¿Sub-viviendo en el sub-equipo?
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 05 abril, 2011
¿Sub-viviendo en el sub-equipo?
Algunos significados del prefijo “sub” son: por debajo de, inferior, secundario, disminución. No vivir con intensidad el potencial que un equipo posee es “sub-vivir,” o sea, conformar un “sub-equipo.”
El ser humano se comporta según las creencias que tiene de sí mismo. Ellas pueden ser tanto la plataforma para perseguir un sueño, como el techo que limite las aspiraciones. Las actitudes son expresiones de las convicciones. Un equipo que enfrenta a un rival convencido de que éste es superior en todos los aspectos, entra a la cancha perdiendo de antemano porque se percibe “sub-capaz” de ganar.
Una persona que se conforma con el uso limitado de sus talentos y porque “no se la cree,” podría pasar el resto de su existencia “sub-viviendo.” Si ella integra grupos en los otros miembros que piensan igual, constituirán un “sub-equipo” y obtendrán resultados por debajo de lo que sería factible, con apenas un cambio en la valoración de sí mismos.
Los equipos superan su rendimiento si sus miembros evalúan su situación actual, reconocen su enorme potencial y toman la decisión de construir una identidad basada en la cohesión y el compromiso con el trabajo arduo, para concretar su desafiante visión de futuro. Ahora bien, esto no es sencillo; cada integrante posee una vida diferente y en algunos casos ni siquiera es consciente de su propio potencial. La manera en que haya evaluado sus experiencias anteriores, forja sus creencias y si éstas son limitantes el romper el techo mental es una tarea compleja que, lamentablemente, no siempre será exitosa.
Mientras no ocurra una confrontación radical con el concepto que el equipo tiene de sí mismo, de nada valdrán frases, arengas, psicólogos instantáneos, ni nada que sea pasajero. Resolver pensamientos mediocres o disolver creencias que encarcelan propósitos, amerita un esfuerzo serio que toma tiempo, pues a veces esos pensamientos se originaron antes de que los miembros nacieran, o sea, en sus familias.
Disimular es más fácil que engañarnos a nosotros mismos. Cada cual es consciente de si está viviendo o sub-viviendo. Por más cordialidad que exista, los equipos saben si en verdad lo son o si apenas presentan una escena teatral para ocultar grietas internas. Así, los miembros que “viven” contribuyen a elevar el nivel de exigencia por el alto desempeño y estimulan a los que “sub-viven” a abandonar sus zonas de comodidad.
¿Es usted parte de un equipo o de un sub-equipo?
German Retana
german.retana@incae.edu
Algunos significados del prefijo “sub” son: por debajo de, inferior, secundario, disminución. No vivir con intensidad el potencial que un equipo posee es “sub-vivir,” o sea, conformar un “sub-equipo.”
El ser humano se comporta según las creencias que tiene de sí mismo. Ellas pueden ser tanto la plataforma para perseguir un sueño, como el techo que limite las aspiraciones. Las actitudes son expresiones de las convicciones. Un equipo que enfrenta a un rival convencido de que éste es superior en todos los aspectos, entra a la cancha perdiendo de antemano porque se percibe “sub-capaz” de ganar.
Una persona que se conforma con el uso limitado de sus talentos y porque “no se la cree,” podría pasar el resto de su existencia “sub-viviendo.” Si ella integra grupos en los otros miembros que piensan igual, constituirán un “sub-equipo” y obtendrán resultados por debajo de lo que sería factible, con apenas un cambio en la valoración de sí mismos.
Los equipos superan su rendimiento si sus miembros evalúan su situación actual, reconocen su enorme potencial y toman la decisión de construir una identidad basada en la cohesión y el compromiso con el trabajo arduo, para concretar su desafiante visión de futuro. Ahora bien, esto no es sencillo; cada integrante posee una vida diferente y en algunos casos ni siquiera es consciente de su propio potencial. La manera en que haya evaluado sus experiencias anteriores, forja sus creencias y si éstas son limitantes el romper el techo mental es una tarea compleja que, lamentablemente, no siempre será exitosa.
Mientras no ocurra una confrontación radical con el concepto que el equipo tiene de sí mismo, de nada valdrán frases, arengas, psicólogos instantáneos, ni nada que sea pasajero. Resolver pensamientos mediocres o disolver creencias que encarcelan propósitos, amerita un esfuerzo serio que toma tiempo, pues a veces esos pensamientos se originaron antes de que los miembros nacieran, o sea, en sus familias.
Disimular es más fácil que engañarnos a nosotros mismos. Cada cual es consciente de si está viviendo o sub-viviendo. Por más cordialidad que exista, los equipos saben si en verdad lo son o si apenas presentan una escena teatral para ocultar grietas internas. Así, los miembros que “viven” contribuyen a elevar el nivel de exigencia por el alto desempeño y estimulan a los que “sub-viven” a abandonar sus zonas de comodidad.
¿Es usted parte de un equipo o de un sub-equipo?
German Retana
german.retana@incae.edu