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Taxistas y Uber podrían competir sin regulación

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 04 noviembre, 2015




Resumen ejecutivo
Taxistas y Uber competirían bajo condiciones de igualdad, en el nuevo modelo del mercado que está emergiendo.
Los taxistas se liberarían del costo de una regulación que no funciona, y aprovecharían las apps, mientras que Uber operaría libremente.
El Estado garantizaría la seguridad de los pasajeros, mientras varios reguladores estarían liberados para hacer las cosas productivas.
Los consumidores, por su parte, ganarían con la competencia.

 

En el nuevo modelo del mercado que está emergiendo, el taxista podría competir.
No contaría con la seguridad del Estado, que pretende garantizar su supervivencia al limitar la cantidad de las placas.
Sin embargo, no hay garantía ante las operaciones digitales eficientes.
Ni siquiera el Estado ha podido proteger al taxista ante los piratas.
De lo contrario, el taxista aprovecharía las tecnologías parecidas a la de Uber, que combina un programa de geolocalización con un administrativo.
Las apps Easy Taxi y Taxible ya están disponibles en el país.
En el nuevo modelo, el taxista ahorraría dinero al no tener que pagar la placa, que no tendría ningún valor, mientras muchos se quitarían el costo del combustible, aceite, llantas y repuestos, al recibir las solicitudes de los usuarios mediante una app, en lugar de recorrer las calles.
Ya casi el 75% del público tiene smartphone.
Como parte del cambio, el Estado dejaría de regular un negocio que nunca se ha podido definir de forma efectiva.
El regulador puede decir, “San José necesita 100 taxis”, pero apenas se necesitarían 20, cuando mayoría de personas estarían viendo un clásico.
Y en una noche lluviosa de las compras de Black Friday, probablemente se requieran 200.
¿Y el precio?
Si la cuota fuera baja, favorecería a quien hace un recorrido corto.
Si fuera al revés, favorecería lo contrario.
El Estado siempre protegería al usuario, al asegurar que cualquier prestador del servicio de transporte comprobó la capacidad de manejar y la buena conducta personal, así como el seguro y la revisión del carro.
Cada transportista tendría además que notificar el costo del servicio, sea por taxímetro o mediante la propia app, mientras un mercado competitivo definiría los precios, tal como sucede en los demás sectores de la economía.
Al mismo tiempo, varios reguladores actuales, que en gran parte son personas altamente capacitadas, podrían hacer otras cosas productivas.
Los consumidores, por su parte, ganarían con la competencia.


 







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