Subsidios y asimetrías de información
| Sábado 06 diciembre, 2008
Subsidios y asimetrías de información
Pablo Slon Montero
Economista
La pobreza es un fenómeno complejo que afecta a una proporción considerable de la población costarricense, si bien es cierto los controles débiles sobre los programas de asistencia social pueden contribuir a que los recursos no se entreguen a los hogares que se encuentran en condición de pobreza, también la asimetría de información y los costos asociados al acceso a dichos beneficios, son determinantes en el proceso.
En la nota “Infiltrados” se dejan ayuda de pobres del miércoles 2 de diciembre de La República y en su Editorial La falta de controles del día 4 de diciembre se plantean algunos elementos asociados a la gestión de los programas sociales. Yo quisiera aprovechar para mencionar ciertos aspectos, los cuales según mi criterio son importantes y por lo tanto, deberían considerarse en el diseño de dichos programas.
Algunas de las características de la población pobre en Costa Rica se refiere a que un porcentaje vive en zona rural y se dedica a actividades agrícolas; un grupo está constituido por madres jefas de hogar y otros se encuentran desempleados. En ese sentido es probable que los desempleados ni siquiera tienen dinero para los “pases” de los autobuses que los transportarán a San José, donde se encuentran algunas de las instituciones que brindan la atención. Por otro lado, en algunos casos las madres no tienen con quien dejar a los chiquitos para realizar los trámites y aunado a esto, viven lejos y en lugares de difícil acceso. Tales elementos se constituyen en barreras de tipo económico y geográfico para el acceso a los beneficios sociales.
Un tema que reviste gran importancia es el de la información sobre el acceso a los programas, ya que las personas que pueden ser beneficiadas desconocen dichos programas. En realidad, no saben que pueden optar por esos beneficios y uno podría preguntarse por qué. Algunas explicaciones podrían ser que en primer lugar la mayoría de las personas pobres tienen menos acceso a las páginas de Internet y otras fuentes de información de las instituciones públicas que brindan los subsidios, mientras que las personas que no son pobres, tienen un mayor grado de información de los citados programas sociales.
Por otra parte, en Costa Rica una de las características de la población en condición de pobreza se refiere al bajo nivel educativo en relación con otros sectores de la población, lo que no quiere decir que sean tontos, pero sí que pueden enfrentar algunas dificultades para realizar los múltiples trámites asociados al proceso de acceso a este tipo de beneficios y podrían estar menos enterados de los programas sociales. Esto significa que si no reciben la información de una manera adecuada, no tendrán acceso a los programas sociales y otros que tienen ventajas en este sentido, como mejor información, mejor educación para conocer sus derechos de acceder a los beneficios y mejor organizados, sí los disfrutarán.
Otro problema asociado a la entrega de los subsidios a la población en condición de pobreza obedece a la asimetría de información del servicio o bien recibido. Es como el caso del vendedor de carros usados que conoce muy bien los defectos del vehículo que está vendiendo, pero su comprador potencial los desconoce o el empleador que contrata un empleado del cual desconoce sus aptitudes para un empleo, pero el empleado sí sabe sus propias deficiencias.
Algo similar sucede con un bono de vivienda, el constructor de las casas de interés social conoce muy bien los materiales que utiliza y los desperfectos que tiene la vivienda que entrega, sin embargo el beneficiario desconoce cuáles son las características técnicas para que una vivienda cumpla con estándares de construcción aceptables, más todavía si no tiene conocimientos de construcción y ha vivido toda su vida en un tugurio. Estas asimetrías aplican también a la educación y la salud, porque el que recibe el servicio desconoce en ciertos casos si por ejemplo le faltó algún examen médico o si un niño recibe educación de calidad.
Además de la falta de evaluación, de los controles débiles, de la visión cortoplacista, de la duplicidad de funciones y de la falta de coordinación en los programas de asistencia social, es importante considerar la información que se brinda, los costos asociados al acceso a los programas sociales y las brechas de conocimiento de los servicios que se entregan en el diseño de dichos programas y sus políticas respectivas.
Pablo Slon Montero
Economista
La pobreza es un fenómeno complejo que afecta a una proporción considerable de la población costarricense, si bien es cierto los controles débiles sobre los programas de asistencia social pueden contribuir a que los recursos no se entreguen a los hogares que se encuentran en condición de pobreza, también la asimetría de información y los costos asociados al acceso a dichos beneficios, son determinantes en el proceso.
En la nota “Infiltrados” se dejan ayuda de pobres del miércoles 2 de diciembre de La República y en su Editorial La falta de controles del día 4 de diciembre se plantean algunos elementos asociados a la gestión de los programas sociales. Yo quisiera aprovechar para mencionar ciertos aspectos, los cuales según mi criterio son importantes y por lo tanto, deberían considerarse en el diseño de dichos programas.
Algunas de las características de la población pobre en Costa Rica se refiere a que un porcentaje vive en zona rural y se dedica a actividades agrícolas; un grupo está constituido por madres jefas de hogar y otros se encuentran desempleados. En ese sentido es probable que los desempleados ni siquiera tienen dinero para los “pases” de los autobuses que los transportarán a San José, donde se encuentran algunas de las instituciones que brindan la atención. Por otro lado, en algunos casos las madres no tienen con quien dejar a los chiquitos para realizar los trámites y aunado a esto, viven lejos y en lugares de difícil acceso. Tales elementos se constituyen en barreras de tipo económico y geográfico para el acceso a los beneficios sociales.
Un tema que reviste gran importancia es el de la información sobre el acceso a los programas, ya que las personas que pueden ser beneficiadas desconocen dichos programas. En realidad, no saben que pueden optar por esos beneficios y uno podría preguntarse por qué. Algunas explicaciones podrían ser que en primer lugar la mayoría de las personas pobres tienen menos acceso a las páginas de Internet y otras fuentes de información de las instituciones públicas que brindan los subsidios, mientras que las personas que no son pobres, tienen un mayor grado de información de los citados programas sociales.
Por otra parte, en Costa Rica una de las características de la población en condición de pobreza se refiere al bajo nivel educativo en relación con otros sectores de la población, lo que no quiere decir que sean tontos, pero sí que pueden enfrentar algunas dificultades para realizar los múltiples trámites asociados al proceso de acceso a este tipo de beneficios y podrían estar menos enterados de los programas sociales. Esto significa que si no reciben la información de una manera adecuada, no tendrán acceso a los programas sociales y otros que tienen ventajas en este sentido, como mejor información, mejor educación para conocer sus derechos de acceder a los beneficios y mejor organizados, sí los disfrutarán.
Otro problema asociado a la entrega de los subsidios a la población en condición de pobreza obedece a la asimetría de información del servicio o bien recibido. Es como el caso del vendedor de carros usados que conoce muy bien los defectos del vehículo que está vendiendo, pero su comprador potencial los desconoce o el empleador que contrata un empleado del cual desconoce sus aptitudes para un empleo, pero el empleado sí sabe sus propias deficiencias.
Algo similar sucede con un bono de vivienda, el constructor de las casas de interés social conoce muy bien los materiales que utiliza y los desperfectos que tiene la vivienda que entrega, sin embargo el beneficiario desconoce cuáles son las características técnicas para que una vivienda cumpla con estándares de construcción aceptables, más todavía si no tiene conocimientos de construcción y ha vivido toda su vida en un tugurio. Estas asimetrías aplican también a la educación y la salud, porque el que recibe el servicio desconoce en ciertos casos si por ejemplo le faltó algún examen médico o si un niño recibe educación de calidad.
Además de la falta de evaluación, de los controles débiles, de la visión cortoplacista, de la duplicidad de funciones y de la falta de coordinación en los programas de asistencia social, es importante considerar la información que se brinda, los costos asociados al acceso a los programas sociales y las brechas de conocimiento de los servicios que se entregan en el diseño de dichos programas y sus políticas respectivas.