables sin considerar los riesgos que pueden representar para nuestra salud.

Un claro ejemplo de esto es el caso del consumo de azúcar y su evolución a lo largo del tiempo. Ha habido fluctuaciones en torno a lo que se considera "saludable" y "aceptable". En los últimos años, vivimos la era del "azúcar cero", que promovía la eliminación completa de este alimento, desde una posición extremista, ya que se le relacionaba con el aumento de peso. Para lograrlo, la población recurrió al uso de edulcorantes, cayendo en algunos casos en el exceso.

Una alternativa que, según la Organización Mundial de la Salud, en un informe publicado en mayo, podrían no ser tan beneficiosos para la salud como se había pensado años atrás, cuestionando su eficacia en la época del "azúcar cero".

En vista de este cuestionamiento y las restricciones alimenticias cambiantes, la recomendación más sensata es alejarnos de las tendencias extremas y comenzar a adoptar un enfoque balanceado en nuestra alimentación. Tomemos el azúcar como ejemplo, que siendo una opción natural puede incluirse como parte de una alimentación balanceada, y aportando energía necesaria para el funcionamiento de órganos como el cerebro y los músculos, así como en situaciones donde el cuerpo necesita obtener energía de una forma rápida, tales como el ejercicio físico.

Eliminar completamente su consumo no es la mejor solución, en cambio, ingerirlo de manera equilibrada sí lo es. Podemos disfrutar de su sabor y sus beneficios mientras adoptamos un estilo de vida saludable que nos permita alcanzar nuestros objetivos, siempre recordando que la prioridad debe ser nuestro bienestar.

Como nutricionistas, nuestro papel es orientar a los pacientes hacia un consumo consciente y equilibrado de alimentos. La educación es nuestra mejor herramienta como profesionales de la salud; mientras que las mayores amenazas son la desinformación y el contenido sin base científica en plataformas digitales y en el “boca a boca”. Como consumidores, debemos velar por nuestra salud y no ponerla en riesgo por cuestiones de apariencia o tendencias, buscar un estilo de vida equilibrado y sostenible, recurrir a expertos y basarnos en fuentes confiables para informarnos.







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