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Jueves, 12 de diciembre de 2024



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"Soy un guerrero del flamenco"

Carolina Barrantes redaccion@larepublica.net | Jueves 20 septiembre, 2012




ENTREVISTA
“Soy un guerrero del flamenco”

El reconocido bailaor español Farruquito conversó con MAGAZINE sobre el espectáculo “Abolengo” que presentará en el país y su trayectoria en el flamenco

Como un luchador y un guerrero del flamenco, que busca conservar el baile tradicional y apoyar nuevas generaciones de bailaores, es como bien podría definirse a Juan Manuel Fernández Montoya, más conocido como “Farruquito”.
El afamado bailaor español ofreció una entrevista a MAGAZINE en la que habló sobre el show “Abolengo” que vendrá a estrenar en el país y sobre el gran legado en el flamenco que heredó de su familia.
También conversó sobre su larga carrera en ese arte, que inició desde que era pequeño y que acabará con su último suspiro sobre un escenario.

¿Cómo va a ser su espectáculo “Abolengo”?

Es un espectáculo de flamenco de tradición, que además está un poco reivindicando lo que es el baile de nuestro abolengo, de nuestros abuelos. Es un baile donde también vamos a recopilar tres de los bailes más emblemáticos de los flamencos de antes, como son la seguirilla, alegrías y soleá, y donde vamos a presentarnos casi casi improvisando, tenemos una estructura montada, pero vamos a dejar muchísimo espacio a la improvisación porque así es como se hacían los bailes anteriormente.

Y vendrás acompañado de otra revelación en el flamenco, Karime Amaya...

Karime es una de las bailaoras jóvenes ahora que están en la misma línea de baile que yo estoy intentando defender, que es el baile flamenco más natural, por eso la he elegido para que hubiese una bailaora que también representase un poco lo que es mi manera de bailar. Ella viene de un abolengo muy importante porque su abuela era hermana de Carmen Amaya; entonces si sumamos que mi abuelo era Farruco (legendario bailaor gitano) y su tía abuela una recordada cantante y bailaora resulta una combinación perfecta.

¿Cómo ha sido la preparación de su espectáculo?

Todavía se está preparando, todos los días estamos elaborando lo que sería las maneras con Karime sobre todo para bailar juntos y para entendernos artísticamente. Simplemente estamos entendiéndonos para que en el espectáculo el espectador pueda ver un baile fluido de dos pero con un mismo latir de baile.

Viniendo de familia de bailaores y cantaores, ¿pensó alguna vez no dedicarse al arte flamenco y romper la tradición?

No, no me dio tiempo de eso porque cuando empecé a crecer en una familia donde mi padre cantaba, mi madre y mi tía bailan, mi abuelo bailaba, y todo siempre era en un mismo ambiente, cuando me di cuenta ya estaba bailando e iba de viaje con mi familia. Nunca me planteé algo diferente, además porque el flamenco es lo que siempre me ha gustado más desde pequeño.
Mi abuelo lo tenía claro, me decía que si esto verdaderamente me gustaba pues había que dedicarle muchas horas. A lo largo de tantos años uno sigue aprendiendo, yo soy muy joven todavía y este espectáculo “Abolengo” es un agradecimiento a lo que nuestros antepasados hicieron para que hoy lo tengamos mucho más fácil los jóvenes.

¿Heredar un legado tan grande de su abuelo Farruco le dio miedo?

Claro, pero la mejor palabra para describirlo es responsabilidad. La responsabilidad que él me dejó fue muy grande y muy difícil de llevar a cabo, porque la gente piensa que si eres nieto de alguien reconocido, lo tienes todo fácil, y no es así. Yo creo que tiene de los dos, te facilita en el sentido de que la gente te ubica, sabe quién eres, pero si en cambio no estás a la altura de lo que hizo tu abuelo como es mi caso, entonces todo te perjudica.
Por eso siempre intento acordarme de él, que fue un genio, pero nunca me he aprovechado, todo lo contrario, siempre he tratado de que su nombre quedase en buen lugar, esa es mi continua lucha al día de hoy.

Muchos críticos dicen que eres la gran esperanza del baile Flamenco, ¿no es demasiada responsabilidad?

La verdad es que sí. Esos comentarios me halagan y me llenan de satisfacción y sobre todo de fuerza para salir adelante, pero trato de no pensar en eso y hacer más hincapié en seguir aprendiendo.

¿Se siente satisfecho de lo que ha logrado?

Sí, mucho. Porque además siempre pienso en los demás, en mucha gente que está conmigo en la lucha de todos los días y lo hacen igual de bien, pero a lo mejor no tienen el mismo reconocimiento, no han tenido esa suerte. Y yo tengo que agradecer muchísimo al público de todo el mundo que sin ellos yo no estaría en la posición en la que estoy.
Aunque al mismo tiempo no soy conformista, yo sigo trabajando para crecer como artista.

¿Qué te inspira para bailar?

Me inspiro de cualquier cosa del arte en general. Este espectáculo, Abolengo, lo hago porque tengo una época en la que me he concentrado muchísimo en la música y la creación de los bailes, la escenografía, entonces ahora llega la época en la que se me apetece volver atrás y decir “bueno, si los artistas de antes eran capaces de formar un escándalo en el escenario sin tantas cosas, con una sola luz y un solo sonido, ¿por qué yo no voy a intentarlo?, pues me voy a atrever”. Es como un reto.

A eso se suma su nueva paternidad...

Sí, me aporta muchísima ilusión, estoy en un buen momento de mi vida, centrado en mi niño, mi familia, mi casa, mi trabajo, lo que te da una estabilidad que muchos la quisieran a la hora de crear y seguir aguantando todo el peso de esta profesión, que es muy difícil.

¿Está a favor de que el flamenco se fusione con otros estilos?

Siempre he sido una persona que defiende e intenta conservar el baile tradicional, pero al mismo tiempo como joven también he hecho otras cosas. Pero lo que nunca he hecho es fusionar el baile.
Pienso que la música siempre tiene influencia de otra música y el flamenco por ende tiene otras influencias musicales; si nos hubiésemos quedado con los cuatro acordes que se utilizaban en la guitarra en el origen del flamenco, hoy día no existiría Paco de Lucía y gracias a él existen las armonías que hay en el flamenco.
Cuando he visto algún espectáculo que se ha fusionado al flamenco, pero por el hecho simplemente de vender una fusión, a mí no me ha gustado. A mí me gusta cuando una persona ya en su estilo de baile o de cante ya tiene una influencia, una fusión musical, pero que después sabe llevárselo con majestuosidad al terreno que verdaderamente conoce. Estoy de acuerdo en la fusión que hizo Paco de Lucía y Camarón de la Isla porque siempre han sido cantaores y guitarristas flamencos.

Ha sido nombrado como una de las personas más bellas del mundo, ¿qué es para usted la belleza?

Para mí la verdadera belleza es la interior. Ese reconocimiento me lo tomé entre risas, porque es algo que te llega, te gusta, es bonito, pero lo que verdaderamente me inspira son los reconocimientos que me ha dado el New York Times y otros periódicos de cultura, porque uno siembra y trabaja para recoger esos frutos.

¿Cómo mira su futuro como bailaor?

Me gustaría estar hasta el último minuto de mi vida en un escenario. Me gustaría que me recordaran como un luchador del flamenco; soy un guerrero del flamenco.

Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net






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