Temor se apoderó del centro de la capital
Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Viernes 09 enero, 2009
Temor se apoderó del centro de la capital
Cientos de personas se aglomeraron en el centro de la capital debido al fuerte sismo
Melissa González y Gerardo Rodríguez
mgonzalezt@larepublica.net
grodriguez@larepublica.net
Quienes transitaban por las calles del centro de San José fueron invadidos por el pánico que causó el temblor de 6.2 grados en la escala de Richter que se presentó alrededor de la 1.19 p.m.
La impresión que causó al principio no fue alarmante hasta el momento en que su intensidad aumentó.
En la tienda La Gloria la tranquilidad de sus visitantes desapareció al escuchar el fuerte estruendo de los ventanales y ver como caían productos de las estanterías.
Muchos no sabían qué hacer, unos trataban de tranquilizarse, otros buscaban una zona donde protegerse.
Acabado el sismo los compradores y trabajadores del local no lo pensaron dos veces para bajar por las escaleras y buscar un lugar seguro.
Conforme las personas salían se encontraban con gente en estado de shock, como fue el caso de una joven embarazada, que estaba en el sótano de la tienda josefina y la desesperación no la dejaba moverse.
En un instante las calles de la capital se llenaron de gente, personal de bancos, tiendas y otros comercios se aglomeraban con sus teléfonos celulares en mano para llamar a sus seres queridos, aunque sin lograrlo, pues el sistema colapsó.
Poco después de las 3 p.m. ya muchos comercios y empresas tomaron la decisión de cerrar, tal es el caso de BAC San José, que después del temblor evacuó a sus empleados y les pidió no regresar.
Cientos de personas se aglomeraron en el centro de la capital debido al fuerte sismo
Melissa González y Gerardo Rodríguez
mgonzalezt@larepublica.net
grodriguez@larepublica.net
Quienes transitaban por las calles del centro de San José fueron invadidos por el pánico que causó el temblor de 6.2 grados en la escala de Richter que se presentó alrededor de la 1.19 p.m.
La impresión que causó al principio no fue alarmante hasta el momento en que su intensidad aumentó.
En la tienda La Gloria la tranquilidad de sus visitantes desapareció al escuchar el fuerte estruendo de los ventanales y ver como caían productos de las estanterías.
Muchos no sabían qué hacer, unos trataban de tranquilizarse, otros buscaban una zona donde protegerse.
Acabado el sismo los compradores y trabajadores del local no lo pensaron dos veces para bajar por las escaleras y buscar un lugar seguro.
Conforme las personas salían se encontraban con gente en estado de shock, como fue el caso de una joven embarazada, que estaba en el sótano de la tienda josefina y la desesperación no la dejaba moverse.
En un instante las calles de la capital se llenaron de gente, personal de bancos, tiendas y otros comercios se aglomeraban con sus teléfonos celulares en mano para llamar a sus seres queridos, aunque sin lograrlo, pues el sistema colapsó.
Poco después de las 3 p.m. ya muchos comercios y empresas tomaron la decisión de cerrar, tal es el caso de BAC San José, que después del temblor evacuó a sus empleados y les pidió no regresar.