Solís respalda huelgas en servicios esenciales, aunque las deplora
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Sábado 13 diciembre, 2014
Nuevas reglas para protestas regirán en mayo de 2016
Solís respalda huelgas en servicios esenciales, aunque las deplora
Oposición acudirá a Sala Constitucional para traerse abajo decisión del Presidente
Aunque indicó que está en contra de las huelgas en los servicios públicos esenciales, Luis Guillermo Solís respalda este viernes cualquier movimiento de protesta en el sector público, al levantar el veto presidencial de su antecesora Laura Chinchilla sobre la Reforma Procesal Laboral.
La decisión del mandatario molestó al sector productivo y dejó en cuidados intensivos la relación con el Congreso, a tal punto que el PUSC anunció que ya rompió su alianza con el Gobierno.
Aduciendo que el Código de Trabajo “hoy luce obsoleto” y que la ley en cuestión tiene reformas históricas como la reducción de los juicios de trabajo y la creación de la Defensa Pública, el mandatario prefirió darles la espalda al sector productivo y a la mayoría de la oposición en este tema, para abrazar las demandas de los sindicatos y el Frente Amplio.
Contrario al levantamiento del veto, Solís anunció que “próximamente” emitirá un decreto para prohibir los movimientos de protesta en los servicios públicos esenciales, aunque después aclaró, un poco confundido, que este segundo acto no tiene ninguna validez jurídica ante la ley que él aprobó este viernes.
En ese sentido, instruyó a la bancada oficialista del PAC y a su aliado político del Frente Amplio, para que también promuevan por la vía rápida, un nuevo proyecto de ley que defina de una mejor forma las reglas que rodean las huelgas.
“A pesar de las grandes contribuciones, hay un elemento que no nos satisface a nosotros ni a diversos grupos de la sociedad. Me refiero a la posibilidad de la huelga en servicios esenciales. Sin embargo, tampoco estimo conveniente echar por la borda todo el trabajo hecho”, indicó Solís.
El mandatario explicó que todavía hay tiempo de hacer cambios a la ley que él aprobó, pues esta no entrará en vigencia hasta mayo de 2016. Esto último, debido a un transitorio que se incluyó en el plan.
Si no se hace ningún cambio antes de ese mes y sin importar que la vida de los ciudadanos esté en peligro, la policía, los bomberos o los hospitales, tendrían la oportunidad de iniciar una protesta legal. La única condición es que el sindicato presente un plan mínimo de trabajo mientras dure la huelga.
La decisión del Presidente generó una serie de críticas en el Congreso y dejó las relaciones políticas en Cuesta de Moras entre algodones.
Diferentes bancadas de oposición señalaron este viernes que levantar el veto a la reforma procesal laboral, no solo es ilegal, sino que también raya en el populismo y que por eso, acudirán a la Sala Constitucional.
Para las agrupaciones no oficialistas, Solís se pasó de la raya al dar su visto bueno a los movimientos de protesta en la policía, los bomberos y los hospitales.
Uno de los partidos más críticos fue el PUSC, que anunció su separación del acuerdo político de gobernabilidad al que había llegado con Zapote y el Frente Amplio.
Esteban Arrieta
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