Subida en tasas de interés golpearía déficit del Central
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 06 septiembre, 2008
Subida en tasas de interés golpearía déficit del Central
• Disminución del déficit de la institución, motivada por los bajos niveles de las tasas de intereses, se revertiría en los próximos meses
Israel Aragón y Víctor Sanabria
iaragon@larepublica.net
vsanabria@larepublica.net
La política restrictiva aplicada actualmente por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), que incluye la subida de las tasas de interés, podría golpear las finanzas de la institución al aumentar sus pérdidas, pues la obligará a pagar más intereses a quienes hayan adquirido alguno de sus títulos.
La cancelación de intereses por la venta de bonos realizada tiempo atrás para financiar sus pérdidas ha sido una de las principales causas que obligaron a la autoridad monetaria a emitir dinero.
Posteriormente, para retirar esa liquidez la institución ha debido seguir emitiendo bonos al mercado más allá de lo requerido —sobre los cuales deberá pagar intereses— y esto le podría cobrar una factura más costosa durante los próximos meses.
“Las operaciones de mercado abierto que realiza el Central para contraer liquidez es la principal causa de las pérdidas actuales. El Banco debe pagar tasas de interés por los Bonos de Estabilización Monetaria (BEM) que coloca y generalmente estas tasas son mayores a las que recibe por su inversión de las reservas monetarias internacionales”, dijo William Calvo, subsecretario del Consejo Monetario Centroamericano.
Durante el primer semestre de 2008, las pérdidas del Banco Central suman ¢33.131 millones.
Estas se han acumulado año tras año desde la crisis que se presentó a inicios de los años 80, cuando la autoridad monetaria asumió las pérdidas que los bancos comerciales habían tenido a causa del diferencial cambiario.
Durante esa época se presentó una devaluación muy fuerte en que el dólar pasó de cotizarse a ¢8,6 a transarse en ¢80 a finales de esa década. Tal situación afectó considerablemente a importadores y bancos comerciales, lo que llevó al Central a asumir muchas pérdidas mediante subsidios cambiarios y préstamos a bancos comerciales con tasas de interés por debajo de lo que tenían que pagar.
Estas medidas significaron para la institución colocar cada vez mayor cantidad de bonos para contraer la liquidez, lo que creó una especie de bola de nieve, porque para recoger el dinero emitido por el pago de intereses de los bonos debía emitir más bonos.
Lo anterior contribuyó a crear un problema estructural en las cuentas de balance del Banco Central.
Al verse obligada la institución a emitir mucho dinero debió luego sacar bonos para recogerlo, sobre los cuales debió pagar intereses que, al no contar con fuentes importantes de ingresos, se tradujeron en pérdidas, explicó el economista Adolfo Rodríguez.
“En estos momentos las pérdidas se producen porque el costo financiero de los pasivos del Banco, más sus gastos operativos, exceden los ingresos por sus activos. En el pasado el Banco tenía más pasivos con costo que activos rentables. Esa situación ya cambió, pero el costo de los pasivos (BEM y Central Directo) todavía es mayor que la rentabilidad que obtenemos por las reservas”, dijo Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central.
Entre las acciones que ha tomado la institución para obtener más ingresos están el aumento en el encaje mínimo legal y en el cobro por diferencial cambiario, mientras que para reducir sus gastos ha realizado reestructuraciones administrativas y de pasivos. También se ha beneficiado con capitalizaciones parciales por parte del Gobierno, explicó Gutiérrez.
Unido a estas medidas, la situación financiera de la entidad se vio beneficiada durante la primera parte de este año debido a los bajos niveles de las tasas, que provocaron una reducción de los gastos financieros por concepto del pago de intereses.
Estos bajaron en un 30% al pasar de aproximadamente ¢102 mil millones a ¢78 mil millones durante el primer semestre del presente año.
Tal circunstancia benefició las finanzas de la autoridad monetaria hasta tal punto que su déficit se redujo en un 40% entre junio de 2007 al mismo mes de este año.
Durante ese período la Tasa Básica Pasiva (TBP) osciló entre un 7,25% y un 5,5%.
No obstante, el panorama ahora es distinto debido a que las tasas han empezado a repuntar, ejemplo de ello es que la semana anterior la TBP subió al 8,75% y se prevé seguirá aumentado el resto del año.
Las pérdidas del Central han sido una de las variables más importantes a tomar en cuenta a la hora de definir su política monetaria debido a sus altos niveles.
Entre las soluciones a este problema, según los expertos consultados, está que la autoridad monetaria se vaya deshaciendo de su deuda externa que tiene un costo mayor, así como que se apruebe el proyecto de capitalización de las pérdidas del Banco Central.
Para Eduardo Lizano, ex presidente del Banco Central, la única manera de eliminar tales pérdidas es dejando que sea el Ministerio de Hacienda quien las asuma, tal como se pretende con el proyecto de capitalización de la entidad. Lo anterior debido a que, a diferencia de Hacienda, el Banco Central no puede crear impuestos.
• Disminución del déficit de la institución, motivada por los bajos niveles de las tasas de intereses, se revertiría en los próximos meses
Israel Aragón y Víctor Sanabria
iaragon@larepublica.net
vsanabria@larepublica.net
La política restrictiva aplicada actualmente por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), que incluye la subida de las tasas de interés, podría golpear las finanzas de la institución al aumentar sus pérdidas, pues la obligará a pagar más intereses a quienes hayan adquirido alguno de sus títulos.
La cancelación de intereses por la venta de bonos realizada tiempo atrás para financiar sus pérdidas ha sido una de las principales causas que obligaron a la autoridad monetaria a emitir dinero.
Posteriormente, para retirar esa liquidez la institución ha debido seguir emitiendo bonos al mercado más allá de lo requerido —sobre los cuales deberá pagar intereses— y esto le podría cobrar una factura más costosa durante los próximos meses.
“Las operaciones de mercado abierto que realiza el Central para contraer liquidez es la principal causa de las pérdidas actuales. El Banco debe pagar tasas de interés por los Bonos de Estabilización Monetaria (BEM) que coloca y generalmente estas tasas son mayores a las que recibe por su inversión de las reservas monetarias internacionales”, dijo William Calvo, subsecretario del Consejo Monetario Centroamericano.
Durante el primer semestre de 2008, las pérdidas del Banco Central suman ¢33.131 millones.
Estas se han acumulado año tras año desde la crisis que se presentó a inicios de los años 80, cuando la autoridad monetaria asumió las pérdidas que los bancos comerciales habían tenido a causa del diferencial cambiario.
Durante esa época se presentó una devaluación muy fuerte en que el dólar pasó de cotizarse a ¢8,6 a transarse en ¢80 a finales de esa década. Tal situación afectó considerablemente a importadores y bancos comerciales, lo que llevó al Central a asumir muchas pérdidas mediante subsidios cambiarios y préstamos a bancos comerciales con tasas de interés por debajo de lo que tenían que pagar.
Estas medidas significaron para la institución colocar cada vez mayor cantidad de bonos para contraer la liquidez, lo que creó una especie de bola de nieve, porque para recoger el dinero emitido por el pago de intereses de los bonos debía emitir más bonos.
Lo anterior contribuyó a crear un problema estructural en las cuentas de balance del Banco Central.
Al verse obligada la institución a emitir mucho dinero debió luego sacar bonos para recogerlo, sobre los cuales debió pagar intereses que, al no contar con fuentes importantes de ingresos, se tradujeron en pérdidas, explicó el economista Adolfo Rodríguez.
“En estos momentos las pérdidas se producen porque el costo financiero de los pasivos del Banco, más sus gastos operativos, exceden los ingresos por sus activos. En el pasado el Banco tenía más pasivos con costo que activos rentables. Esa situación ya cambió, pero el costo de los pasivos (BEM y Central Directo) todavía es mayor que la rentabilidad que obtenemos por las reservas”, dijo Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central.
Entre las acciones que ha tomado la institución para obtener más ingresos están el aumento en el encaje mínimo legal y en el cobro por diferencial cambiario, mientras que para reducir sus gastos ha realizado reestructuraciones administrativas y de pasivos. También se ha beneficiado con capitalizaciones parciales por parte del Gobierno, explicó Gutiérrez.
Unido a estas medidas, la situación financiera de la entidad se vio beneficiada durante la primera parte de este año debido a los bajos niveles de las tasas, que provocaron una reducción de los gastos financieros por concepto del pago de intereses.
Estos bajaron en un 30% al pasar de aproximadamente ¢102 mil millones a ¢78 mil millones durante el primer semestre del presente año.
Tal circunstancia benefició las finanzas de la autoridad monetaria hasta tal punto que su déficit se redujo en un 40% entre junio de 2007 al mismo mes de este año.
Durante ese período la Tasa Básica Pasiva (TBP) osciló entre un 7,25% y un 5,5%.
No obstante, el panorama ahora es distinto debido a que las tasas han empezado a repuntar, ejemplo de ello es que la semana anterior la TBP subió al 8,75% y se prevé seguirá aumentado el resto del año.
Las pérdidas del Central han sido una de las variables más importantes a tomar en cuenta a la hora de definir su política monetaria debido a sus altos niveles.
Entre las soluciones a este problema, según los expertos consultados, está que la autoridad monetaria se vaya deshaciendo de su deuda externa que tiene un costo mayor, así como que se apruebe el proyecto de capitalización de las pérdidas del Banco Central.
Para Eduardo Lizano, ex presidente del Banco Central, la única manera de eliminar tales pérdidas es dejando que sea el Ministerio de Hacienda quien las asuma, tal como se pretende con el proyecto de capitalización de la entidad. Lo anterior debido a que, a diferencia de Hacienda, el Banco Central no puede crear impuestos.